El legendario buque hundido en el Lago Michigan


Un sueño de adolescencia y una historia de aventura y misterio se han reunido en un proyecto de investigación arqueológica que podría dar luz a un caso que ha permanecido en las profundidades durante siglos.

Durante el siglo XVII, los primeros exploradores europeos recorrían la zona de los Grandes Lagos, en los actuales territorios al norte de Estados Unidos y al sur de Canadá. Además de buscar riqueza y tierras, la expedición francesa de René Robert Cavalier de La Salle, un personaje célebre por sus andanzas por América del Norte, trataba de hallar el llamado paso del Noroeste, una vía de navegación hacia Asia vía la parte septentrional del continente americano que fascinó la imaginación de exploradores.

En 1679, La Salle partió de las cataratas del Niágara en el buque llamado Le Griffon (el grifo, griffin en inglés, una criatura mitológica mitad águila y mitad león), un navío de 45 toneladas con siete cañones y una tripulación de 32 personas.

A bordo de Le Griffon, La Salle fue el primero en navegar los Grandes Lagos, recorrió el Erie, el Huron y el Michigan y llegó hasta la zona de Green Bay, donde el barco fue cargado con cinco toneladas de pieles obtenidas de indígenas del lugar. La Salle envió el barco de vuelta con la carga, pero una tormenta lo sorprendió en el norte del lago Michigan, y el barco se perdió para siempre.

O casi.

Steve Libert, relata la agencia AP, escuchó en su juventud con fascinación historias sobre La Salle y sus exploraciones norteamericanas. La suerte de Le Griffon le intrigó especialmente y finalmente un proyecto de exploración en la zona del lago Michigan ha comenzado para tratar de ubicar y rescatar los restos de ese navío tras años de investigación y litigios legales.

Libert, de 59 años, comentó que Le Griffon “es el Santo Grial de los Grandes Lagos, es el número 1 en la lista” de naufragios por redescubrir.

Su esfuerzo lleva ya varios años. En 2001, indica la AP, Libert buceaba cerca de una pequeña isla en el lago Michigan cuando halló un madero de unos 11 pies de largo que pensó podría pertenecer a un barco hundido. Pruebas sugirieron que podría datar de la época de Le Griffon, sin confirmarlo, y rastreos de sonar mostraron la posibilidad de que otros objetos se encuentren bajo los sedimentos.

Libert es el presidente de la empresa Great Lakes Exploration Group y según su sitio web la hipótesis de la ubicación de Le Griffon tiene coincidencias con investigaciones académicas recientes y antiguas.

Pero estalló un pleito legal: las autoridades de Michigan clamaron que todo barco naufragado en sus aguas es propiedad estatal y Francia también reivindicó su propiedad sobre el Le Griffon.

Tras negociaciones que duraron bastante tiempo, la propiedad de Francia fue reconocida y el estado de Michigan autorizó realizar exploraciones limitadas en ciertos sitios, donde Libert, que pagará los costos de este proyecto, tratará de hallar indicios de la posible presencia del barco naufragado. Los trabajos comenzarán este 15 de junio.

La Salle, tras la pérdida de Le Griffon en 1679, continúo por varios años con sus exploraciones, que lo llevaron a recorrer el río Mississippi y bautizar a su cuenca como Louisiana, en honor al rey Luis XIV, y reclamar ese territorio para Francia. Su última expedición lo llevó hasta la costa de Texas, donde ataques de indios, problemas con su tripulación y deserciones llevaron a un motín y al asesinato de La Salle en 1686.

Libert planea, si su primera exploración resulta exitosa, recaudar más fondos para rescatar el navío y colocar Le Griffon en una exhibición pública. Pero todo está aún por definirse y muchos dudan realmente de que el buque se encuentre en donde Libert realizará sus labores o de que los restos se hayan preservado en los más de 330 años desde su naufragio.

En todo caso, Libert se dice optimista. Y como La Salle, parece determinado a seguir sus exploraciones hasta llegar a buen puerto.

-Jesús Del Toro es director del periódico RUMBO de Houston. @JesusDelToro