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Llevamos en nuestro cuerpo al sospechoso de la sangría de chimpancés en África Occidental

Cría de chimpancé de África occidental (Pan troglodytes verus) | imagen Wikipedia CC
Cría de chimpancé de África occidental (Pan troglodytes verus) | imagen Wikipedia CC

Durante algo más de una década el santuario natural de Tacugama en Sierra Leona ha sido el escenario de una serie de misteriosas muertes que, año tras año, mermaban la población de chimpancés de África occidental (Pan troglodytes verus), una subespecie que ya se encuentra en peligro crítico de extinción. La reserva acoge a varias docenas de estos primates rescatados, heridos o huérfanos con el objetivo de curarlos y protegerlos de sus peligros más directos: la caza furtiva y la rápida pérdida de su hábitat. Sin embargo, en los últimos tiempos una nueva amenaza ha surgido silenciosa y enigmática cobrándose la vida de hasta cincuenta y seis chimpancés en un santuario que suele albergar algo menos de un centenar de ejemplares.

“Ocurre siempre en la misma temporada y siempre con los mismos síntomas”, explica el gerente de conservación del santuario Andrea Pizarro al New York Times, “falta de coordinación, dificultad para caminar y convulsiones, lo que parece apuntar a una afección neurológica, unida a síntomas gastrointestinales como abdómenes distendidos, diarreas y vómitos. Si aparecían estos síntomas, no sobrevive ni uno solo de los chimpancés afectados”.

Apenas sabíamos nada sobre este eficaz asesino salvo que no infecta a los humanos, no es contagioso, no ha aparecido en otros santuarios… pero lleva matando a los chimpancés en Tacugama durante quince años con un patrón inconfundible y cien por cien letal. El proceso es tan rápido que “a veces se iban a dormir sanos, y morían por la mañana”. Por supuesto, otros chimpancés enferman y mueren en otros santuarios y reservas, a veces también de forma repentina, pero el patrón peculiar de esta enfermedad solo se produce en este lugar concreto.

Durante todo este tiempo los investigadores han buscado al culpable entre diferentes virus, bacterias o incluso plantas tóxicas, pero no conseguían llegar a ningún resultado… hasta ahora.

Imágenes macroscópicas e histopatológicas de un chimpancé que murió de síndrome epizoótico neurológico y gastroentérico (ENGS) | imagen Goldberg et al. Nature Communications
Imágenes macroscópicas e histopatológicas de un chimpancé que murió de síndrome epizoótico neurológico y gastroentérico (ENGS) | imagen Goldberg et al. Nature Communications

Como buen misterio a resolver, además de un sigiloso asesino debemos contar con un agudo y sagaz detective, y en nuestro caso es el veterinario y epidemiólogo Tony Goldberg de la Universidad estadounidense de Wisconsin que, junto con un equipo internacional de investigadores, ha identificado al principal sospechoso en un artículo publicado en Nature Communications esta misma semana.

En 2016, Goldberg recibió noticias de estas inusuales muertes de chimpancés en África Occidental y una petición de la Pan African Sanctuary Alliance para que ayudara a resolver el problema. Los investigadores bautizaron a esta extraña enfermedad como ENGS, por las siglas en inglés de Síndrome Epizoótico Neurológico y Gastroentérico.

En 2018, apareció la primera gran pista cuando la joven Leah Owens, una estudiante de posgrado del equipo de Goldberg, encontró una bacteria de aspecto extraño en el tejido cerebral de uno de los chimpancés fallecidos. “A altas horas de la noche estaba mirando a través del microscopio cuando encontré esta especie de estructura de aspecto realmente raro”, recuerda en Science. Los investigadores ya tenían una pista que seguir y, cinco años más tarde de iniciar el trabajo, todas las evidencias apuntan a que el causante de este síndrome ENGS es una nueva especie de bacteria, en forma de trébol, que infectó muestras de tejido en 13 chimpancés que murieron, pero que no estaba en las muestras de otros 14 chimpancés sanos.

Es una nueva bacteria, sí… pero no es totalmente desconocida, al menos para el ser humano. Su pariente más cercano es Sarcina ventriculi, un tipo de bacteria que de manera ocasional provoca diferentes molestias y enfermedades gastrointestinales sobre todo en humanos, aunque también en caballos o gatos. Los investigadores han secuenciado el genoma de la bacteria encontrada en las muestras y aunque coincide mayoritariamente con el de S. ventriculi, sí es lo suficientemente distinto como para clasificarlo como una nueva especie a la que proponen llamar Sarcina troglodytae, en honor a la especie de chimpancé que afecta directamente (Pan troglodytes). Además, ampliando estos estudios genéticos de la nueva especie de bacteria los investigadores han encontrado que posee determinados genes que la hacen más virulenta que la Sarcina que suele infectar a seres humanos, lo que deja cada vez más claro que esta nueva variante es el asesino misterioso que estaban buscando.

Los veterinarios del santuario de Tacugama ya están usando los nuevos hallazgos y en estos momentos están tratando a un chimpancé enfermo con antiácidos, anticonvulsivos y antibióticos, similares a los que se utilizan para la afección en humanos, para salvarle la vida. El siguiente paso será localizar el foco y la manera en la que estos chimpancés se contagian, para lo cual Goldberg reclama ayuda para realizar más estudios y financiación para tratar de identificar la fuente de la bacteria analizando muestras de agua, aire, alimentos y vegetación.

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Referencias científicas y más información:

Owens, L.A., Colitti, B., Hirji, I. et al. “A Sarcina bacterium linked to lethal disease in sanctuary chimpanzees in Sierra Leone”. Nat Commun 12, 763 (2021). DOI10.1038/s41467-021-21012-x

Ann Gibbons “A Mysterious Disease Is Killing Chimps in West Africa. Scientists May Now Know the Culprit” Science | AAAS, (2021).

James Gorman “A Mysterious, Lethal Chimp Disease Is Linked to a Human Illness” New York Times