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Los grandes bancos chinos sufren el peso de la recuperación tras la pandemia

Pekín, 28 ago (EFE).- Los grandes bancos chinos podrían ver mermados sus resultados del primer semestre después de que Pekín les haya reclamado una mayor colaboración en la recuperación económica tras la pandemia de la COVID-19, ya aparentemente bajo control en el país asiático.

Las estimaciones del Gobierno son que los beneficios combinados de los bancos chinos descendieron un 9,4 % interanual en los primeros seis meses del año.

Esta semana, los bancos estatales conocidos como “cinco grandes”, todos ellos cotizados en la Bolsa de Hong Kong, publicarán sus resultados de la primera mitad de 2020: el primero será el Banco Industrial y Comercial (ICBC, el mayor del mundo).

Tras él, vendrán el Banco Agrícola (ABC), el Banco de Comunicaciones (BoCom), el Banco de Construcción (CCB) y el Banco de China.

Firmas de análisis de riesgo como Standard & Poor’s (S&P) ya preveían antes del inicio de la pandemia que los beneficios de los bancos chinos “seguirían bajo presión” en 2020 debido a que se seguirían manteniendo los “altos” niveles de “préstamos cuestionables”.

Sin embargo, antes del verano, ya bien entrada la crisis de la COVID-19, la misma compañía apuntaba que, “pese a que algunos bancos podrían presentar pérdidas este año, las tendencias a largo plazo de la industria bancaria permanecen estables”, por lo que optaron por no rebajar la calificación de riesgo del sector bancario chino, situado al nivel del de países como Brasil, Colombia o Portugal.

Y este martes, otra agencia de calificación de riesgo, Moody’s, apuntaba que “la presión sobre la calidad de los activos y la rentabilidad” de los bancos seguirá siendo alta, ya que “la confianza del consumidor sigue débil por la lenta recuperación tras la pandemia y los costes de los créditos se mantienen elevados pese a las múltiples medidas gubernamentales de alivio”.

UN AUMENTO “INEVITABLE” DE LA MOROSIDAD

En una reciente entrevista con la agencia oficial Xinhua, el presidente de la Comisión Reguladora de Bancos y Aseguradoras de China (CBIRC), Guo Shuqing, aseguró que los riesgos son “controlables en general”.

Según Guo, pese a la “fuerte capacidad de resistencia” mostrada por los mercados de valores, bonos y divisas desde el inicio de la pandemia en China, no se pueden obviar riesgos como una “mayor presión” en las tasas de morosidad.

Este año, los créditos impagados a los que deben hacer frente los bancos chinos ascienden a 3,4 billones de yuanes (494.172 millones de dólares, 417.736 millones de euros), lo que supone un aumento del 48 % en comparación con la cantidad de 2019.

Cabe recordar que, aunque la ratio de morosidad haya pasado del 1,86 % al 1,94 % entre enero y junio, sigue figurando entre las más bajas del mundo.

El jefe del regulador chino indicó que el aumento en los préstamos impagados es “inevitable”, por lo que prometió “aumentar esfuerzos” al respecto, pero sin dejar de lado el objetivo principal: garantizar la financiación de las pequeñas y medianas empresas.

Según apuntó en mayo el primer ministro del país, Li Keqiang, este tipo de organizaciones suponen el 90 por ciento de los empleos creados ahora en China.

PEKÍN CONFÍA EN SUS “HERRAMIENTAS”

Según datos de la CBIRC, el número de préstamos a pymes que han pasado a ser considerados dudosos creció un 9,25 % interanual desde que comenzó el año.

Ahora, la tasa de morosidad de las pymes se sitúa en un 2,99 %, lo que supone que está 0,88 puntos porcentuales por encima de la ratio general, aunque todavía en “niveles tolerables”, apuntó esta semana el director del departamento de Financiación Inclusiva del regulador bancario, Li Junfeng.

En su opinión, los esfuerzos del sector bancario por aumentar la financiación para permitir la recuperación tras la pandemia podrían hacer que la morosidad en los créditos aumentase también el año que viene, aunque aseguró que China cuenta con “amplia capacidad y herramientas” para hacer frente a esa presión.

Pekín ya ha metido mano en la caja de herramientas este año: por ejemplo, ha rebajado hasta en tres ocasiones los requisitos de coeficiente de caja (RRR, los porcentajes de fondos de un banco que no pueden prestar) para permitir una mayor concesión de créditos.

En la primera mitad de 2020, se han extendido nuevos créditos denominados en yuanes por valor de 12,09 billones de yuanes (1,76 billones de dólares, 1,48 billones de euros), un 25 % más que en el mismo período de 2019, con cifras récord en sectores como el manufacturero.

LOS PEQUEÑOS BANCOS REGIONALES, ¿EN PELIGRO?

El foco está sobre los grandes bancos estatales por su mastodontico tamaño, pero algunos expertos apuntan que el problema podría ser mayor en los pequeños bancos regionales.

El economista jefe para China de ANZ Bank, Raymond Yeung, explicó al diario hongkonés South China Morning Post que esos bancos -dependientes a menudo de las autoridades locales- están “particularmente expuestos” a los riesgos de financiar los proyectos estrella de los gobiernos locales y de las empresas públicas.

En lo que va de año, se ha informado de que hasta cuatro episodios en el gigante asiático los que los clientes de un banco han acudido presas del pánico a retirar sus ahorros ante los rumores de que la entidad no gozaba de buena salud.

Y es que, también según las estadísticas oficiales, para los bancos comerciales rurales la tasa de morosidad es mucho mayor que la general, situándose en el 4,22 %.

Pekín es consciente de este problema y ya ha tomado cartas en el asunto, organizando fusiones de pequeños bancos para crear organizaciones más grandes y robustas en provincias como Sichuan o Shanxi, al tiempo que se ha visto obligado a rescatar a entidades como Baoshang Bank o Hengfeng Bank.

“Esperamos que el impacto sobre los bancos chinos más grandes sea asumible, pero los bancos más pequeños que tengan un apetito más grande por el riesgo o estén concentrados en zonas geográficas más afectadas podrían experimentar restricciones en la calidad de sus activos, rendimiento o capitalización”, sentenció Harry Hu, analista de crédito de S&P.

(c) Agencia EFE