Chain Ferster, el hombre que sobrevivió a ocho campos de concentración

Este polaco de 93 años relata sus vivencias durante la II Guerra Mundial, en la que perdió a gran parte de su familia.

Campo de refugiados de Auschwitz (AP)
Campo de refugiados de Auschwitz (AP)

Ha gozado de una larga y próspera vida, pero los comienzos no fueron tan sencillos para Chain Ferster, un polaco de 93 años, que cuando era apenas un adolescente perdió a prácticamente toda su familia durante el Holocausto. Él mismo hoy en día puede presumir de ser capaz de sobrevivir a ocho campos de concentración, aunque lo cierto es que esquivó a la muerte en más de una ocasión, tal y como reflexiona ahora ante la BBC.

Pero para conocer su historia hay que mirar un poco al pasado y remontarse a 1939, cuando Chain tenía solo 17 años y empezó la II Guerra Mundial. Él había nacido y se había criado en Sosnowiec, una localidad situada al sur de Polonia que hoy en día cuenta con más de 200.000 habitantes.

Procedía de una familia judía ortodoxa y los nazis fueron a buscarle a casa en 1943. Un año antes había logrado burlar a las autoridades, pero su familia no tuvo tanta suerte; su madre y su hermana desaparecieron y su padre murió de neumonía, en un periodo en el que la escasez y el conflicto se mostraban inclementes con la gente.

Entre 1943 y 1945 estuvo en ocho campos de internamiento distintos, entre ellos dos de los más conocidos como son Auschwitz y Buchenwald, en los que sufrió durísimas condiciones y vio cómo muchos de sus compañeros caían. El propio Chain tuvo dos momentos especialmente críticos: el primero de ellos fue cuando en 1943 un brote de tifus en uno de los campos le dejó al borde de la muerte. Sobrevivió.

Oskar Groening, antiguo guardia de Auschwitz (AP)
Oskar Groening, antiguo guardia de Auschwitz (AP)

El segundo fue en Buchenwald, ya al final de la guerra, cuando los alemanes sabían que habían perdido e intentaban ejecutar rápidamente a los prisioneros. Cuando prácticamente era su turno y el de sus compañeros, el campo fue liberado por las fuerzas estadounidenses mientras que los soldados alemanes se daban a la fuga.

“De repente, llegaron los aviones estadounidenses y todos los soldados alemanes huyeron. Y, media hora o una hora después, un tanque americano atravesó las puertas de Auschwitz. Y los soldados nos decían: '¡Sois libres, sois libres! No me lo podía creer. No me lo podía creer", relata.

Acabada la guerra, se instaló en Cheetham Hill (Manchester, Inglaterra) en 1946 y primero trabajó en una empresa de reparación de máquinas de coser y después fundó su propio negocio. Sus penurias pudieron, por fin, quedar atrás.

Javier Taeño (@javiertaeno)