La receta más simple (y gratificante) para una vida longeva

Aunque algunas personas se adaptan a la soledad, la falta de compañía suele perjudicar la salud.
Aunque algunas personas se adaptan a la soledad, la falta de compañía suele perjudicar la salud.

¿Con qué frecuencia usted visita a sus familiares, o asiste a una reunión de amigos, colegas de trabajo, o a una fiesta en el vecindario? La respuesta a esa simple pregunta puede marcar la diferencia entre una muerte prematura y una vida longeva, según una serie de estudios que han demostrado la importancia de la vida social en la salud humana.

El argumento científico contra la soledad enfrenta la tendencia al aislamiento en las sociedades modernas. Si bien considerar los medios sociales –Facebook y compañía—como enemigos de las relaciones humanas revela un pensamiento apocalíptico, Internet y en general las nuevas tecnologías de la comunicación han impulsado los contactos virtuales, en detrimento de las interacciones “físicas”.

Claro, no podemos generalizar. La paulatina pérdida de contacto con los otros, o su remplazo por amistades online, es un fenómeno mayormente urbano vinculado al estilo de vida occidental, evidente en economías desarrolladas. La importancia de la comunidad en regiones donde persisten modos de vida tradicionales impide o al menos atenúa esta desconexión.

Las nuevas tecnologías han fomentado las relaciones virtuales (Foto AP/Eric Risberg)
Las nuevas tecnologías han fomentado las relaciones virtuales (Foto AP/Eric Risberg)

Peor que el alcohol y el tabaco

"Ah, mira a toda la gente solitaria…”, cantaban los Beatles en 1966. El grupo británico exponía uno de los rasgos más angustiosos de los habitantes en el Reino Unido. Uno de cada 10 británicos se siente solo con frecuencia y el 40 por ciento ha sufrido depresión por la falta de compañía.

Los estadounidenses tampoco pueden jactarse de ser muy sociables. Una investigación publicada por la American Sociological Review reveló que uno de cada cuatro norteamericanos no tiene con quién conversar temas importantes de su vida. El 80 por ciento solo cuenta con sus familiares para tratar esos asuntos. ¿Y los amigos? De acuerdo con los expertos, las largas horas de trabajo y el uso de Internet han atentado contra las relaciones cercanas.

Y quizás ese avance de la soledad no alarmaría a nadie si no fuese por su efecto sobre la salud.

Llevar una vida solitaria equivale a fumar 15 cigarros al día o ser alcohólico, de acuerdo con las conclusiones de dos especialistas en psicología de la Universidad de Brigham Young, en Utah, Estados Unidos. El dúo revisó 148 investigaciones que exploraron las relaciones sociales de más de 300.000 personas durante alrededor siete años y medio. Además, el aislamiento perjudica tanto como el sedentarismo y dos veces más que la obesidad.

Otro estudio, este realizado entre británicos de más de 50 años, reveló que una persona solitaria tiene 14 por ciento más probabilidades de morir prematuramente, una cifra cercana al impacto de la pobreza, que incrementa esa posibilidad en 19 por ciento, en el Reino Unido.

Los pueblos indígenas aún valoran al más alto grado la vida en comunidad (AP Foto/Felipe Dana)
Los pueblos indígenas aún valoran al más alto grado la vida en comunidad (AP Foto/Felipe Dana)

Medicina social

¿Por qué mantener una vida social activa beneficia la salud? En rigor la comunidad científica aún ignora los detalles, aunque algunos reportes sobre la terapia del cáncer han detectado diferencias en la reacción del organismo de personas solas y otras bien acompañadas. Las segundas sufrirían menos dolor y responderían mejor a los tratamientos.

Pero sucesivos experimentos apuntan hacia un efecto positivo. Por ejemplo, los amigos y familiares pueden inspirar estilos de vida más sanos y reducir el estrés. En cambio, la soledad se vincula con problemas de salud como la depresión, el debilitamiento del sistema inmunológico, enfermedades del corazón, adicciones y deterioro cognitivo.

La ciencia apenas confirmaría una evidencia evolutiva: el género humano ha sobrevivido en gran medida gracias al esfuerzo colectivo. A pesar de las derivas de la tecnología, seguiremos siendo una especie gregaria.