¿Por qué maltratamos la herramienta más formidable del mundo?

México es el país con el mayor número de hispanohablantes (El Universal/Yadin Xolalpa)
México es el país con el mayor número de hispanohablantes (El Universal/Yadin Xolalpa)

Suponga, lector, que le regalan una herramienta prodigiosa. Mejor que una navaja suiza. Capaz de abrir puertas, construir puentes, engendrar amor, aliviar la pena… En una frase: la creación suprema de la humanidad. Y para colmo de beneficios, no cuesta un centavo usarla. ¿Qué haría con ella?

Todos en la infancia recibimos este regalo, que tardó siglos en forjarse y aún se amolda a los tiempos. Aprendemos luego sus reglas y algunos lo utilizamos en el ejercicio cotidiano de un oficio. Pero ese don, quizás el más democrático de todos, padece la desidia de muchos de sus privilegiados herederos. ¿Por qué dejar que la herrumbre de la indiferencia quiebre arma tan magnífica? ¿Por qué, en fin, para despejar el misterio, descuidamos el idioma español?

Pasaporte planetario

Si alguien dudase de la importancia de nuestro lenguaje, debería rendirse a los hechos que confirman su poder creciente en el planeta. Según el Instituto Cervantes, cerca de 470 millones de personas hablan español como su lengua materna. La cifra alcanza los 548 millones al sumar los hispanohablantes en general y quienes lo estudian como un idioma extranjero.

Solo el chino mandarín supera al español entre las lenguas maternas. Cuando se incluyen todas las personas capaces de comunicarse, entonces cae al cuarto lugar, por la entrada del inglés y el hindi. Ese mismo lugar ocupa al compararse el número de países donde tiene carácter oficial, una lista que no incluye a naciones como Filipinas, Guinea Ecuatorial, Marruecos y otros territorios donde habitan comunidades que lo utilizan cotidianamente.

Sin embargo, ninguna otra lengua crece tanto en Internet. El español clasifica como el segundo idioma más utilizado en populares redes sociales como Facebook, Twitter et Instagram.

Los políticos en EEUU han comprendido el peso creciente de los hispanos en el electorado (EFE/Peter Foley)
Los políticos en EEUU han comprendido el peso creciente de los hispanos en el electorado (EFE/Peter Foley)

A la conquista de EEUU

Según datos del Centro de Investigaciones PEW, el uso del español en Estados Unidos ha crecido en 233 por ciento desde 1980. Hoy supera al resto de las lenguas habladas en ese país, lógicamente después del inglés.

Los especialistas avizoran un aumento de los hispanohablantes hasta superar los 40 millones hacia 2020. Y aunque los descendientes de inmigrantes suelen abandonar progresivamente la lengua de sus ancestros, como ocurrió antes con el italiano, el alemán y el polaco, la mayoría de los hispanos considera importante conservar esa parte de su cultura como legado para futuras generaciones.

De mantenerse ese auge, para 2050 Estados Unidos se convertirá en el estado con mayor población hispana del planeta, por encima de México.

Un idioma “fácil”

Cierto, la gramática española se asemeja a un laberinto por sus numerosas e intrincadas reglas: tipos de palabras, signos de puntuación, acentuación, conjugaciones y modos de verbos, diversidad de oraciones… Aun así, al menos para europeos y norteamericanos (Estados Unidos y Canadá), aprender esta lengua, cuyos orígenes se remontan al siglo III a. C., parece tarea sencilla frente a otros desafíos idiomáticos.

Aprender idiomas asiáticos representa un gran desafío para los occidentales (Wikimedia Commons)
Aprender idiomas asiáticos representa un gran desafío para los occidentales (Wikimedia Commons)

A los angloparlantes y, en general, a los occidentales nos cuestan más los lenguajes asiáticos como el japonés, el chino y el coreano, además del arábigo. En cambio, dominamos con relativa facilidad las lenguas de origen latino –portugués, francés, italiano, rumano--  y las germánicas –sueco, noruego, danés, alemán, neerlandés.

A pesar de sus ventajas y sencillez, al menos como herramienta de comunicación no profesional, la mala ortografía y los dislates gramaticales plagan al español. En esta época de correctores ortográficos, diccionarios en línea y abundancia de referencias útiles sobre el idioma al alcance de un clic, ¿qué justifica la desidia de tantas personas?

El español atesora 150.000 palabras (registradas en el Diccionario histórico, el de la Real Academia solo comprende 88.000). Cada una de ellas nos permite nombrar un fragmento de la realidad. En las letras de “rosa” está la rosa, escribió un poeta argentino. ¡Cuánto poder en unos frágiles trazos!

No es preciso dedicarse a la literatura o el periodismo, por ejemplo, para apreciar el idioma. Basta con analizar, con sumo pragmatismo, la utilidad de una herramienta que poco cuesta esgrimir con destreza suficiente, y enorme ganancia reporta. El incrédulo que pregunte a los políticos, expertos en transformar palabras en votos y luego, en poder.