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El auge de Zemmour polariza el debate sobre la inmigración en Francia

París, 17 oct (EFE).- El auge en Francia del ultraderechista Éric Zemmour ha colocado la inmigración en el centro del debate preelectoral a medio año de las presidenciales, con posturas cada vez más polarizadas entre los candidatos.

No es un tema nuevo de discusión en el país, pero la omnipresencia mediática del escritor y ensayista, que no se ha endosado aún el traje de candidato, ha llevado a aspirantes ya declarados, como la también ultraderechista Marine Le Pen, a elevar el tono para no quedarse al margen.

"Zemmour aporta un discurso más radical que no se dirige al mismo electorado. El de Le Pen es relativamente joven y obrero, y el suyo más mayor y cultivado", explica a EFE Alain Policar, politólogo del Centro de Investigaciones Políticas de Sciences Po.

Los sondeos mantienen de momento en cabeza al actual presidente, Emmanuel Macron, que todavía no ha avanzado sus intenciones. Una encuesta del instituto demoscópico Ifop-Fiducial difundida el viernes le concede entre el 25 y 27 % de las intenciones de voto, seguido por Le Pen (del 17 al 18,5 %) y por Zemmour, que ronda el 16 %.

PRECAMPAÑA ABIERTA

El hecho de que los conservadores se encuentren en pleno proceso de elección de su aspirante, que concluirá en diciembre, multiplica las voces que intentan desmarcarse.

"Muchos saben que no tienen ninguna posibilidad, pero en cierto modo quieren marcar su territorio para ser el mejor posicionado de cara a 2027. La mayoría dan las elecciones de 2022 ganadas por Macron", añade el experto.

Le Pen ha puesto sobre la mesa que se prohíba regularizar a los sin papeles, establecer una prioridad nacional en el acceso a la vivienda o al empleo, poner fin a la reagrupación nacional o reservar ciertas prestaciones a los "franceses".

Zemmour ha llegado a afirmar que hay que frenar "la inmigración ilegal y la legal", y entre los conservadores, Xavier Bertrand o el ex comisario europeo Michel Barnier proponen que el Parlamento pueda fijar cuotas anuales de inmigrantes autorizados a entrar.

"Cada partido intenta poner en la agenda los desafíos que considera que le son más ventajosos. Si la derecha y la extrema derecha consiguen convencer de que el problema más importante es la inmigración, tendrán más votos que si la campaña se juega en temas ligados a Europa o las desigualdades", apunta el también politólogo Romain Lachat.

Es difícil, en su opinión, saber qué ha sido primero, "si hay una polarización porque Zemmour ha sido mediatizado o si ha obtenido esa popularidad porque ya había polarización", pero en cualquier caso el peso creciente de las redes sociales no favorece un debate equilibrado.

RUPTURA DE TABÚES

Posturas que en el pasado habrían sido tachadas de racistas o xenófobas, que la extrema derecha ha tenido como bandera en Francia durante décadas, empiezan a ser mejor aceptadas por gran parte de la clase política.

La trampa, según Policar, está tendida para todos los partidos. "A la izquierda le es más difícil entonar ese discurso porque tiene como valores tradicionales los de acogida y solidaridad, pero puede apostar por el enfoque de la seguridad, por decir que para que haya una buena acogida de inmigrantes es necesario introducir cuotas".

Cuando cada formación haya finalizado la elección de su representante para los comicios del próximo abril el tono general podría cambiar, especialmente en el campo conservador.

"Medidas fuertes en materia migratoria funcionan para obtener una posición dominante en el seno de la derecha, pero complicarán las cosas cuando se trate de unir a un electorado más amplio", estima Lachat.

El empleo o la economía recuperarían entonces el peso habitual de campañas anteriores, pero de momento la popularidad de Zemmour, que en súper ventas como "Un quinquennat pour rien" (2016) acusó al entonces presidente, el socialista François Hollande, de haber abandonado a Francia en favor de los radicales del islam, ha puesto en alerta a todos.

"Yo soy la mejor posicionada como candidata nacional. (...) Estoy convencida de que el algún momento (Zemmour) se dará cuenta y se unirá a mi candidatura", dijo Le Pen este sábado sobre una eventual alianza que desactive a su competidor directo, algo que este dijo no contemplar alegando que no se va a retirar cuando ni siquiera se ha presentado.

Marta Garde

(c) Agencia EFE