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El último "testamento" de Chris Hondros, el fotoperiodista asesinado en Libia en 2011

Su extenso currículum escribió sus últimas palabras hace casi tres años, concretamente el 20 de abril de 2011. Ese día el fotoperiodista Chris Hondros, colaborador de Getty Images y nominado al Premio Pulitzer, murió mientras documentaba el horror de la guerra libia por culpa de un ataque con mortero.

Su vida se apagó, pero su leyenda estaba a punto de empezar. Considerado uno de los fotógrafos jóvenes más prometedores del mundo, Hondros ya había estado en países como Afganistán, Pakistán, Liberia o Sierra Leona.

Pero era sin duda Irak el destino que le había hecho más reconocible en el mundo entero, el que le había catapultado a la fama y probablemente en el que más había sufrido. Y es que la foto de una niña iraquí cubierta de sangre y gritando después de que sus padres fueran asesinados por soldados estadounidenses tras no cederles el paso en la ciudad de Tal Afar se convirtió en un importante documento gráfico de los horrores que se estaban cometiendo en el país.

Hondros viajaba con la patrulla y decidió publicar las imágenes a pesar de que sabía que sería expulsado del grupo. Estas fotos causaron un hondo impacto en la sociedad norteamericana y gracias a ellas cada vez empezó a haber más voces disconformes con la guerra de Irak y con la cuestionable participación de Estados Unidos en la muerte de inocentes.

Pero no solo eso porque el fotógrafo se sentía profundamente conmocionado con la historia de la pequeña. Una implicación y un cariño por sus fotografiados que también se iba a convertir en una de las señas de identidad de Hondros.

“Estaba muy angustiado. Solo decía: ‘tenemos que hacer algo por esta familia. Tenemos que ayudarles’. Yo estaba sentada en mi oficina de Nueva York y él estaba tan lejos y había experimentado algo tan horrible... Siempre he pensado que podría haber hecho algo más en ese momento para calmarle o hacer que se sintiese mejor. Pero no hay nada que puedas hacer”, recuerda Sandy Ciric, editora de Getty Images y amiga de Hondros.

Ahora que empiezan a cerrar las heridas de una madre que le adoraba, de una novia que no le puede olvidar o de unos amigos que quedaron destrozados por su muerte, llega un merecido homenaje, pospuesto durante varios meses porque el dolor hacía imposible ponerlo en marcha.

"Testamento" es el título del libro que va a ver la luz próximamente, un recorrido por algunas de las mejores imágenes que el fotoperiodista tomó durante más de una década de conflictos y que incluirá también algunos de sus pensamientos y frases que fue escribiendo durante los largos viajes.

Editado por Ciric y Pancho Bernasconi, de Getty, y con la inestimable colaboración de la prometida de Hondros, es un fiel reflejo de lo que tuvo que vivir Chris, con las personas y sus historias como grandes protagonistas.

“Intentaba darle sentido a lo que sucedía a su alrededor para realmente entender el caos en el que a menudo se encontraba. Era un profesional y sabía que su trabajo era documentarlo. Pero también era humano.  Estaba realmente afectado por las personas que se encontraba y las cosas que veía. Siempre estaba pensando y escribiendo y haciendo fotos y trabajando, intentando comprender la terrible complejidad de la guerra y el impacto que tenía en la gente”, rememora Ciric.

Hondros a veces se preguntaba qué hacía tan lejos de su casa, de sus seres queridos. Era el deber; la necesidad de documentar el impacto que un conflicto provoca en las personas.

Desgraciadamente, y en una cruel jugada del destino, murió haciendo precisamente eso. Su labor; la de poner a estas miles de víctimas en el mapa y que la gente supiese qué era lo que les estaba ocurriendo es lo que provocó que ese infausto día estuviera en Libia cubriendo el conflicto. Ahora sus fotos y sus palabras son su último testimonio de una vida dedicada al trabajo, pero también a ayudar a los demás.

Publicado originalmente en Gaceta Trotamundos.