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Bienvenidos a Muscatine: la ciudad de Iowa que ama a China pese a la guerra comercial

Muscatine (Iowa, EE.UU.), 1 feb (EFE).- Bienvenidos a Muscatine, una de las ciudades de Iowa que celebran "caucus" el lunes y que adora la cultura china, aunque en los dos últimos años ha sufrido los estragos de la guerra comercial en sus bolsillos, perjudicados especialmente por los gravámenes a la soja.

Sarah Lande, una anciana de brillante pelo blanco, hace de anfitriona de la localidad y recibe a Efe en el lujoso Merrill Hotel, inaugurado en 2018 gracias a la inversión de empresarios chinos.

"¿Dónde está mi pintalabios?", se pregunta Lande con una sonrisa. "Debo haberlo dejado en algún sitio. Ayer tuvimos una gran fiesta, una gran celebración por el Año Nuevo Chino. Vino una orquesta de Shanghái e hicieron una danza con un león, estaba hecho de papel y con unos colores preciosos".

La vida de Lande es el mejor testimonio de la relación especial que une Muscatine con China: esta mujer ha visitado el país asiático en un sinfín de ocasiones, incluso acudió al desfile por el 70 aniversario de la fundación de la República Popular, y ha recibido dos veces en su ciudad al presidente chino, Xi Jinping.

La primera vez que Xi viajó a Muscatine fue en 1985. Entonces, era una figura de creciente importancia dentro del Partido Comunista, que quería aprender técnicas de agricultura modernas para "alimentar" su país, pero Lande no tenía ni idea de que un día llegaría a gobernar China.

"Pensamos que era un tipo que estaba simplemente feliz de estar aquí, creíamos que era incluso un poco tonto en algunas ocasiones, tan ansioso por aprender, por ver EE.UU.", recuerda gesticulando sin parar, poseída por una gran emoción.

Los vecinos de Muscatine acogieron con mucha alegría a Xi y a las cuatro personas que le acompañaban: les alojaron en habitaciones que tenían libres en sus casas, les llevaron a navegar por el río Misisipi y cocinaron para ellos.

Xi regresó a Muscatine en 2012, cuando era vicepresidente de China, y entonces se refirió a los vecinos de Muscatine como "sus viejos amigos", presume Lande.

No obstante, la guerra comercial entre Pekín y Washington ha abierto fracturas en lo que parecía una sólida amistad: en julio de 2018, Donald Trump anunció aranceles sobre importaciones chinas y Xi respondió apuntando directamente al alma de Iowa con aranceles a la soja, una de sus principales fuentes de ingresos.

"Esa disputa me ha roto el corazón", lamenta Lande, pero enseguida se recompone y con un brillo en los ojos afirma tajante: "La gente es fuerte (...) Si la gente se lleva bien, los Gobiernos les seguirán".

Sin embargo, a las afueras de Muscatine, sí se nota el impacto de la guerra comercial. Durante meses, los agricultores han visto cómo el precio de la soja caía en picado y les preocupa haber perdido el lugar privilegiado que tenían en el mercado chino, que adquiría un tercio de la soja de Iowa.

"Ahora mismo mi granja no es rentable, estoy perdiendo dinero", explica a Efe Robb Ewoldt, un hombre grande que anda en la nieve sin abrigo porque dice tener "aislamiento natural".

Ewoldt sonríe y hace bromas, pero reconoce con cierta amargura que ahora él y su familia están en "modo de supervivencia". Él ha empezado a conducir un camión por las noches en el que transporta hielo seco a varias ciudades del medio oeste de EE.UU., como Chicago, Milwaukee y Kansas City.

"Tomamos la decisión en el otoño de 2018. Dijimos, bueno, lo mejor que podemos hacer es buscar una forma de pagar los recibos", rememora.

"La mayoría de las veces conduzco por la noche, intento quedarme por el medio oeste, pero son días muy largos. Conducir, cargar y descargar la mercancía, en total son 14 o 15 horas. Y ha tenido un impacto en mi familia, pero mis hijos entienden que es lo que tenemos que hacer. La agricultura ahora mismo no es rentable", dice resignado, sentado en un garaje al lado de su camión.

Ewoldt votó por Trump en 2016, pero se siente "decepcionado" con él. "Es muy difícil votar a un presidente o reelegir a un presidente que ha hecho las cosas más difíciles para mi familia".

Por eso, aunque todavía no ha tomado una decisión, está mirando con atención las primarias del Partido Demócrata, que comenzarán este lunes en Iowa.

Ewoldt cree que la senadora Amy Klobuchar podría ser una buena candidata a la Presidencia porque, al ser de Minesota, otro estado del medio oeste de EE.UU., tal vez sea capaz de entender mejor la angustia que ahora siente.

Beatriz Pascual Macías

(c) Agencia EFE