Bienvenidos a bordo: la desopilante imitación de Hernán Drago al ritmo de Violeta

Lo que comenzó como una de las tantas ocurrencias de Bienvenidos a bordo para pasar el rato, se transformó con el correr del tiempo en uno de los momentos más esperados del programa. Y por consiguiente, en el que es necesario reinventarse una y otra vez.

Un tema musical elegido por el famoso (que representa a una persona del público en pos de un premio), y la necesidad de bailar "con onda" o de la manera más payasesca, lo que salga. Desde varios meses que Hernán Drago elige apelar al sentido del humor para superar un trance dominado por su poca gracia para la danza, a la que en las últimas semanas se sumó un esguince que le aporta aún más rigidez.

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Esta vez, mientras Sofía Macaggi se desplazaba a puro talento, Drago desapareció de la vista de la cámara para reaparecer con una peluca de rulos, anteojos y bigote negro, al ritmo del tema "Violeta". De un momento para otro se había convertido en el cuartetero Alcides.

"Con razón pidió tiempo, tardó por el bigote y se lo puso al revés. No creo que le dure todo el tiempo pegado, eso se va a ir soltando por la misma transpiración" le buscó roña Guido Kaczka, y siguió: "con rulos no dice nada, a mí me quedan bárbaros pero a él.". Ni siquiera le valoró que durante el estribillo, el modelo hiciera el gesto de "salta Violeta" de Carlitos Scazziotta, que no tenía nada que ver, pero bueno.

El taxista encargado de decidir quién había sido el mejor rogó premio doble, y así Drago entró junto a Macaggi, aunque no se salvó de la lapidaria devolución de su amigo y conductor: "Ahora, qué bárbaro. Era el mejor año de él y en un mes se le vino todo abajo".