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Asocian la exposición infantil al humo de segunda mano con la obstrucción arterial

Por Kathryn Doyle NUEVA YORK (Reuters Health) - En un estudio de Finlandia que duró 26 años, los niños expuestos al tabaquismo de los padres fueron más propensos a desarrollar placa aterosclerótica en la carótida en la edad adulta que los niños sin aquella exposición. Estos resultados, y otros, sugieren que los efectos del tabaquismo pasivo en la salud infantil no se limitan a la función respiratoria o el desarrollo, sino que tienen un impacto en el largo plazo en la salud cardiovascular, según resumió el autor principal, Costan G. Magnussen, del Instituto de Investigación Menzies de Tasmania, Hobart, Australia. Su equipo analizó muestras de sangre congelada obtenidas en 1980 de más de 1000 niños de entre tres y 18 años, las respuestas de los padres de un grupo más grande de niños sobre el consumo de tabaco en 1980 y 1983, y estudios por imágenes que se les habían realizado a esos niños, ya adultos, en el 2001 y el 2007. El equipo determinó los niveles de cotinina (un derivado del humo de tabaco) en las muestras de sangre y la acumulación de placa en las carótidas que mostraban las imágenes por ultrasonido. El 2 por ciento de los participantes tenía placa en la carótida a los 36 años. Más del 84 por ciento de los hijos de no fumadores no tenían cotinina en sangre, comparado con el 62 por ciento de los hijos de un padre fumador y el 43 por ciento de los hijos de ambos padres fumadores. El equipo consideró que los hijos de un padre fumador que no tenían cotinina en sangre habían estado expuestos a menos humo de segunda mano quizás porque sus padres habían sido más cuidadosos con el humo del tabaco. Pero a diferencia de los hijos de padres no fumadores, eran 1,5 veces más propensos a tener placa en las carótidas en la edad adulta. Ese riesgo se cuadruplicaba en los hijos de padres fumadores que no habían sido tan cuidadosos con "la higiene tabáquica". "Lo que logramos hacer, y que otros no habían podido, es demostrar que los padres que no pueden o no quieren dejar de fumar todavía pueden reducir el efecto de su adicción en la salud cardiovascular futura de sus hijos si modifican su conducta tabáquica para disminuir la exposición al humo de cigarrillo", sostuvo Magnussen por e-mail. Comentó que muchos padres no fumaban en la casa ni en el automóvil o lo hacían bien lejos de sus hijos hasta el punto de no hallar evidencia de exposición al tabaquismo pasivo en las muestras de sangre de sus hijos. La acumulación de placa comienza en la niñez, de modo que los resultados no sorprendieron a Karin B. Michels, epidemióloga de la Facultad de Medicina de Harvard, Boston. Pero, en el estudio, sólo 64 de más de 2000 participantes desarrollaron placa, lo que para la especialista es una cifra muy baja. "Sería cuidadosa, pero, en general, me parece un estudio importante y respalda la evidencia de los riesgos del tabaquismo pasivo en los niños", destacó. "No dudo que existe un riesgo y que podría afectar, también, la presión", agregó. Recordó que la placa aterosclerótica es especialmente peligrosa si aparece a edades tempranas. Varias organizaciones financiaron el estudio. Los autores declararon no tener conflictos de intereses. FUENTE: http://bit.ly/1Fw56KX