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Birmania interna en campos a 42 rohinyás que trataban de abandonar el país

Rangún (Birmania), 4 sep (EFE).- Las autoridades de Birmania (Myanmar) internaron en campos de desplazados internos en el estado de Arakán (oeste del país) a 42 miembros de la perseguida etnia rohinyá tras apresarlos cuando trataban de huir en un barco del país, confirmaron este viernes a Efe fuentes oficiales.

Los 42 rohinyás, entre los que había 29 mujeres y dos niños, fueron arrestados el pasado 27 de agosto junto a cinco traficantes de personas cuando su embarcación trataba de adentrarse en el mar, presumiblemente con rumbo a Malasia -destino habitual de los refugiados de esta minoría desde hace años-, según fuentes de la Policía de la región de Irrawaddy.

"Teníamos la información de que se estaban acercando (desde aguas del estado vecino de Arakán, donde vive la inmensa mayoría de los rohinyás), así que esperamos para atraparlos", señaló hoy a Efe en conversación telefónica un funcionario del gobierno regional Irrawady que desea mantenerse en el anonimato.

PRUEBA DE LA COVID-19

Tras la detención, se realizó a los rohinyás la prueba de la COVID-19 y uno de ellos dio positivo, por lo que fue transferido a un hospital de Rangún, la principal ciudad del país.

El resto fueron transferidos el pasado miércoles a Arakán (también conocido como Rakáin), donde fueron enviados a uno de los campos donde más de 120.000 rohinyás, minoría predominantemente musulmana, llevan confinados desde 2012, cuando estallaron sucesivas oleadas de violencia sectaria entre ellos y la comunidad rakáin, etnia budista mayoritaria en Arakan.

La práctica totalidad de los rohinyás son apátridas a los que el Gobierno birmano arrebató la ciudadanía a principios de los años noventa y ha sometido durante decenios a un régimen de discriminación por considerarlos inmigrantes ilegales procedentes de la vecina Bangladés, a pesar de que llevan generaciones viviendo en el estado de Arakan.

ACUSACIÓN DE GENOCIDIO

En agosto de 2017, el Ejército birmano lanzó una campaña militar contra la población rohinyá en el norte de Arakán, por la que el Gobierno birmano se enfrenta a una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

El brutal operativo militar motivó el éxodo de más de 725.000 refugiados a la vecina Bangladesh, donde continúan hacinados, junto a otros rohinyás que huyeron en anteriores oleadas de violencia, en el mayor complejo de campos de refugiados del mundo, mientras que unos 400.000 permanecen en Arakán, confinados en sus pueblos o en campos de desplazados.

En los últimos meses, se han detectado varios barcos con rohinyás a bordo que tratan de huir a Malasia, lo que ha traído ecos de una crisis acaecida en 2015, cuando varios barcos con al menos 10.000 rohinyás y emigrantes bangladesíes vagaron en el Golfo de Bengala durante semanas hasta que los gobiernos de Malasia y Tailandia decidieron permitirles desembarcar.

Hasta entonces, y según cifras de la ONU, entre 2012 y mayo de 2015, unos 170.000 rohinyás procedentes de Arakán se pusieron en manos de redes de tráfico de personas para huir a Malasia o Tailandia, pero las autoridades de esos países lograron a mediados de 2015 desmantelar dichas redes, por lo que el uso de esas rutas se vio reducido al mínimo.

(c) Agencia EFE