Asocian el tabaquismo de segunda mano con los ronquidos infantiles

(Reuters Health) - Exponer a los niños al humo de tabaco de segunda mano eleva el riesgo de que desarrollen ronquidos habituales, de acuerdo con una revisión de la literatura médica.

Los resultados de 24 estudios sobre casi 88.000 niños son una "oportunidad de aprendizaje" para que los padres consideren dejar de fumar, según publican los autores en Journal of Epidemiology & Community Health.

"Algunos padres piensan que el ronquido es bueno o que está bien en los niños, pero a menudo es el primer paso en la aparición de la apnea del sueño y está asociado con la hipertensión, el ACV y la enfermedad cardíaca", dijo Lucy Popova, de Georgia State University en Atlanta, y quien no participó del estudio.

"Además, la exposición al tabaquismo de los padres y el humo de segunda mano causa múltiples problemas en los niños (enfermedades respiratorias, infecciones de oído, asma, muerte súbita infantil) y trastornos de conducta, como el TDAH", agregó.

Cuando más pequeño es el niño más vulnerable es, y la exposición prenatal al humo de tabaco, cuando el cuerpo de está desarrollando en el útero, es especialmente dañino, detalló Popova.

El equipo de Ke Sun, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Qingdao (China), combinó y reanalizó los datos de estudios previos en una variedad de países que habían comparado la exposición al humo de tabaco y el riesgo de ronquidos en los niños.

Observó que la exposición antes y después del parto duplicaban las chances de que los niños roncaran de manera habitual con respecto a la ausencia de esa exposición al tabaquismo materno.

Después de nacer, la exposición se traducía en un 87 por ciento más riesgo, mientras que otras fuentes de exposición al humo en el hogar, como el tabaquismo paterno, elevaba el riesgo un 45 por ciento.

El equipo halló además que el riesgo de que los niños empezaran a roncar crecía con la magnitud de la exposición al humo de tabaco y estimó que aumentaba un 2 por ciento por cigarrillo diario en el hogar.

Los autores no hicieron comentarios sobre el estudio.

FUENTE: Journal of Epidemiology & Community Health, online 15 de junio del 2018