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Una bendición a la distancia: desde el Vaticano, el papa Francisco inauguró la sede del CBC de la UBA en la villa 31

En la sede de Scholas, los alumnos y vecinos escuchan al papa Francisco
En la sede de Scholas, los alumnos y vecinos escuchan al papa Francisco - Créditos: @DIEGO SPIVACOW / AFV

Fue una bendición a la distancia y con la promesa de visitar el país el año próximo. Eso dejó la participación del papa Francisco esta mañana, en la inauguración oficial de la sede del Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el barrio 31, de la que participaron unos 50 estudiantes y unos 100 vecinos, que siguieron en directo la transmisión desde el Vaticano por la celebración de los diez años del lanzamiento global de Scholas Occurrentes. Esta fundación nació en el país en 2001, en este barrio, como respuesta educativa a la crisis social y económica, y que, en 2013, José María del Corral y Enrique Palmeyro impulsaron a nivel mundial con el apoyo de Francisco.

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El acto se hizo en el centro que la organización tiene en el barrio 31, donde desde hace cuatro cuatrimestres comenzó a funcionar esta sede pionera de la UBA, que busca acercar el estudio de grado a todos los vecinos. Por eso, el vicerrector de esa institución. Emiliano Yacobitti, y el director del CBC, Felipe Vega Terra, participaron de la ceremonia en el Vaticano. Además, allí estuvieron los impulsores de Scholas y 50 alcaldes de ciudades de América Latina.

Los estudiantes locales y otros jóvenes de cinco países que se sumaron a la transmisión tuvieron la oportunidad de llevar sus preguntas al Papa. Las mellizas Mabel y Elizabeth Penayo, de 27 años, que están cursando el CBC en la sede del barrio 31, para las carreras de Trabajo Social y Psicología, respectivamente, fueron las encargadas de hacerle la primera pregunta: “¿Cómo es posible que Scholas, que nació como respuesta a una problemática local, pueda dar respuesta a la problemática mundial?”. El Papa contestó: “Es cuestión de puntería. Estas dos sabandijas [por Del Corral y Palmeyro] se dieron cuenta cuál era el problema y se metieron a dar una respuesta. Acompañaron el problema para que se resolviera solo. No tienen recetas. Del mismo problema sacaron las energías. Son gratuitos de corazón. Y la gratuidad es la rúbrica de cualquier proyecto bueno”.

Para festejar los 10 años de Scholas, prepararon un locro
Para festejar los 10 años de Scholas, prepararon un locro - Créditos: @DIEGO SPIVACOW / AFV

Enseguida, el conductor del acto le preguntó: “¿Tiene planes de visitar la Argentina el año que viene?”. “La idea dice el año que viene. Vamos a ver si se puede”, remató. Sin embargo, la respuesta apenas se escuchó dentro del predio por un problema de la transmisión. Y fue un poco más tarde, cuando la noticia empezó a colarse por lo celulares, que los presentes empezaron a comentar sobre la posible visita de Francisco.

“¿Les puede mandar una bendición, a quienes participan de la sede de la Universidad de Buenos Aires que se inaugura hoy?”, le dijo el conductor del evento en el Vaticano. “Si, mi bendición de corazón. Adelante. Y estén atentos que nos se les metan piratas en la villa”, dijo Francisco, y el auditorio local agradeció con un aplauso sostenido.

Esta sede comenzó a funcionar hace dos años, pero todavía tenía pendiente su inauguración, por eso se hizo hoy, con el festejo de los 10 años de Scholas.

Acercamiento

Mabel y Elizabeth Penayo viven a cinco cuadras del centro de Scholas. Llegaron a la Argentina desde Paraguay hace 11 años. A pesar de que casi habían terminado la secundaria en su país, cuando lograron tener el DNI argentino, revalidaron los dos niveles para poder acceder a la universidad. Un camino que les llevó varios años. Una vez terminado ese cursado, se dieron cuenta que, por los horarios, se les complicaba estudiar en la universidad. Las dos tienen hijos y trabajan en limpieza. Cuando se enteraron que podían cursar el CBC en la sede de Scholas, no dudaron en inscribirse.

Los profesores son muy buena onda. Te ayudan, te explican. Además, estamos muy cerca y es una gran oportunidad”, dice Elizabeth, que quiere seguir Psicología y es mamá de Joan, de 7 años. Mabel quiere cursar Trabajo Social y tiene dos hijas, Aldana, de 5 años y Ashlley, de 3.

La sede de Scholas en el barrio 31
La sede de Scholas en el barrio 31 - Créditos: @DIEGO SPIVACOW / AFV

“El crecimiento que tuvimos en estos cuatrimestres es asombroso. Muchos chicos y chicas, incluso gente más grande, se acercan para estudiar. Y esta no solo es una versión más cercana de la universidad, porque está próxima. También porque los docentes los conocen por su nombre. Desde Scholas los ayudamos con las trabas que puedan existir para que no abandonen, como conseguir fotocopias, o permitirles hacer impresiones, y ayudarlos con clases de apoyo”, explica Pablo Kuczynski, coordinador de la sede, que desde que empezó a operar, pasó de 50 alumnos a tener más de 435 inscriptos.

El evento de la inauguración resultó convocante. No solo para los estudiantes universitarios, también para los adolescentes que a diario encuentran en la sede de Scholas un lugar para ellos, como talleres o la cancha de fútbol. Por eso, Kuczynski y quienes trabajan en el centro decidieron preparar un gran locro para 100 personas. “Fue la primera vez que hago un locro para tanta gente”, cuenta. La clave fue la receta que le pasó su madre.

Esfuerzo

Lejos de los Tedeum que lo caracterizaron como arzobispo, Francisco disfrutó esta vez del formato pregunta respuesta con los más jóvenes. Incluso cuando le preguntaron por la educación sexual integral (ESI). “Es muy penoso que haya tantos chicos que no accedan a la educación y a completar el ciclo. Lo mismo que no reciban educación sexual. ¿Cuántas veces por falta de educación se cae en la comercialización del amor? El amor no es para eso. Los chicos no son para ser usados ni comercializados. Que tengan educación es un deber de todos como sociedad. La pornografía es la comercialización más burda del amor”, dijo.

Marisa Cruz tiene 30 años y está cursando en la sede de Scholas las materias de Matemática y Sociedad y Estado. “En el primer parcial me saqué un ocho y me sentí tan contenta. Hoy me levanté a las 5, pese al feriado, para poder estudiar, porque tengo que hacerlo cuando mis hijos duermen”, cuenta. Ella es técnica en laboratorio, trabaja en un instituto nacional y vive en el barrio 31. Tiene dos hijos, Zoe, de seis años y Santino, de ocho. “Curso de 16 a 21, los martes y viernes. Mi mamá y mi pareja se organizan para quedarse con mis hijos. Después, vuelvo y cenamos y los acuesto. Apenas se duermen, entre las 23 y las 2 me pongo a estudiar. Es sacrificado, pero tener la universidad tan cerca ayuda mucho”, afirma. Cruz está entre elegir las carreras de Medicina, Biología o Trabajo Social. “Miro a los docentes y los admiro mucho. Quiero ser como ellos”, dice.

Scholas Occurrentes empezó a tomar forma de la mano del entonces arzobispo Jorge Bergoglio hace unos 10 años, y se extendió por los cinco continentes cuando asumió como Papa en 2013. La organización plantea como sus principales objetivos impulsar la vinculación entre escuelas de todo el mundo, compartir proyectos, establecer alianzas y fomentar la cooperación, con la intención de favorecer a las escuelas de menores recursos y promover una educación inclusiva.

La sede del CBC de Scholas Ocurrentes ha experimentado un crecimiento notable desde su apertura en julio de 2021. “Es nuestra responsabilidad poder garantizar el acceso universal a la educación porque es la mejor herramienta que tenemos para crecer y desarrollarnos como país. Creemos en la educación pública y trabajamos para brindarles la mejor formación porque estamos convencidos de que una universidad de excelencia es una universidad al alcance de todos. Queremos ser un puente entre los vecinos y la universidad, y a través de estas propuestas, lo estamos logrando”, afirmó Yacobitti.