Biden escoge a Ketanji Brown Jackson, de Miami, para histórica nominación a la Corte Suprema

El presidente Joe Biden nominará a la jueza federal de apelaciones Ketanji Brown Jackson a la Corte Suprema federal, una selección histórica que convertirá a la graduada de la secundaria Miami Palmetto en la primera afroamericana en el más alto tribunal del país si es confirmada por el Senado.

“La jueza Jackson es una de las mentes jurídicas más brillantes del país”, dijo un comunicado de la Casa Blanca al anunciar la decisión de Biden. “La jueza Jackson es una candidata excepcionalmente calificada, así como una candidata histórica, y el Senado debería avanzar con una audiencia y confirmación justa y oportuna”.

Nacida en Washington DC, Brown Jackson, de 51 años, pasó la mayor parte de su juventud en el sur de la Florida, donde su padre era abogado de la Junta Escolar de Miami-Dade y su madre directora de una escuela secundaria.

Graduada en 1988 de la secundaria Miami Palmetto, Brown Jackson se destacó en el equipo de debate de la escuela, una experiencia a la cual atribuye su preparación para su carrera jurídica.

Tras licenciarse en Derecho en la Universidad de Harvard, Brown Jackson trabajó al principio de su carrera como asistente jurídica del juez de la Corte Suprema Stephen Breyer, el juez que se jubila y al que remplazaría de ser confirmada por el Senado.

“Incluso hoy me siento tan afortunada de haber tenido la oportunidad de trabajar dentro de una institución que tiene un impacto tan significativo en la vida de los estadounidenses y que pocas personas llegan a ver, y mucho menos a formar parte de ella”, dijo Brown Jackson sobre su periodo de trabajo para Breyer durante una conferencia en 2017 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgia.

La nominación de Brown Jackson permite a Biden cumplir una promesa de campaña de nombrar a la primera mujer afroamericana al más alto tribunal del país.

“Estados Unidos necesita urgentemente una jueza afroamericana de la Corte Suprema que trabaje incansablemente para apoyar los sistemas de justicia e igualdad para todas las personas, y creo que Ketanji Brown Jackson hará precisamente eso”, dijo a principios de este mes la representante Frederica Wilson, demócrata del sur de la Florida y miembro del Grupo Afroamericano del Congreso, en apoyo de la nominación de la jueza.

“Ketanji es un producto delas escuelas públicas de Miami-Dade, y estoy orgullosa de haber sido partidaria y amiga tanto de ella como de su familia desde hace décadas”.

De ser confirmada, Brown Jackson se unirá a las juezas Sonia Sotomayor y Elena Kagan como miembro del bloque liberal de la corte, que ha visto disminuir su poder tras la nominación del entonces presidente Donald Trump de la jueza conservadora Amy Coney Barrett tras la muerte de la icono liberal Ruth Bader Ginsburg en 2020.

Brown Jackson pudiera tener un atractivo bipartidista

Brown Jackson surgió rápidamente como la favorita para remplazar a su antiguo jefe porque había recibido apoyo bipartidista para su confirmación el año pasado en el prestigioso Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del DC, ampliamente considerado el segundo tribunal más poderoso del país porque maneja muchos casos relacionados con el gobierno federal.

Todos los demócratas del Senado y tres republicanos —la senadora de Maine Susan Collins, la senadora de Alaska Lisa Murkowski y el senador de Carolina del Sur Lindsey Graham– apoyaron la confirmación de la jueza para el Circuito de D.C., una plataforma tradicional de lanzamiento hacia la Corte Suprema.

Una ‘cantidad conocida’. La familiaridad del Senado con Brown Jackson podría aumentar sus posibilidades de llegar a la Corte Suprema

Tres de los actuales miembros de la corte –el presidente de la Corte Suprema, John Roberts; el juez Clarence Thomas y el juez Brett Kavanaugh— también pasaron por el Circuito del DC antes de llegar a la Corte Suprema. Ginsburg también prestó servicio en el Circuito del DC.antes de su nombramiento a la Corte Suprema en 1993.

El senador Ted Cruz, republicano de Texas y miembro de la Comisión Judicial del Senado que se opuso a la confirmación de Brown Jackson para el DC, reconoció el mes pasado que sería probable que ganara la confirmación para el más alto tribunal si fuera nominada con base en los votos de confirmación anteriores.

“Es difícil encontrar algo tangible en su historial que objetar, y la última vez consiguió el voto de tres republicanos”, dijo Cruz en un episodio de su podcast grabado tras el anuncio de la jubilación de Breyer.

Aun así, es probable que el proceso de confirmación sea más agotador que las confirmaciones anteriores de la jueza, después de las famosas y polémicas peleas de confirmación bajo el entonces presidente Donald Trump.

Brown Jackson prestó servicio por un tiempo relativamente corto en el Circuito del DC. Fue confirmada en junio del año pasado y fue autora de su primera opinión de apelación a principios de este mes, poniéndose del lado de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno en una demanda contra una norma de la era de Trump que buscaba limitar los derechos de negociación colectiva de los trabajadores federales.

También formó parte de un panel de tres jueces que falló en diciembre que el Congreso tenía derecho a ver los registros de la Casa Blanca relacionados con el ataque al Capitolio el 6 de enero, rechazando un argumento de los abogados de Trump de que él conservaba el poder de sellar los registros después de dejar el cargo.

Una carrera jurídica diversa

Antes de su nombramiento para el DC, Brown Jackson prestó servicio en el Tribunal Federal del Distrito Distrito de Columbia de 2013 a 2021, después de ser nominada por el ex entonces Barack Obama y confirmada por una votación a viva de voz del Senado, una señal de apoyo bipartidista.

“Creo que me gustaría ser recordada como una jueza que fue cuidadosa y minuciosa en sus opiniones”, dijo Brown Jackson en un acto celebrado en 2019 por la Sociedad Histórica del Circuito del Distrito de Columbia.

Durante su período en el tribunal inferior, Brown Jackson falló en contra de la administración de Trump en varios casos importantes, como en 2019 cuando ordenó al abogado de la Casa Blanca Don McGahn que cumpliera una citación de la Comisión Judicial de la Cámara en un fallo que decía: “Los presidentes no son reyes.” El tribunal de apelaciones confirmó parte de su fallo y McGahn finalmente accedió a prestar testimonio a puerta cerrada el año pasado.

El nombre de Brown Jackson había sonado como posible aspirante a la corte hace seis años, cuando el juez conservador Antonin Scalia falleció durante el último año de la administración de Obama. La vacante fue finalmente cubierta por el juez conservador Neil Gorsuch, seleccionado por Trump, después que los republicanos se negaran a celebrar audiencias de confirmación del candidato de Obama, Merrick Garland.

Durante su conferencia de 2017 en la Universidad de Georgia, Brown Jackson contó una anécdota sobre cómo su hija menor, Leila, que entonces tenía 11 años, decidió escribir una carta a Obama en nombre de su madre durante este periodo.

“Ha sido muy duro tratar de equilibrar el trabajo y la maternidad. Y, como tantas otras personas, a menudo siento que estoy fracasando en ambos ámbitos. Pero en ese breve y brillante momento en que leí la carta de Leila, tuve una visión de mi vida profesional y personal combinadas y lo que vi me hizo sentir que mi esposo y yo estamos bien encaminados para lograr el éxito en ambos mundos”, dijo Brown Jackson, que tiene dos hijas con su marido Patrick Graves Jackson, un cirujano gastrointestinal que conoció cuando ambos eran estudiantes en Harvard.

La permanencia de Brown Jackson en la judicatura federal siguió a una carrera jurídica que abarcó una serie de empleos diversos, incluyendo un período como defensora pública federal, un tiempo en bufetes de abogados internacionales y cuatro años como vicepresidenta de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos, una agencia bipartidista que trabaja para reducir las disparidades en las sentencias penales.

“Sin duda, será capaz de mantenerse en cualquier debate jurídico y constitucional con sus colegas jueces”, dijo Ken Feinberg, un destacado abogado de Washington que fue empleador de Brown Jackson de 2002 a 2003.

Su experiencia como ex defensora pública será única en el tribunal. Solo el 7% de los jueces federales en activo han trabajado como defensores públicos, según un informe de 2022 del Courthouse News Service que cita datos del Federal Judicial Center. Actualmente, la corte cuenta con un ex fiscal federal en el juez Samuel Alito y con ex abogados del Departamento de Justicia en Roberts y Gorsuch.

“Nombrar a un ex defensor no igualará la balanza, pero al menos alguien que ha experimentado lo que es defender un caso contra el abrumador poder del gobierno federal tendrá un lugar para ser escuchada”, dijo al Herald David O. Markus, un abogado de Miami y ex defensor público federal, sobre la diversidad profesional que Brown Jackson aportaría al tribunal.

Los reporteros de McClatchy Alex Roarty y Francesca Chambers contribuyeron a este artículo.