Así es Ogrish, la web de los horrores que no se puede cerrar

Internet tiene 26 años de vida y ha supuesto una enorme revolución en todo el mundo. La posibilidad de acceder a música, conocimiento y demás actividades ha provocado un cambio no solo en el trabajo, sino también en nuestra vida privada. Pero desde sus inicios tiene un gran hándicap que el paso de los años no ha logrado resolver: es el tema de la seguridad.

Igual que nuestras calles tienen policías que se ocupan de garantizar el orden, en Internet no hay absolutamente nada que se encargue de eliminar las cosas que pueden llegar a ser indeseables. Aprovechando ese vacío, surgen páginas tan deplorables como Ogrish. No hay más que echar un vistazo por su web para darse cuenta de que las peores cosas de Internet están en ella y cuanto más sangrientas sean mejor que mejor.

Navegar un rato en ella es como visitar la galería de los horrores. Nada está prohibido y además si es gore más diversión para la gente que lo visita. Hay accidentes de tráfico en los que se ven amputaciones y miembros cercenados; hay asesinatos en los que se ve una crueldad que resulta casi inimaginable; hay operaciones médicas; hay violaciones; y por supuesto, y como no podía ser de otra manera, cualquier barbaridad que cometa un grupo como el Daesh (conocido popularmente en España como Estado Islámico) al instante está publicado, no dejando nada para la imaginación y mostrando toda la crudeza posible.

La única regla que tiene Ogrish es que no hay reglas ni límites. Y una de las mayores preocupaciones es que puede ser el paraíso para violadores o terroristas sin que ninguna autoridad pueda hacer absolutamente nada.

Y es que precisamente ese es el factor con el que juegan los usuarios que suben vídeos a la web. Por ejemplo las autoridades españolas se muestran impotentes ante este tipo de contenidos. Pese a que les gustaría cerrar la web no pueden, ya que el dominio está en Rusia, que no se hace responsable.

La única forma para poder clausurar la página sería o bien que los rusos así lo decidieran o que todos los países del mundo decidieran firmar un protocolo de actuación, poniendo en marcha el mismo tipo de leyes contra este tipo de web en Internet. Ambas posibilidades, por el momento, parecen lejanas.

La página está registrada desde 2011, aunque hay entradas desde junio de 2010. Pese a que en ocasiones se pasa largas temporadas sin tener actualizaciones (por ejemplo no hay ni una sola entrada en el año 2013), lo cierto es que siempre termina retornando con más sangre y dolor. Su último post ha sido hace escasos días e incluía vídeos de las víctimas de los ataques de París que tuvieron lugar el 13 de noviembre.

Anteriormente el asesinato de una periodista en directo o las ejecuciones de 25 personas en Palmira a manos del Daesh. En definitiva, una web brutal a la que cualquiera puede tener acceso con un solo click en su ordenador.

Javier Taeño (@javiertaeno)