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Las dos realidades de Canarias: barricadas a los migrantes en cuarentena y seguro COVID-19 para los turistas

El mismo día que el Gobierno de Canarias anunciaba la contratación de un seguro para cubrir los gastos de los turistas, tanto nacionales como internacionales, derivados de una posible cuarentena o contagio por coronavirus se conocía la noticia de que en un pueblo de Gran Canaria algunos de sus vecinos recibían con barricadas a los migrantes trasladados allí para cumplir con la cuarentena obligatoria impuesta por las autoridades a quienes llegan en patera al archipiélago. Dos imágenes distintas de una misma realidad, la de la pandemia, que han alimentado un intenso debate en redes sociales.

En un pueblo canario han recibido así, con barricadas, a los migrantes trasladados allí para cumplir con la cuarentena impuesta a quienes llegan en patera a las islas.
En un pueblo canario han recibido así, con barricadas, a los migrantes trasladados allí para cumplir con la cuarentena impuesta a quienes llegan en patera a las islas.

En declaraciones a la Agencia EFE, una portavoz de la Delegación del Gobierno en Canarias ha asegurado que ninguno de los migrantes trasladados a Tunte ha dado positivo en las pruebas PCR realizadas durante los tres días que han pasado alojados en unas carpas de la Cruz Roja en el muelle de Arguineguín. Sin embargo, la noticia del traslado a unas instalaciones del pueblo no han sentado bien a cerca de un centenar de vecinos que, convocados a través de redes sociales y mensajes de WhatsApp, se reunieron creando barricadas para impedir el paso a los 12 subsaharianos.

Su destino era, y ha sido un vez que la Policía despejó la zona de gente, contenedores y ramas, una antigua residencia escolar de Tunte, la capital del municipio de San Bartolomé de Tirajana. Atrincherados allí los vecinos permanecieron cerca de dos horas vigilados por tres furgones policiales. Tras los problemas iniciales, los migrantes allí desplazados para cumplir con la cuarentena a la que se les obliga pudieron pasar su primera noche bajo techo.

El alcalde en funciones de San Bartolomé de Tirajana, Samuel Henríquez (Nueva Canarias), quien en un comunicado se ha referido a los subsaharianos como los “12 inmigrantes sospechosos de Covid-19” pese a que sus PCR han dado negativas, argumenta que el problema es que no se les ha consultado.

Además, alega que unida a la preocupación sanitaria está la de la integración ya que para poder dar cobijo a este grupo ha habido que desalojar a los 80 migrantes que vivían ahí y que “se habían integrado en el pueblo y participaban de sus actividades” después de meses de trabajo. “Este nivel de integración ha costado meses, no ha sido fácil para nadie pero, por fin, se habían convertido en unos vecinos más, estamos hablando de personas que buscan una nueva vida e integrarse. En Tunte lo hemos conseguido, no entendemos esta decisión”, sentencia.

El debate sobre este recibimiento de los vecinos y el que se da a los turistas tiene su origen en el hecho de que esta noticia y la de la contratación del seguro por parte del Gobierno insular hayan coincidido haciendo que muchos contrapongan el trato que se les da a unos ciudadanos y a otros. Más aún cuando en la contratación de la póliza COVID-19 para los segundos entran en juego motivos económicos ya que su objetivo no es otro que alentar a los turistas a visitar las islas con la seguridad de que en caso de contagiarse o verse obligados a cumplir una cuarentena los gastos de repatriación, gastos y estancia no saldrán de su bolsillo.

La coincidencia temporal de ambas informaciones ha hecho que muchos internautas señalen la diferencia existente en cuanto al trato que se da a los migrantes y a los turistas contraponiendo una imagen a otra. “Barricadas contra inmigrantes y fronteras abiertas sin controles ni PCR para turistas”, resume un tuitero.

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