ONU advierte de que no hay señales de que la represión en Birmania remita

Ginebra, 11 may (EFE).- Cien días después del golpe de Estado del Ejército birmano, las autoridades militares no muestran señales de dejar de lado la brutal represión contra la población que pide el retorno de la democracia, alertó hoy el portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville.

Los asesinatos de civiles perpetrados por las fuerzas armadas del país son al menos 782, pero los militares no consiguen controlar el país, que sigue sumergido en protestas y sufre del aislamiento internacional.

A la muerte de manifestantes pacíficos se suma la detención arbitraria de 3.740 personas, dijo Colville, quien recalcó que se desconoce el paradero de cientos de ellas, por lo que podrían ser desapariciones forzosas.

De los detenidos, al menos 25 han sido sentenciados a la pena de muerte, según información que maneja la ONU.

La gran mayoría de los detenidos no han tenido derecho a un juicio y 86 de ellos fueron juzgados en secreto y su acceso a un abogado fue limitado o inexistente, precisó la Organización.

Además, los militares han emitido solo en el último mes más de 1.500 órdenes de detención contra activistas, sindicalistas, periodistas, académicos y personalidades, por lo que muchos de ellos se han visto obligados a esconderse y huir.

Para presionarles a entregarse, los militares están arrestando a sus familiares, lo que la Oficina de Derechos Humanos recordó que no solo es inaceptable, sino también ilegal.

"Claramente, la situación en Birmania ya está generando refugiados", aseguró Colville, que pidió a todos los países, y en especial a la vecina Tailandia -adonde ya han empezado a llegar birmanos que escapan de la persecución-, que reconozca a estas personas como solicitantes de asilo y no les fuerce a retornar a su país.

La ONU reiteró su llamamiento a la comunidad internacional para que actúe antes de que sea tarde y el conflicto escale a niveles parecidos a los de la guerra de Siria.

"Si no se para este círculo de violencia podríamos estar ante algo realmente horrible en Birmania", concluyó Colville.

(c) Agencia EFE