Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Un año después de donar médula ósea, una mujer recibe noticias de la receptora

La publicación que una mujer subió en Facebook se hizo viral después de que su amiga lo compartiese en Imgur.

image

A la derecha, Sarah Scott en el momento de la extracción de médula ósea en el hospital (Foto cortesía de Sarah Scott).

A pesar de que el título del post dice únicamente: “Una compañera de la universidad publicó esto el otro día”, la imagen ha sido vista más de 322.000 veces, y solo un día después de su publicación, ya tenía cerca de 600 comentarios.

Este mes hace un año que recibí una llamada del centro nacional de trasplantes de médula ósea. Me informaron de que una mujer de 50 años necesitaba un trasplante y que yo era una donante compatible. Al parecer, en el momento de la llamada, su estado de salud estaba empeorando gravemente, por lo que los doctores necesitaban agilizar todo lo posible el procedimiento. Dos semanas después, ya me habían trasladado dos veces a Minnesota, una para hacerme las pruebas pertinentes y otra para la donación.

Una semana antes de la extracción, durante cinco días, una enfermera me puso dos inyecciones diarias. Esto se hace para aumentar los glóbulos blancos en sangre. Me explicaron que estas inyecciones producen tantos glóbulos blancos que, si no se extrae médula ósea en pocos días, existe un riesgo importante para los riñones. Resulta que soy un caso clínico bastante raro. Al parecer, solo hay unas 17 personas, de entre más de 8.000 donantes sometidos al mismo procedimiento, que hayan reaccionado de la misma forma que yo lo hice. En realidad, reacción no es la palabra correcta, porque, de hecho, mi cuerpo no reaccionó lo más mínimo ante la droga. Al final tuve que pasar la noche entera en el hospital y hacer el proceso entero de donación dos veces.

Salí del hospital con una sensación de tristeza, porque los médicos me explicaron que no habían logrado extraer la cantidad de médula ósea necesaria para la paciente. No obstante, me dijeron que intentarían trabajar con lo que consiguieron. Desde entonces ha pasado un año, y no he dejado de preguntarme quién era y cómo le estaba yendo.

Pues bien, hoy, he recibido su primera carta…

Querida amiga,

He tenido todo un año entero para pensar lo que iba a escribirte, intentando buscar las palabras adecuadas para expresar lo mucho que agradezco tu ayuda. Gracias por tu generosidad y bondad. Es impresionante, nuestras médulas eran 100% compatibles. ¡Guau!

Gracias por permitirme conocer a mi nieto y a mi nieta, y a mi otro nieto que está previsto que nazca en dos semanas. No tengo palabras para explicar lo que siento por estos dos tesoros de mi vida. También agradezco mucho poder pasar más tiempo con mi maravillosa familia y con mis queridas amigas, con las que llevamos compartiendo risas y aventuras hace más de 30 años. Todas te lo agradecemos.

El Día de Acción de Gracias es mí celebración preferida y este último año estuviste muy presente en nuestros corazones. Cada año será así. Afortunadamente ya formas parte de mí. Según la prueba de compatibilidad, mi cuerpo ha aceptado completamente el trasplante.

Gracias por tu donación, gracias por darme más tiempo con mis hermosos nietos, con mi querida familia y mis amigas. Ah, lo olvidaba. También estoy súper feliz de haber vuelto al trabajo. Ahí somos todas como una familia. Me ayudaron mucho y también te agradecen infinitamente tu ayuda.

De nuevo, mi más profunda gratitud y mis mejores deseos,

La humilde receptora de tu médula ósea

Foto: Imgur

La donante Sarah Scott ha explicado a Yahoo Health que está impresionada por el impacto y difusión que ha tenido su acto de generosidad. “No tenía ni idea de que la gente iba a prestarle tanta atención a esto”, asegura. “Aunque con humildad, me siento orgullosa de lo que he hecho”.

Esta chica de 26 años cuenta que se decidió a ser donante de médula ósea hace cuatro años, después de que un amigo publicara información destacando lo importante que era. Su amigo incluyó un link a Be the Match, la institución que administra el mayor registro de donantes y receptores de médula ósea del mundo. También tenía algunas razones de índole personal. De hecho, cuando tenía 17 años, la madre de su mejor amiga –que según ella era como su propia madre– murió tras sufrir un cáncer de páncreas.

El trasplante de médula ósea es un tratamiento que puede salvar la vida a personas con leucemia, linfoma y otras enfermedades, según el Departamento de Salud y Servicios Sociales de EE.UU. El tratamiento consiste en atacar la médula ósea afectada con quimioterapia o radioterapia, y sustituirla por las células sanas del donante, que son inyectadas en la sangre del receptor. Después, las células comienzan a reproducirse y a cumplir su función.

Para que el cuerpo del o de la paciente acepte las nuevas células, su tejido debe tener un alto grado de compatibilidad con el del o el de la donante.

El proceso de donación de médula ósea es el siguiente: un aparato extrae sangre del brazo del donante, separa y guarda las células madre, y después la devuelve al otro brazo del donante, según describe DoSomething.org (la médula ósea se regenera por sí misma en unas seis semanas). Estas células también pueden ser extraídas de la zona de las caderas.

Scott se registró en Be the Match y, un año después, recibió una llamada de esta organización anunciándole que era una donante compatible para una mujer de unos 50 años. Asegura que llegó en el momento adecuado: “2014 fue un año especialmente difícil para mí”.

image

Sarah Scott se pasó un año sin saber si su donación de médula ósea había mejorado la vida de la receptora (Foto cortesía de Sarah Scott).

Scott cuenta que el año pasado terminó una relación muy destructiva y que ya no sabía cómo iba a hacer frente al préstamo que tuvo que pedir para estudiar. Se vio forzada a dejar el posgrado que estaba haciendo y, por tanto, a renunciar al departamento donde vivía, los perros, el transporte y el trabajo, todos ellos ligados al contrato de estudios. “Recuerdo que estaba tan arruinada que durante un período de tres días no tuve dinero ni para comer”, asegura. “Me pasé los meses posteriores lamentándome y diciéndome a mí misma que era patética, que estaba endeudada hasta las cejas y que ni siquiera tenía un título a cambio. Me sentía completamente atrapada en esa situación”.

Sin embargo, cuando recibió la noticia de que había sido seleccionada para ayudar a una paciente compatible, las cosas empezaron a mejorar.

“Recibí la llamada y… pensé para mí misma: ‘¿Cómo puede ser que esté aquí sentada, sintiéndome mal, cuando esta mujer y sus seres queridos harían cualquier cosa por salvarle la vida?’”, explica.

Scott fue trasladada dos veces a Minnesota desde su casa en Salt Lake City, porque la salud de la receptora estaba empeorando a marchas forzadas. Durante toda la semana previa al trasplante, recibió inyecciones dos veces al día para aumentar los niveles de glóbulos blancos en sangre, y le dijeron que eso podría causarle algún fallo en los riñones si no se hacía la extracción en pocos días.

Por suerte, no reaccionó negativamente a los medicamentos que le inyectaron, aunque tuvo que pasar toda la noche en el hospital.

El tiempo que tenía que dedicar y los riesgos potenciales del procedimiento no le hicieron dar marcha atrás. “Cuando alguien está al borde de la muerte, la idea de donar médula ósea no es ningún problema. Más bien es una oportunidad de salvar una vida”, afirma Scott.

Scott ha explicado que el proceso de donación la ha hecho tomarse la vida de otra manera y afrontar algunos cambios. Ha fundado una organización política de base y dice que desde que hizo la donación está “haciendo todo lo que está en mis manos para llevar una vida distinta y mejorar la vida de los demás”.

Scott explica que se ha pasado un año preguntándose cómo le había ido a la paciente y si su médula ósea le había servido, hasta que recibió la carta la semana pasada.

“Lloré y lloré”, recuerda Scott. “Todo un año esperando y deseando saber cómo le iba, así que puedes imaginar el impacto que esto ha tenido en mí”.

Scott aún no conoce la identidad de la persona a la que salvó la vida (se tienen que realizar unos trámites para asegurar la confidencialidad antes de que intercambien sus nombres), pero asegura sentirse tranquila y llena de paz tras saber que está viva y con buena salud. “¿No te parece increíble?”, pregunta sorprendida Scott.

Cerca de 20.000 personas se benefician cada año de un trasplante de médula ósea o de cordón umbilical según el Departamento de Salud y Servicios Sociales de EE.UU.

¿Te interesa hacerte donante de médula ósea? Puedes informarte mejor del procedimiento a seguir en Be the Match.

Yahoo Health
Korin Miller
Writer