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Astudillo Castro: el fiscal descartó la acusación de la querella contra policías

En una colisión directa entre la querella y la fiscalía que investiga la desaparición de Facundo Astudillo Castro, el representante del Ministerio Público Fiscal emitió un comunicado en el que derriba, al menos por el momento, la hipótesis de la familia del joven de 22 años cuyo rastro se perdió el 30 de abril, luego de ser interceptado por policías bonaerenses en el partido de Villarino.

Los abogados que representan a Cristina Castro, había solicitado el arresto de cuatro policías del partido de Villarino al considerarlos responsables por la desaparición de Astudillo Castro. Ese pedido no fue acompañado por el fiscal federal 1 de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez, que está noche expuso sus razones para dejar de lado esa petición de la querella. En primer lugar, el fiscal aclaró que no se encontraron rastros de sangre en los móviles secuestrados en las localidades de Mayor Buratovich y Teniente Origone.

El representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo esa afirmación a partir de un informe preliminar emitido por el departamento forense de la Policía Federal.

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La querella planteó, antes de conocerse este comunicado distribuído mediante la página web del Ministerio Público Fiscal, nuevamente la recusación de Martínez. "A medida que la querella analizó el expediente de marras, se observaron algunas cuestiones o proceder de la investigación realizada que, si en un primer momento generaron algunos interrogantes sobre el interés y compromiso para descubrir los delitos denunciados, a esta altura, y más aun después de la audiencia de recusación, esos interrogantes se han disipado y no queda duda alguna de la lentitud, incapacidad, la displicencia de la actividad desplegada por la fiscalía, que ya bordea la actitud dolosa del sr. fiscal", se indicó en la presentación efectuada por los abogados de Cristina Castro.

La madre de Astudillo Castro también había señalado cuestionamientos a Martínez: "Tengo esa sensación de querer llevarme a mi hijo hoy a casa, tenia esperanzas de buscar ayer y el fiscal me hizo perder 24 horas, no termino de entender tantas trabas"

Con el comunicado emitido esta noche, el fiscal Martínez parece dirigir una respuesta directa a las quejas expuestas por las querellas. Señaló que en los peritajes de los teléfonos celulares de los agentes involucrados en el caso no se detectaron situaciones que pudiesen comprometer su situación judicial. La querella había opinado en sentido contrario.

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El fiscal Martínez hizo públicos mensajes de una de las policías que quedó bajo sospecha por haber trasladado a Astudillo Castro -tal como ella reconoció en su declaración judicial- y consignó la opinión de la fiscalía sobre esos intercambios de textos en WhattsApp entre los policías y sus allegados al considerar que lejos de implicarlos en la desaparición, señalaban su interés por encontrar al joven de 22 años.

"En general son apreciaciones respecto a la investigación sobre la desaparición de Facundo, trascendidos periodísticos y expresiones de sus emociones al respecto. A criterio de la fiscalía no resultaban incriminantes y reflejaban, más bien, la preocupación de Siomara Flores (una de las policías bajo sospecha) por que apareciera y su fastidio ante las sospechas que recaían sobre el accionar policial. Algunas de sus manifestaciones fueron: 'No sabes lo mal que la pasé ayer por este pibe que está desaparecido Porque fui la última que lo vi y los perros se quedaron en Origone hoy arrancaban ahí más los vigis, quiero que aparezca para no sentirme culpable'; 'Bueno yaaaaa quiero que aparezca el chicoooo'; 'espero que aparezca por que la última en verlo fui yo, por quererle hacer una gauchada y acercarlo'", fue uno de los párrafos consignados esta noche en el comunicado de la fiscalía.

La agente Flores aseguró que había trasladado a Astudillo Castro en su vehículo particular cuando este "hacía dedo" en la ruta 3 ese 30 de abril en el que salió de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca. Esa policía aseguró Astudillo Castro ya había pasado el control en Mayor Buratovich y que lo acercó hasta Teniente Origone.

También incorporó el fiscal mensajes de esa policía en los que se mostraba atemorizada por el -según se desprende de esos mensajes- acoso de uno de los querellantes. "En sus propias palabras, tal como surge de los mensajes remitidos por ella al teléfono celular del oficial Sosa: 'Me re hostigó el abogado y me creía hablar y hablar y yo conteste normal la verdad que solamente lo lleve hasta Origone, pero empezó a hacer más preguntas y me puso nerviosa y el jefe vino me agarró y me sacó de ahí, parecía un interrogatorio'", fue el texto que figura en el comunicado de la fiscalía.

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Además, el fiscal Martínez expuso sus dudas sobre la firmeza de las pruebas que la querella considera tener contra los otros tres policías señalados por la familia de Astudillo Castro como responsables de la desaparición del joven.

Y agregó el fiscal Martínez una situación escandalosa, ya que consignó que policías bonaerenses expusieron a apremios ilegales a la exnovia de Astudillo Castro y al hermano de esta. Aunque consideró que esas amenazas -que incluyó el registro ilegal de una vivienda- exponían más la voluntad policial de encontrar al desaparecido que a encubrir su desaparición.

"El hostigamiento narrado por los testigos, claramente delictivo, que dio lugar al pertinente requerimiento de instrucción y por el cual -en su caso- habrán de responder penalmente los numerarios, pareció más bien un accionar tendiente a despejar el manto de sospecha con el que fueron cubiertos a raíz de la desaparición de Facundo", se expresó en el comunicado de la fiscalía.

"Claramente expresó la exnovia -indicó la fiscalía federal de Bahía Blanca- que la pregunta insistente que le hacían era sobre el paradero de Astudillo; las presiones y vejámenes a las que fue sometida -junto con su hermano-, se orientaban más bien a encontrarlo. En todo caso coincidió en lo que expresó la querella respecto a que le exigían 'que reconozcan la existencia de algún crimen para con Facundo', pero en el sentido de si ellos -los testigos- le habían hecho algo, o si sabían qué le podría haber pasado. Su hermano incluso "accedió" -bajo una evidente coacción por parte de los agentes- a que ingresaran en su domicilio y registraran el inmueble en su búsqueda. Tal proceder se condijo más con la voluntad de hallarlo, antes que con la intención de ocultar su desaparición forzada. Al menos eso surgió a primera vista."

A 100 días de su desaparición, el caso Astudillo Castro parece encaminarse hacia un escándalo antes de conocerse qué pasó con ese joven.