La belleza de un paseo silencioso

El paseo silencioso es la última obsesión de bienestar de TikTok, una mezcla de meditación y ejercicio que pretende mejorar la salud mental. (Hoi Chan/The New York Times)
El paseo silencioso es la última obsesión de bienestar de TikTok, una mezcla de meditación y ejercicio que pretende mejorar la salud mental. (Hoi Chan/The New York Times)

En un video de TikTok que ahora ya ha alcanzado casi 500.000 vistas, la influente Mady Maio describe una caminata que tomó. Pero no fue cualquier caminata, fue una silenciosa.

Para ella, el paseo de 30 minutos fue revelador. Sin pódcast, sin música. Nada más “yo solita”.

Al inicio se resistía (fue idea de su novio). “Mi ansiedad jamás me lo permitiría”, dijo en el video.

Maio describió los dos primeros minutos como un “caos” mental que al final dio paso a un “estado de fluidez”. Su bruma mental se disipó. Las ideas empezaron a surgir en su cabeza porque les estaba “dando espacio para entrar”.

El paseo silencioso es la última obsesión de bienestar de TikTok, una mezcla de meditación y ejercicio que pretende mejorar la salud mental. A diferencia del popular “paseo de la chica sexi”, una odisea de 6 kilómetros que requiere fijarse objetivos y dar las gracias, el paseo silencioso no consiste en hacer varias cosas a la vez. No hay ningún otro objetivo más que poner un pie delante del otro y observar el mundo que nos rodea.

Caminar en silencio es una antigua tradición arraigada en la atención plena, una forma de meditación que ayuda a las personas a centrarse en las sensaciones físicas, los pensamientos y las emociones del momento presente, sin juicio alguno.

El hecho de que el paseo silencioso no sea nada nuevo ha atraído a un coro de críticos: “La generación Z cree que acaba de inventar el paseo”, comentan.

Lo que esto le provocó a Arielle Lorre, creadora de contenido de 38 años en Los Ángeles, fue risa.

“Hace quince o veinte años, esto ni siquiera habría sido una conversación”, sostuvo Lorre, que ha hablado a menudo de los beneficios de caminar en silencio, más recientemente en su pódcast y en TikTok. Pero caminar en silencio es pertinente en este momento porque muchos de nosotros vivimos atados a nuestros dispositivos, añadió.

La pregunta es: “¿Cómo se puede evitar?”, dijo Lorre.

Caminar es un bálsamo bien establecido para la mente y el cuerpo. Las investigaciones han demostrado que caminar tan solo 10 minutos más al día puede alargar la vida. Y un estudio publicado en 2020 en The Journal of Environmental Psychology descubrió que un paseo de 30 minutos por un parque urbano reducía el tiempo dedicado a pensamientos negativos. También se ha demostrado que caminar mejora la creatividad y ayuda a combatir la depresión.

Lorre, que camina en silencio durante al menos 45 minutos unas cuatro veces por semana, afirmó que, desde que empezó esta práctica hace aproximadamente un año, duerme mejor, se siente más tranquila y su energía es más uniforme a lo largo del día.

Pero a algunas personas la idea de pasear en silencio quizá les parezca tortuosa. Un estudio de 2014 descubrió que, si no les quedara otra opción, las personas se electrocutarían antes que sentarse a solas con sus pensamientos.

“Al parecer, la mayoría de la gente prefiere estar haciendo algo a no hacer nada, incluso si ese algo es negativo”, escribieron los autores del estudio.

Sin embargo, caminar puede hacer que sea más agradable pasar tiempo con nosotros mismos, según afirman los expertos.

Erin C. Westgate, profesora adjunta de Psicología en la Universidad de Florida en Gainesville que estudia el aburrimiento, descubrió en su investigación que estar en tránsito, lo que incluía caminar o viajar en transporte público, era uno de los momentos en los que las personas con más frecuencia decían tener pensamientos agradables.

Caminar “no es una actividad tan exigente como para ocupar demasiado espacio mental”, señaló Westgate, lo que “nos da permiso y licencia para soñar despiertos”.

Si la idea de soñar despierto parece lujosa, a lo mejor se debe a que nuestra capacidad de atención se ha reducido en las dos últimas décadas.

Según una investigación dirigida por Gloria Mark, profesora de Informática en la Universidad de California, campus Irvine, y autora de “Attention Span”, ahora dedicamos en promedio unos 47 segundos a un contenido en pantalla antes de pasar a otro. Sin embargo, ya en 2004, Mark descubrió que las personas podían dedicar un promedio de 2 minutos y medio al correo electrónico antes de pasar a otra tarea laboral.

Pasar constantemente nuestra atención de una tarea a otra es agotador, dijo Mark. Pero un paseo en silencio puede ayudarnos a rellenar nuestro “depósito” para que tengamos una mayor reserva de energía mental, añadió. En otras palabras, desconectarnos durante un rato nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento.

Mark sugirió hacer pausas digitales en otros momentos, no solo cuando caminamos, y que pensemos en un objetivo emocional para el día, no sólo en una lista de tareas.

Por ejemplo, si tu objetivo es sentirte tranquilo, puedes escribirlo en una nota autoadhesiva y consultarla cuando pienses en cómo vas a emplear tu escaso tiempo libre ese día.

“Muchos de nosotros sentimos que siempre estamos atrasados y corriendo para ponernos al día”, afirmó David M. Levy, profesor de la Escuela de Información de la Universidad de Washington en Seattle, y autor de “Mindful Tech”. Esto puede llevarnos a un estado “tan distraído que no estamos presentes en absoluto”.

Pero en una sociedad orientada al futuro necesitamos oportunidades para estar satisfechos con el aquí y el ahora, dijo Levy, y abandonar la presión por ser productivos.

“Hay una gran belleza y vitalidad en el mundo fuera de lo que sea que estemos haciendo en nuestros dispositivos”, concluyó Levy.

c.2023 The New York Times Company