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Diez años de cárcel por sentar a su mujer en una silla eléctrica casera

Thomas Castroviejo | Yahoo! Noticias

Andrew Castle (Policía de Lancashire)
Andrew Castle (Policía de Lancashire)

Al final, Margaret Castle consiguió lo que quería: una vida sin el hombre con el que ha estado casada los últimos 18 años. Pero el camino hasta aquí ha sido especialmente difícil, cuando no truculento.

La primera vez que le dijo a su marido, Andrew, que quería el divorcio, fue en marzo. Éste respondió invitándola a hablar en el garaje. Le pidió que se sentara en una silla. Lo que ella no sabía es que se iba a sentar sobre un amasijo de cables desnudos conectados a un enchufe de 13 amperios, listos para descargar en cuanto hicieran contacto con su cabeza.

No llegó a pasar. Margaret vio el tétrico plan que su marido estaba a punto de ejecutar, y empezó a pelear físicamente con él. Él la golpeó en la cabeza, intentado dejarla inconsciente para conectar el cableado, pero ella se resistió y logró escapar al jardín. Allí continuó la lucha hasta que un vecino llamó a la policía. Margaret fue tratada en el hospital. Andrew fue hallado en el jardín con heridas, ya que había intentado cortarse las venas.

Ahora, un juez ha decidido que Andrew pase la próxima década entre rejas por intento de asesinato. La única defensa del marido fue su incapacidad para vivir con el divorcio y el trastorno obsesivo compulsivo que se le ha diagnosticado.

Martín Clague, el oficial de policía a cargo del caso, se confiesa aliviado de que Andrew no se declarara inocente. "La familia se ha ahorrado tener que escuchar las pruebas, que suele ser muy angustiante. Espero que la señora Castle y su familia puedan seguir adelante ahora".

Visto en Huff Post World