Biden quiere hablar con Menéndez sobre Cuba. ¿Se avecinan cambios políticos?

Un breve intercambio tras el discurso sobre el Estado de la Unión pronunciado por el presidente Joe Biden el martes por la noche ha despertado el interés sobre lo que la Casa Blanca podría estar considerando hacer en relación con sus políticas hacia Cuba.

La conversación entre Biden y el senador Bob Menéndez, el demócrata de Nueva Jersey y cubanoamericano que preside la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, se produjo después de que el presidente terminara su discurso y saludara a los legisladores, y fue captada por las cámaras.

“Bob, tengo que hablar contigo sobre Cuba”, dijo Biden sonriendo. “De acuerdo”, respondió Menéndez. “Hablo en serio”, añadió Biden, antes de pasar a saludar a otros miembros del Congreso reunidos a su alrededor.

La Casa Blanca y la oficina de Menéndez no hicieron comentarios inmediatos sobre el intercambio. Pero las declaraciones de Biden han aumentado las especulaciones sobre futuros cambios en la política hacia el país comunista.

Los dos países han sido muy públicos en sus demandas. La prioridad del gobierno cubano es la eliminación de Cuba de la lista del Departamento de Estado de países que patrocinan el terrorismo. El presidente Donald Trump añadió a Cuba a la lista en una de sus últimas acciones antes de dejar el cargo en enero de 2021, citando el apoyo de Cuba a la guerrilla colombiana ELN y su ofrecimiento de refugio a fugitivos de la justicia estadounidense, a quienes las autoridades de la isla tratan como refugiados políticos.

Pero Cuba tiene un nuevo aliado en el presidente izquierdista de Colombia, Gustavo Petro, ex guerrillero él mismo, que pidió la retirada de la isla de la lista durante su primera reunión con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el pasado octubre.

Tras levantar algunas restricciones a las remesas y los viajes en 2021 para cumplir una promesa electoral, los funcionarios de Biden no llegaron a revertir la mayoría de las medidas impuestas por la administración anterior, citando la represión del gobierno cubano contra manifestantes pacíficos en julio de ese año.

La semana pasada, el jefe de la embajada estadounidense en La Habana reiteró ese punto en una entrevista con el Miami Herald.

“Ciertamente hemos comunicado al gobierno cubano que este es el obstáculo más serio para cualquier mejora en las relaciones”, dijo el encargado de negocios Benjamin Ziff durante una visita a Miami. “Dejamos claro que el contexto de los derechos humanos en la isla es un obstáculo enorme, el obstáculo más grande para poder tener cualquier tipo de movimiento en la relación con Estados Unidos”.

Cuba atraviesa su peor crisis económica desde el colapso de la Unión Soviética, y funcionarios de la administración han expresado su preocupación por la situación humanitaria en la isla.

El éxodo masivo de cubanos en 2022, cuando más de 300,000 llegaron a Estados Unidos, llevó a la administración a retomar las conversaciones migratorias con el gobierno cubano, reabrir los servicios consulares en la embajada en La Habana y reiniciar un programa de reunificación familiar. El mes pasado, Biden amplió un programa especial de libertad condicional destinado inicialmente a los venezolanos para permitir también a cubanos, haitianos y nicaragüenses venir y trabajar legalmente en Estados Unidos durante dos años.

Pero algunos cubanoamericanos han instado a la administración a hacer más para ayudar al pueblo cubano y a un incipiente sector privado que lucha por crecer independientemente del estado.

La Casa Blanca lleva tiempo estudiando una lista de medidas para ayudar a los emprendedores cubanos que han sido debatidas y examinadas por varias dependencias gubernamentales, según fuentes conocedoras de las deliberaciones que no estaban autorizadas a hablar de ellas públicamente.

Aparte del levantamiento de las sanciones, hay una serie de medidas políticas que el presidente pudiera considerar, entre ellas permitir a los empresarios privados cubanos tener cuentas bancarias en Estados Unidos y usar tarjetas de crédito estadounidenses, dijo Joe García, ex congresista de Miami que ha viajado con frecuencia a la isla para relacionarse con el sector privado y el gobierno cubano.

“Eso no ayuda al gobierno cubano, pero sí ayuda a Cuba, a la nación”, dijo. “Una cosa es el gobierno y otra el pueblo. Y en este momento, hay actores independientes en la economía cubana; son pequeños, pero si realmente queremos hacer cambios, es con esta gente con la que tenemos que comprometernos”.

Para García, que Biden quiera discutir las políticas hacia Cuba con Menéndez va más allá de lo obvio, dada su influyente posición como voz principal en el Congreso en cuestiones de política exterior.

“Es bueno”, dijo García. “Los cubanoamericanos somos parte de lo que ocurra”.

Menéndez fue uno de los más firmes opositores a la breve distensión del presidente Barack Obama con Cuba. Como cubanoamericano, ha dicho muchas veces que Cuba es una cuestión personal para él, que ya le ha enfrentado a un presidente de su propio partido. Algunos cubanoamericanos que se oponen al levantamiento de las sanciones a Cuba creen que estará dispuesto a enfrentarse de nuevo a una administración demócrata.

“Confiamos en la integridad del senador Menéndez en cuanto a su compromiso con la libertad de Cuba”, dijo Marcell Felipe, un abogado cubanoamericano que organizó un acto de recaudación de fondos para el senador en Miami en diciembre. “Cualquier conversación sobre Cuba en la Casa Blanca de Biden requiere el liderazgo del senador. Sabemos lo que le costó oponerse a las políticas de Obama, y no dudamos de que volvería a hacerlo si fuera necesario”.

Varias organizaciones del exilio agrupadas en la coalición Asamblea de la Resistencia han advertido al gobierno de Biden contra la eliminación de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo y el levantamiento de las sanciones financieras contra el gobierno en el momento en que hay unos 1,000 presos políticos en la isla.

Pero activistas a favor del sector privado en Cuba insisten en que el presidente debería hacer más.

“El presidente Biden ha consultado con el senador Menéndez a cada paso antes de avanzar con cambios de sentido común en la política hacia Cuba, como la reapertura de los viajes, las remesas y los servicios consulares”, dijo Ric Herrero, director ejecutivo del Cuba Study Group. “Como mínimo, esperamos que este intercambio indique que su administración está dispuesta a cumplir su compromiso de ampliar el acceso a la financiación y a otros servicios basados en Estados Unidos para los emprendedores privados cubanos, como anunció en mayo del año pasado y sobre lo que aún no ha actuado”.