5 ciudades para ganar batallas (a pura gastronomía)

Para Ferran Adrià, el chef catalán catalogado como el Salvador Dalí de la cocina, es un misterio que a alguien se le haya ocurrido romper un huevo sobre aceite hirviendo y crear este simple plato que es "arte y perfección". Y de secretos ocultos, como este, está lleno el mundo; pero más intrigante todavía es el origen de ciertas —muy raras— fiestas populares que se celebran anualmente en muchos países, donde los alimentos son los reyes del show. Quesos, tomates, rábanos… ¡todos son motivos para competir y celebrar! Marca las fechas en tu calendario. Estos festivales pueden ser el mejor pretexto para escoger un destino de viaje.

El festival del queso (Cooper's Hill Chesse-Rolling and Wake) es un evento anual que se celebra el último lunes de mayo en la colina de Cooper, en la región de Cotswolds, Inglaterra. Desde lo alto de la colina que le da nombre a la competencia, se lanza una rueda de queso Doble Gloucester, los participantes deben correr tras él y el primero en alcanzarlo se lo lleva a casa. La superficie de la colina es tan irregular, áspera y húmeda, que es casi imposible no caerse durante el descenso.

Del primero al cinco de agosto, en las afueras de Clinton, Montana, en Estados Unidos, se celebra el popular festival de testículos (sí, pero de toros) que atrae a más de 15,000 aficionados de todo el mundo. Se utilizan más de dos toneladas y media de las gónadas del toro para preparar variados platos con la especialidad del festival. Y aunque la fiesta gira alrededor de este tema, también encontrarás otras atracciones: si llegas en ropa interior el primer trago va por la casa… y con este recibimiento deducirás que no es una festividad apta para menores (la admisión comienza a partir de los 21 años).

Como es tradición, el último miércoles de agosto, en Valencia, España, se dan cita una marea de españoles, turistas… ¡y 120 toneladas de tomate! La Tomatina de Buñol, que supuestamente comenzó hace más de sesenta años como una pelea callejera, se ha vuelto una "batalla" de interés turístico internacional donde 50,000 personas se lanzan tomates sin piedad.

Otro extraño festival (un poco más violento) se celebra en Ivrea, Italia, pero en lugar de tomates, se lanzan naranjas. Aunque los orígenes de la battaglia delle arance (batalla de la naranja) son inciertos, cuenta una leyenda popular que el ritual está basado en el enfrentamiento del pueblo y un señor feudal del siglo XIII que quería secuestrar a una doncella en su noche de bodas. Este popular carnaval que ocurre cada febrero, es un derroche de más de 400 toneladas de naranja.

Un extraño vegetal es el centro de una festividad en México todos los 23 de diciembre. En la Noche de Rábanos los hortelanos exhiben esculturas inspiradas en distintos temas históricos, humorísticos, culturales y escenas tradicionales de Oaxaca (las calendas, el día de los muertos, los reyes magos) y compiten por quedar entre los 3 primeros lugares. Supuestamente el origen de este festival fue puro marketing, y se remonta al siglo XVI, cuando los vendedores de verduras hacían esculturas con rábanos para darle publicidad a sus mercados.

Llévalo en tu maleta…

Un kit de primeros auxilios con antiinflamatorios, analgésicos, antiácidos, antialérgicos, antibióticos y material para curas (sobre todo a causa de caídas y golpes de tomates y naranjas). Además, cámaras fotográficas con cobertores resistentes al agua.