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Baerbock, la apuesta joven y de cambio de Los Verdes que se desinfla

Berlín, 22 sep (EFE).- La candidata verde a la Cancillería, Annalena Baerbock, irrumpió en la campaña alemana prometiendo juventud y feminismo, ímpetu, cambio y "realismo radical", pero su inexperiencia, sus traspiés y un supuesto plagio le han pasado factura.

Unas y otras, las fortalezas y debilidades de la única candidata mujer, conforman el perfil de la primera apuesta en firme de Los Verdes por alcanzar la Cancillería y que finalmente, pese a que los sondeos apuntan que doblará los resultados de 2017, parece que va a quedar lejos de las expectativas.

Su nominación el pasado marzo llevó a su partido, por primera vez en la historia, a liderar de forma clara los sondeos de intención de voto. Superaron al bloque conservador de la canciller Angela Merkel, rozando el 26 % de los votos: los ecologistas aspiraban a todo.

Entonces Baerbock representaba todo lo que le faltaba tras ocho años en el poder al actual gobierno y a sus integrantes, el bloque conservador de la Unión Cristianodemócrata y la bávara Unión Socialcristiana (CDU/CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD).

Pero Baerbock y Los Verdes se han ido desinflando desde entonces, apuntan las encuestas, que sitúan actualmente al partido en tercera posición, por detrás de las dos formaciones tradicionales.

Su exposición en una larga campaña -especialmente agresiva para los estándares alemanes-, la guerra sin cuartel desde algunos medios y las redes han ampliado como una lupa sus debilidades y también sus errores, sembrando la duda de si a lo mejor a Baerbock le quedaba grande el traje de canciller.

El principal escollo con el que ha topado han sido las informaciones sobre los fragmentos de su reciente libro "Jetzt. Wie wir unser Land erneuern" ("Ahora. Cómo renovamos nuestro país") que han sido copiados sin citar, hasta un centenar según un experto.

La candidata verde tuvo además que "ajustar" su currículo, después de que se publicase que incluía errores e imprecisiones; y que comunicar con retraso al Bundestag ingresos adicionales por cargos secundarios que no había reportado inicialmente.

Baerbock, copresidente de Los Verdes desde 2018, es una política pragmática, de la familia más centrista de Los Verdes, que sería capaz de negociar una coalición tanto con el SPD y La Izquierda como con los conservadores y los liberales.

Además de haber logrado en los últimos años algunas mayorías transversales para sus propuestas en el parlamento, integró el grupo negociador verde que buscó tras las elecciones de 2017 un tripartito de conservadores, ecologistas y liberales.

"Tiene la fuerza interior y la decisión más absoluta para lograr lo que se propone. La opinión mayoritaria (en Los Verdes) es que Baerbock es asombrosamente competente en lo técnico y una muy buena negociadora", asegura Ulrich Schulte, director de la sección parlamentaria del diario Tageszeitung y autor del libro "El poder verde".

Resulta competente, apasionada y hasta combativa en los debates, aunque en ocasiones juega en su contra -como le sucede también a su partido- la sensación de que el ecologismo se basa en prohibiciones y en juzgar desde cierta superioridad moral, lo que no cae bien entre muchos votantes.

Baerbock nació el 15 de diciembre de 1980 en una granja cerca de Hannover (centro de Alemania). Desde pequeña vivió el ecologismo, aunque sin activismos: ella misma ha contado que asistió con sus padres en varias ocasiones a manifestaciones antinucleares.

Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Hamburgo y posteriormente Derecho Público Internacional en la británica London School of Economics, donde forjó su solidez en el ámbito económico y social.

En política, sin una extensa experiencia, ha pasado por distintos niveles administrativos, aunque nunca en puestos de gestión, algo que han resaltado en repetidas ocasiones conservadores y socialdemócratas.

Ha catado la política regional en el estado federado de Brandeburgo, lleva dos legislaturas en el Bundestag (cámara baja) y ejerció durante tres años en Bruselas de jefa de gabinete de la eurodiputada verde Elisabeth Schroedter.

Baerbock está casada y tiene dos hijas pequeñas. Aunque no se considera religiosa, pertenece a la iglesia evangélica.

Juan Palop

(c) Agencia EFE