Avión malayo, duro revés para personal de búsqueda

SYDNEY (AP) — La frustración del personal que participó en la búsqueda del vuelo 370 de la Aerolínea Malaya es visible. Combatieron olas monstruosas en uno de los sectores oceánicos más desolados del mundo tratando de encontrar información sobre la ruta que siguió el avión, que fue un misterio para los investigadores. Para ellos, la suspensión de la búsqueda tiene un inconfundible sabor a derrota.

El anuncio hecho el martes por Australia de que luego de tres años de infructuosa búsqueda en el océano Índico la campaña había llegado a su fin generó muchas suspicacias entre los participantes en un esfuerzo que costó 160 millones de dólares. El oceanógrafo estadounidense David Gallo sabe mejor que nadie el dolor que siente el personal de búsqueda.

En el 2010, un equipo de la Woods Hole Oceanographic Institution de Massachusetts que incluía a Gallo recibió la misión de encontrar los restos del vuelo 447 de Air France que cayó en el Atlántico mientras se dirigía de Río de Janeiro a París.

No los encontraron en el plazo establecido y se suspendió la búsqueda. Gallo se sentía tan desolado que no podía dormir, se quedaba inmóvil viendo fotos de las personas que iban en el vuelo. Se preguntaba si habían omitido algo.

"Fue horrible", relata. "Las familias estaban muy decepcionadas, las empresas --Airbus, Air Franca-- se preguntaban qué había pasado, quiénes eran estos tipos que decían que lo podían encontrar".

Después de dos años de gestiones, las autoridades decidieron autorizar a Gallo y su equipo a que reanudasen la tarea. Y encontraron el avión en una semana.

Igual que el personal de la búsqueda del vuelo 370, Gallo y sus compañeros fueron acusados de no saber lo que estaban haciendo, de no haber interpretado bien la información, de usar el equipo equivocado. Pero Gallo, quien ha mantenido estrecho contacto con la gente de Australia, está convencido de que hicieron todo lo posible a partir de la escasa información disponible.

Recientemente los investigadores volvieron a analizar la información del vuelo malayo y propusieron revisar un sector justo al norte del tramo de 160.000 kilómetros cuadrados (46.000 millas cuadradas) que acababan de inspeccionar. El gobierno australiano descartó la idea, pero Gallo dice que es importante que revisen ese sector.

"Si terminas el trabajo en un sector, puedes decir con buena conciencia 'hicimos todo lo posible para encontrar el avión''', sostuvo Gallo. "Pero si no los dejan revisar ese otro sector, es algo que los atribulará el resto de sus días".

Gallo afirmó que es vital encontrar el aparato, por muchas razones.

Sigue pensando en las personas que murieron en el vuelo 447 de Air France. Vive en la costa de Massachusetts y observa a menudo los aviones que se internan en el Atlántico, en vuelos de Boston a Europa. Piensa en sus pasajeros, que tienen sus seres queridos en tierra. Y en su seguridad.

Considera que es crucial encontrar el avión malayo por razones de seguridad y para consuelo de las familias de las víctimas.

"Esas 239 personas desaparecieron sin dejar rastros. ¿Cuál es el precio de eso?", pregunta. "Y la gente que se sube a los aviones... mientras no sepamos lo que pasó, es algo que podría volver a pasarle a cualquiera de nosotros".