Black Lives Matter puede ser el movimiento más grande en la historia de Estados Unidos

Las recientes protestas de Black Lives Matter alcanzaron su punto máximo el 6 de junio, cuando medio millón de personas acudieron a casi 550 espacios en todo Estados Unidos.
Las recientes protestas de Black Lives Matter alcanzaron su punto máximo el 6 de junio, cuando medio millón de personas acudieron a casi 550 espacios en todo Estados Unidos.

Las recientes protestas de Black Lives Matter alcanzaron su punto máximo el 6 de junio, cuando medio millón de personas acudieron a casi 550 espacios en todo Estados Unidos. Esa fue una sola jornada en más de un mes de protestas que todavía continúan.

Cuatro encuestas recientes —incluida una publicada esta semana por Civis Analytics, una firma de ciencia de datos que trabaja con empresas y con las campañas demócratas— sugieren que en las últimas semanas entre 15 y 26 millones de personas en los Estados Unidos han participado en manifestaciones por la muerte de George Floyd y otras personas.

Estas cifras convertirían a las protestas recientes en el movimiento más grande en la historia del país, según entrevistas con académicos y expertos en el registro y conteo de multitudes.

“Nunca había visto informes propios de participación en protestas tan altos, para un tema específico, en un periodo tan corto”, dijo Neal Caren, profesor asociado de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, que estudia los movimientos sociales en Estados Unidos.

Aunque existe la posibilidad de que más personas hayan dicho que protestaron de las que realmente lo hicieron, incluso si solo la mitad dijo la verdad, las encuestas sugieren que más de siete millones de personas participaron en las recientes manifestaciones.

La Marcha de las Mujeres de 2017 tuvo una participación aproximada de tres a cinco millones de personas en un solo día, pero ese fue un evento muy organizado. En conjunto, las recientes protestas de Black Lives Matter, de naturaleza más orgánica, parecen haber superado con creces esos números, según las encuestas.

“Realmente, es difícil exagerar la escala de este movimiento”, dijo Deva Woodly, profesora asociada de Política en The New School.

Woodly afirma que las marchas por los derechos civiles que se realizaron durante la década de 1960 tuvieron una convocatoria considerablemente menor en cuanto al número de personas. “Si sumamos todas las protestas durante ese periodo, estamos hablando de cientos de miles de personas, pero no de millones”, dijo.

Incluso las protestas para derrocar al liderazgo del gobierno o por la independencia suelen tener éxito cuando involucran al 3,5 por ciento de la población en su apogeo, según una investigación sobre las protestas internacionales realizada por Erica Chenoweth, profesora de la Harvard Kennedy School que codirige el Crowd Counting Consortium, una organización que recopila datos sobre el tamaño de las multitudes que participan en las protestas políticas.

¿Por qué esto es diferente?

En todo Estados Unidos se han producido más de 4700 manifestaciones —lo que se puede representar con un promedio de 140 al día— desde que comenzaron las primeras protestas en Minneapolis el 26 de mayo, según un análisis de The New York Times. La participación ha variado de decenas a decenas de miles en aproximadamente 2500 pueblos pequeños y ciudades grandes.

“La difusión geográfica de la protesta es una característica realmente importante y ayuda a evidenciar la profundidad y la amplitud del apoyo de un movimiento”, dijo Kenneth Andrews, profesor de Sociología en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

Una de las razones por las que se han producido protestas en tantos lugares de los Estados Unidos es el respaldo de organizaciones como Black Lives Matter. Aunque esa organización no dirige necesariamente cada protesta, proporciona materiales, orientación y un marco de referencia para los nuevos activistas, dijo Woodly. Esos activistas están recurriendo a las redes sociales para compartir rápidamente los detalles de cada manifestación con una amplia audiencia.

Black Lives Matter existe desde 2013, pero se ha generado un gran cambio en la opinión pública sobre ese movimiento, así como un apoyo más amplio a las recientes protestas. El gran respaldo y las manifestaciones de apoyo público de organizaciones como la NFL y NASCAR con Black Lives Matter también puede haber alentado a los simpatizantes que generalmente se mantendrían al margen.

Las manifestaciones también pueden beneficiarse de un país que está más condicionado a las protestas. La postura de confrontación que el gobierno de Donald Trump ha adoptado sobre temas como el control de armas, el cambio climático y la inmigración ha ocasionado que se realicen más protestas durante su presidencia que bajo cualquier otro mandato desde la Guerra Fría.

Según una encuesta de The Washington Post y Kaiser Family Foundation, uno de cada cinco estadounidenses dijo que había participado en una protesta desde el comienzo de la administración Trump y el 19 por ciento admitió que eran sus primeras participaciones en las manifestaciones.

¿Quiénes están protestando?

Más del 40 por ciento de los condados en los Estados Unidos, al menos 1360, han experimentado una protesta. A diferencia de las manifestaciones pasadas de Black Lives Matter, casi el 95 por ciento de los condados que presenciaron una protesta recientemente son mayoritariamente blancos y en casi tres cuartas partes de los condados la población blanca supera el 75 por ciento.

“Sin cuestionar la realidad y la importancia del apoyo blanco generalizado al movimiento surgido a principios de la década de 1960, el número de personas blancas que participaron de manera sostenida en esa lucha fue comparativamente pequeño, y ciertamente nada como los porcentajes que hemos visto en las últimas semanas”, dijo Douglas McAdam, profesor emérito de la Universidad de Stanford que estudia los movimientos sociales.

Las protestas coinciden con otro momento decisivo: la pandemia más devastadora de la historia moderna del país.

“El hecho de estar en casa y no poder hacer tantas cosas podría amplificar algo que de por sí es algo crítico, algo que ya es un catalizador poderoso, y eso son los videos”, dijo Daniel Q. Gillion, profesor de la Universidad de Pensilvania que ha escrito varios libros sobre protestas y política.

“Si no te conmueve el video de George Floyd es porque no tienes nada dentro de ti”, dijo. “Y ese catalizador ahora puede amplificarse por el hecho de que las personas probablemente tengan más tiempo para participar en las actividades de protesta”.

Aparte del aumento en las manifestaciones durante el Juneteenth (el Día de la Libertad), el número de protestas ha disminuido considerablemente en las últimas dos semanas, según el Crowd Counting Consortium.

Pero resulta significativa la cantidad de cambios que las protestas han podido producir en un período tan corto. En Mineápolis, el ayuntamiento se comprometió a desmantelar su departamento de policía. En Nueva York, los legisladores derogaron una ley que mantuvo en secreto los registros disciplinarios de la policía. Ciudades y estados de todo el país aprobaron nuevas leyes que prohíben los enganches de sofocación. Los legisladores de Misisippi votaron para retirar su bandera estatal, que incluye un emblema de batalla confederado.

“Parece que, para todo el mundo, estas protestas están logrando lo que muy pocas cosas logran: iniciar un periodo de cambios políticos y sociales significativos, sostenidos y generalizados”, dijo McAdam. “Creo que estamos experimentando un punto de inflexión en el cambio social, que es tan raro como potencial en nuestra sociedad”.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2020 The New York Times Company