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Asocian los fármacos para la acidez con la insuficiencia renal en los adultos mayores

Por Lisa y Rapaport (Reuters Health) - Un estudio indica que los adultos mayores que toman fármacos conocidos como inhibidores de la bomba de protones, un remedio habitual para la acidez y el reflujo, son dos veces más propensos a quedar internados por insuficiencia renal que aquellos que no utilizan esas píldoras. Mientras que sus efectos adversos son extremadamente raros y el estudio no prueba que esos medicamentos provoquen falla renal, la relación es preocupante porque decenas de millones de personas consumen anualmente esos productos de venta bajo receta y libre en algunos países. Las marcas incluyen a Prilosec, Prevacid y Zegerid. "En general, los fármacos son bien tolerados y la gran mayoría de los pacientes no desarrolla (insuficiencia renal) u otros problemas graves", dijo el autor principal, Tony Antoniou, del Instituto de Ciencias Clínicas de Evaluación y del Hospital St. Michael, Toronto. "Pero esos fármacos deben utilizarse durante el periodo más corto posible". Con su equipo identificó a unos 290.000 mayores de 66 años que utilizaron estos inhibidores de la bomba de protones en Ontario entre el 2002 y el 2011, como así también a un grupo similar que no tomaba esos fármacos. Luego, revisó el número de internados por insuficiencia renal aguda dentro de los 120 días posteriores al inicio del tratamiento y lo comparó con grupo control. Para capturar sólo a los nuevos usuarios de la terapia, el equipo excluyó a los participantes que en el año anterior habían utilizado una receta para comprar esas medicinas, a los que habían recibido un diagnóstico asociado con la falla renal, como el VIH o el lupus, en los últimos cinco años, y a los que habían recibido una receta para comprar antibióticos en los cuatro meses previos porque la insuficiencia renal puede aparecer por una infección o los medicamentos para tratarla. Menos del 1 por ciento de la cohorte estudiada desarrolló insuficiencia renal aguda (1.787 participantes). Los usuarios de los inhibidores de la bomba de protones registraron una tasa de internación de 13,49 por cada 1.000 personas por año versus 5,46/1000 del grupo control, según publica el equipo en CMAJ. "No limitaría la indicación de los inhibidores de la bomba de protones con un solo estudio; el riesgo (de falla renal) en la población estudiada fue bastante bajo y la relación con los inhibidores de la bomba de protones sigue siendo apenas una asociación", opinó el doctor John O'Brian Clarke, gastroenterólogo del Hospital Johns Hopkins, Baltimore, y que no participó del estudio. Consideró que el efecto adverso más preocupante de esos medicamentos no es la falla renal, sino la osteoporosis. Dijo que su uso puede impedir la absorción de ciertas vitaminas y minerales, como el magnesio, el hierro, la vitamina B12 y el calcio. "El estudio respalda la evidencia cada vez más robusta que sugiere que el uso de los inhibidores de la bomba de protones tiene riesgos", sostuvo Clarke. "Los médicos deberían tomar todas las precauciones para utilizar estos fármacos sólo a los pacientes que realmente los necesitan, con la dosis mínima y la duración más corta posible". Mientras que algunos pacientes podrían tomar antiácidos para aliviar los síntomas, los inhibidores de la bomba de protones tienen un papel importante en el tratamiento de los problemas más graves, según explicó el doctor George Sachs, profesor de la Escuela de Medicina David Geffen de University of California, Los Angeles. Comentó que en los pacientes con reflujo gastroesofágico, el tratamiento previene el cáncer esofágico, por ejemplo. Antoniou recomendó revisar de manera regular la necesidad de utilizar la terapia porque, "en muchos casos, lo único que se necesita es modificar el estilo de vida (evitar alimentos que causan acidez o adelgazar)". FUENTE: CMAJ, online 16 de abril del 2015.