Autoridades ordenan a periodistas abandonar ciudad libia afectada por inundaciones tras protestas
19 sep (Reuters) - Los periodistas recibieron el martes la orden de abandonar la devastada ciudad de Derna, en el este de Libia, después de que manifestantes organizaron una concentración e incendiaron la casa de su destituido alcalde, furiosos por la incapacidad de las autoridades para proteger la ciudad de las inundaciones.
La cadena árabe Al Hurra informó que las autoridades pidieron a todos los periodistas que se marchen lo antes posible. Un corresponsal de Al Jazeera que informaba desde la ciudad declaró que le dijeron que se marche.
Hichem Abu Chkiouat, ministro de Aviación Civil del gobierno que dirige el este de Libia, declaró a Reuters por teléfono que la decisión de trasladar a los periodistas no estaba relacionada con las protestas que se habían producido allí durante la noche.
"Es un intento de crear mejores condiciones para que los equipos de rescate lleven a cabo el trabajo de forma más fluida y eficaz", dijo. "El gran número de periodistas se ha convertido en un impedimento para el trabajo de los equipos de rescate".
Más tarde precisó que no se había ordenado a los periodistas que abandonaran Derna, sino las zonas en las que su presencia podía obstaculizar las operaciones de salvamento.
La manifestación masiva del lunes es la primera de la que se tiene noticia en la ciudad desde que la semana pasada fue azotada por la peor catástrofe natural de la historia de Libia. Las comunicaciones con la ciudad, que habían funcionado a pesar de la inundación, se cortaron el martes por la mañana.
Miles de personas murieron y miles más siguen desaparecidas a causa de la inundación del 10 de septiembre, cuando presas cercanas a Derna reventaron durante una tormenta, desatando un torrente de agua que arrasó el centro de la ciudad.
El lunes, los manifestantes se agolparon en la plaza frente a la emblemática mezquita Sahaba coreando eslóganes. Algunos ondearon banderas desde lo alto del tejado de la mezquita. Más tarde, por la noche, incendiaron la casa del alcalde Abdulmenam al-Ghaithi, según declaró a Reuters el director de su oficina.
El gobierno que administra el este de Libia declaró que Ghaithi había sido suspendido como alcalde y que todos los miembros del consejo municipal de Derna habían sido destituidos de sus cargos y remitidos a los investigadores.
Una semana después de la catástrofe, varias zonas de Derna siguen cubiertas de barro y las familias siguen buscando cadáveres entre los escombros.
Los residentes, furiosos, afirman que la catástrofe podría haberse evitado. Las autoridades reconocen que nunca se completó un contrato para reparar las presas después de 2007, y culpan a la inseguridad en la zona.
Libia ha sido un Estado fallido durante más de una década, sin un gobierno que ejerza autoridad en todo el país desde que Muamar Gadafi fue derrocado en 2011. Derna está controlada desde 2019 por el Ejército Nacional Libio, que domina el este del país. Durante varios años antes estuvo en manos de grupos militantes, incluidas ramas locales del Estado Islámico y Al Qaeda.
Los manifestantes criticaron al presidente del Parlamento con sede en el este, Aguila Saleh, que ha calificado la inundación de catástrofe natural inevitable.
"¡Aguila no te queremos! Todos los libios somos hermanos", coreaban los manifestantes.
Mansour, un estudiante que participaba en la protesta, dijo que quería una investigación urgente sobre el colapso de las presas, que "nos ha hecho perder a miles de nuestros seres queridos".
Taha Miftah, de 39 años, dijo que la protesta era un mensaje de que "los gobiernos han fracasado en la gestión de la crisis", y que el Parlamento era especialmente culpable.
Todavía no se conoce el número total de muertos, y miles de personas siguen desaparecidas. Las cifras oficiales varían mucho. La Organización Mundial de la Salud ha confirmado 3.922 muertes.
(Reporte de Reuters; Escrito por Tom Perry y Peter Graff, Editado en Español por Ricardo Figueroa)