Autoridades en Papúa Nueva Guinea buscan terreno seguro para miles de sobrevivientes de un deslave

En esta imagen, distribuida por el Programa de la ONU para el Desarrollo en Papúa Nueva Guinea, residentes buscan entre los restos de un deslave, en Yambali, en los Highlands de Papúa Nueva Guinea, el 27 de mayo de 2024. (Juho Valta/Programa de la ONU para el Desarrollo en Papúa Nueva Guinea vía AP)

MELBOURNE, Australia (AP) — Las autoridades de Papúa Nueva Guinea buscaban el miércoles terrenos más seguros en los que reubicar a los miles de sobrevivientes que podrían sufrir un segundo deslave en las tierras al tas del país, mientras se demoraba la llegada de maquinaria pesada al lugar de la catástrofe, donde hay cientos de personas sepultadas, dijeron las autoridades.

Según los equipos de emergencias, podría haber que evacuar hasta a 8.000 personas, ya que la masa de rocas, tierra y árboles arrancados que arrasaron el viernes la localidad de Yambali, en el interior montañoso de la nación insular del Pacífico Sur, es cada vez más inestable.

Pero el centro de evacuación habilitado cerca de Yambali, en la provincia de Enga, tenía apenas espacio para unas 50 familias, dijo Justine McMahon, directora de la agencia humanitaria CARE International para la zona.

“Para el número de personas que anticipan que tendrán que ayudar, se necesita más terreno y entiendo que las autoridades están tratando de identificar posibles sitios ahora", indicó McMahon.

Sandis Tsaka, presidente del comité provincial de desastres de Enga y administrador de la región, dijo a The Associated Press que desconocía cuántos aldeanos habían sido evacuados hasta última hora del miércoles.

La inestabilidad del terreno estaba afectando también a la respuesta humanitaria, apuntó Kate Forbes, presidenta de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

“Ahora mismo, el problema es, según tengo entendido, (...) la seguridad y el acceso", dijo Forbes a reporteros en Manila, Filipinas. “Tenemos que estar seguros de que la tierra está algo estabilizada antes de poder enviar a nuestros trabajadores”.

Naciones Unidas estima que 670 aldeanos fallecieron en el desastre, que desplazó de inmediato a 1.650 sobrevivientes. El gobierno de Papúa Nueva Guinea comunicó a la ONU que cree que hay más de 2.000 personas sepultadas. Hasta el martes solo se habían recuperado seis cadáveres de entre los escombros.

Se esperaba que los equipos pesados del ejército para retirar la tierra llegasen a la zona el martes procedentes de la ciudad de Lae, a 400 kilómetros (250 miles) al este. Pero el plan cambió cuando un puente entre la capital provincial, Wabag, y la pista de aterrizaje más cercana, en Mount Hagen, colapsó el lunes en la noche por razones que por el momento se desconocen.

El desvío suma dos o tres horas al recorrido que tienen que hacer los convoyes de ayuda que llevan suministros a Mount Hagen y a la localidad arrasada. Además, ha impedido trasladar la maquinaria pesada en camiones desde Lae.

Ahora se espera que entre cinco y 10 máquinas pesadas lleguen al lugar el jueves, de acuerdo con la Fuerza de Defensa de Papúa Nueva Guinea.

Los traumatizados aldeanos están divididos sobre si se debe permitir que la maquinaria pesada excave y pueda causar más daños a los cadáveres de sus familiares sepultados.

Papúa Nueva Guinea es una nación diversa y en desarrollo, con 800 lenguas y 10 millones de habitantes, en su mayoría agricultores de subsistencia.

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El periodista de The Associated Press Jim Gómez y el videorreportero Joeal Calupitan en Manila, Filipinas, contribuyeron a este despacho.