Si Biden llega al poder, Bolsonaro mantendría el rumbo aislacionista

RÍO DE JANEIRO.- En un breve mensaje en las redes sociales, Juan González, asesor para América Latina del candidato presidencial demócrata Joe Biden, explicó su posición sobre el Brasil de Jair Bolsonaro: "Cualquiera que piense que puede desarrollar una relación ambiciosa con Estados Unidos ignorando la importancia de temas como cambio climático, democracia y derechos humanos claramente no viene escuchando a Biden en su campaña".

En el gobierno brasileño lo tienen bien claro y por eso evitan comentar escenarios sobre el futuro de las relaciones bilaterales, salvo que sea para decir, como ya lo hizo el canciller Ernesto Araújo, que no tiene por qué cambiar nada. Pensar cómo sería un eventual vínculo entre Bolsonaro y Biden, aseguran fuentes de la diplomacia brasileña, sería "especular".

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Pero obviamente esa posibilidad está muy presente y nadie descarta absolutamente nada. En un reciente discurso público, Araújo se refirió a Brasil como un "paria". El canciller aseguró que en la última Asamblea General de la ONU solamente Bolsonaro y Donald Trump hablaron sobre la libertad. "Brasil habla sobre la libertad a través del mundo, si eso nos hace un paria internacional, entonces seamos un paria", dijo el canciller.

Si con Trump el Brasil de Bolsonaro ya se ve marginado, sin Trump su situación se complicaría bastante. Al escuchar el discurso del canciller, Monica Herz, investigadora del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Río de Janeiro (IRI-PUC), percibió casi como una decisión del gobierno sumergirse en el aislacionismo. "El discurso de Araújo fue una respuesta a la posibilidad de una victoria de Biden. Se reafirmó el conservadurismo autoritario y se asimiló que no existe otra salida que profundizar el camino actual", comentó Herz.

Para la especialista, un cambio de gobierno en Estados Unidos podría no afectar la cooperación militar, pero tendrá gran impacto político y este impacto podría contaminar el vínculo económico. "Las elites brasileñas deben entender que el costo Bolsonaro puede aumentar mucho. Biden tendría, por ejemplo, una propuesta ambiental fuerte que es completamente contraria a lo que hace Bolsonaro. Llegaría al poder con una alianza de demócratas muy amplia y los más progresistas tendrían enormes dificultades de relacionamiento con Brasilia", amplió Herz.

En Brasil, medio en broma, medio en serio, muchos ya afirman que sin Trump en la Casa Blanca a Bolsonaro le quedarían como aliados Israel, Hungría y Polonia. Otros piensan en un acercamiento a Rusia. Pero las opciones se agotan, considerando que el presidente se relaciona poco con sus vecinos y que acaba de lanzar una pelea con China por la vacuna contra el coronavirus. Con la Unión Europea (UE) el vínculo es tenso por la política ambiental de Bolsonaro y los incendios en la Amazonia.

Aislado

Para Giorgio Romano Schutte, miembro del Observatorio de Política Externa e Inserción Internacional y profesor de Relaciones Internacionales y Economía de la Universidad Federal del ABC, si Trump no llegara a lograr la reelección, "el negacionismo de Bolsonaro perdería un gran aliado". Biden buscaría reinstalar a Estados Unidos en el sistema multilateral volviendo al Acuerdo de París sobre cambio climático. Con los países de la UE, un hipotético gobierno de Biden, sostuvo Schutte, "asumiría un protagonismo muy fuerte y eso llevaría a más presiones sobre Brasil. El país quedaría más aislado y mucho más presionado".

Si Trump dejara la presidencia cambiarían muchas cosas para Brasil. Desde que asumió el poder, en enero de 2019, Bolsonaro eligió al presidente americano como su principal referencia mundial. Una referencia idolatrada por su base más dura de seguidores, hoy estimada por analistas brasileños en alrededor del 30%. Las encuestas más recientes muestran un nivel de aprobación del presidente cercano al 50%. Si Bolsonaro perdiera elementos centrales de su relato, como lo es Trump, podría, a futuro, ver afectada su popularidad.

Con Biden cambiaría la sensación térmica entre los dos gobiernos, aunque no necesariamente las dimensiones más profundas de la relación bilateral. Acuerdos económicos, por ejemplo, podrían no ser afectados, ya que en su gran mayoría favorecen ampliamente a Estados Unidos. Lo que se modificaría seguro, insisten los analistas, son elementos simbólicos de la plataforma política e ideológica del gobierno de Bolsonaro. Su canciller, según Schutte, quedaría "desmoralizado".

Fiel a su estilo poco protocolar, Bolsonaro nunca ocultó su respaldo a la reelección de Trump, como tampoco lo hizo en las elecciones argentinas de 2019, cuando apoyó enfáticamente y en territorio argentino la fallida reelección de Mauricio Macri. Una actitud absolutamente atípica para un jefe del Estado brasileño. En el caso de la relación con Estados Unidos, analistas como Claudio Puty, profesor de la University of International Business and Economics, de Pekín, y de la Facultad de Economía de la Universidad Federal de Pará, en Brasil, asegura que el aislamiento al que quedaría relegado Bolsonaro si Trump no fuese reelegido sería esencialmente político. "Esto podría, finalmente, tener algún impacto en la elección presidencial brasileña, en 2022", opinó Puty.

Solamente teniendo como aliado a un gobierno como el de Trump, el presidente de Brasil podría haber pensado en enviar a su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, como embajador a Washington. La idea no prosperó, frente a la avalancha de críticas internas, pero dejó en claro en que nivel se manejan las relaciones con Estados Unidos desde que Bolsonaro llegó al poder. La conexión entre los dos presidentes es personal, de enorme identificación y fanatismo por parte del brasileño.

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La conexión entre los dos presidentes es personal, de enorme identificación y fanatismo por parte del brasileño. Brasil hizo enormes concesiones comerciales a Estados Unidos, adoptó un negacionismo aún más profundo en la pandemia y se embarcó en ofensivas que no dieron buenos resultados, por ejemplo, en la Venezuela de Nicolás Maduro. No son pocos los que cuestionan la falta de resultados positivos como fruto de ese alineamiento automático. El país se alejó del sistema multilateral y de sus vecinos, y se puso al servicio de un presidente que, ahora, corre el riesgo de perder el poder.

Para el economista, "seguramente existen más cosas de esta relación que no conocemos, otros tipos de asesoramiento de los EE.UU. a Brasil. Bolsonaro perderá el acceso a instrumentos que no conocemos, instrumentos de manipulación política". En contrapartida, dijo Puty, "una eventual elección de Biden fortalecería sectores liberales, que tienen mayor relación con el Partido Demócrata. Las teorías de la conspiración van a perder fuerza y se van a fortalecer las instituciones democráticas".

Entre los partidos de oposición la expectativa es enorme. La eventual derrota de Trump es vista casi como una salvación, una luz al final del túnel. Una esperanza para las elecciones presidenciales de 2022, en momentos en que muchos admiten que si la votación fuera hoy, Bolsonaro sería reelegido sin grandes dificultades.