Cuando papá y mamá aprietan la bolsa que te asfixia hasta la muerte

Lo peor no era saber que estaba muriendo. Lo peor era ver, al otro lado de la bolsa de plástico, las manos y los ojos de su padre y de su madre.

Cada vez que respiraba le quedaban menos segundos de vida. Cada vez que intentaba chillar, agonizante, aceleraba su muerte. Unas manos firmes sujetaban alrededor de su cuello la bolsa que estaba asfixiando a Shafilea. Pero lo peor no era eso. Lo peor no era saber que moría. Ni siquiera que lo hacía a los 17 años, con tantas cosas aún por vivir. Lo peor era que, al otro lado del plástico, las manos que apretaban y los ojos que la miraban eran los de su padre. Lo peor era que las manos que iban a envolver su cadáver entre sábanas y cinta aislante eran las de su madre. Lo peor era que los cuerpos que iban a desmembrar el suyo y repartirlo a cachitos en un río británico eran los de papá y mamá.

Los padres de Shafilea. (Press Association)
Los padres de Shafilea. (Press Association)

La muerte fue la agonía final de la vida de Shafilea. Un asesinato, –ese día fue una camiseta de manga corta lo que enfureció a su padre- que quería poner fin a la vergüenza que sus padres sentían. No podían soportar que su hija hubiera rehusado un matrimonio concertado, ni que quisiera estudiar derecho, ni que pretendiera vivir más cerca de las costumbres de sus amigos y vecinos británicos que de las de sus padres pakistaníes. En la sentencia, el juez dictaminó que el matrimonio había usado “intimidación, acoso y violencia psicológica” para obligar a la adolescente a adoptar las costumbres pakistaníes, y que, al no conseguirlo, la mataron.

Doce años después de su asesinato –y dos tras la condena a 25 años de prisión de sus padres- una revista británica simula el crimen con esta terrible portada.

Portada de la revista Cosmopolitan del Reino Unido
Portada de la revista Cosmopolitan del Reino Unido

Hoy, en el siglo XXI, en uno de los países más avanzados del mundo, el Reino Unido, son asesinadas cada año entre 10 y 12 mujeres, por familias avergonzadas de su comportamiento. En los crímenes, de extrema violencia, suele participar más de un familiar, normalmente hombres: padre, hermanos, primos, cuñados… Además, la tasa de suicidio entre l as mujeres asiáticas en el Reino Unido triplica la media nacional: son mujeres desesperadas, encerradas en matrimonios terribles, que sólo ven como salida quitarse la vida.

¿Cuántas son asesinadas en todo el mundo? Imposible dar un número. Muchos casos se hacen pasar por accidents o suicidios. En otros, se maltrata a la mujer hasta que ella misma se suicida. Además, en muchos países no se computan este tipo de crímenes en estadísticas separadas. La ONU calcula que 5.000 mujeres cada año son víctimas de estos asesinatos por honor. Otras fuentes multiplican la cifra por cuatro.

¿No es hora de que les dediquemos más portadas?

Gracias a la edición británica de Cosmopolitan por recordar este terrible crimen. Porque así volvemos a hablar de él. Y hablar de esos crímenes puede volver a ponerlos en la agenda social y política.

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Historia original: Yahoo España