Asocian el consumo de gaseosa materno en el embarazo con el riesgo de obesidad infantil

(Reuters Health) - Las embarazadas que consumen gaseosas no dietéticas en el embarazo son más propensas a que sus hijos tengan sobrepeso a los siete años, según afirma un equipo. En su estudio sobre más de 1.000 pares de madre-hijo, cada porción diaria extra de gaseosa común durante la gestación estuvo asociada con un aumento del tamaño de cintura y el IMC en los niños. “Las bebidas con azúcar están asociadas con la obesidad en los niños y los adultos”, dijo la autora principal, Sheryl Rifas-Shiman, de la Facultad de Medicina de Harvard, Boston. Su equipo publica en Pediatrics que aunque estudios previos habían anticipado esta asociación de las gaseosas y los jugos con el sobrepeso, la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2, pocos se habían ocupado del consumo de esas bebidas en el embarazo. “La obesidad infantil está generalizada y es difícil de tratar”, dijo Rifas-Shiman. “Hay que identificar los factores de riesgo modificables en el período prenatal y la infancia para que la prevención comience tempranamente”, añadió. El equipo convocó a 1.078 mujeres que concurrieron a seis consultorios de atención obstétrica asociados con Atrius Harvard Vanguard Medical Associates, en el este de Massachusetts. Se reunió con cada participante al final de los dos primeros trimestres y en los primeros meses después del parto. A los niños los evaluaron cuando tenían tres y ocho años. Las madres respondieron un cuestionario anual durante los seis primeros años de vida de sus hijos. En el control de salud escolar, cuando los niños tenían seis y 11 años, el equipo evaluó la altura, el peso, la circunferencia de cintura y el grosor de la piel de cada uno. Estimaron el porcentaje de grasa corporal y el IMC. Más de la mitad de las mujeres había consumido más de media porción por día de gaseosas no dietéticas durante el embarazo y casi el 10 por ciento, dos o más porciones diarias. Tendían a ser más jóvenes, tener un IMC previo al embarazo más alto, bajo nivel educativo e ingresos, amamantar por menos tiempo y a haber fumado durante la gestación. Un cuarto de los niños tenía sobrepeso u obesidad en los controles de salud escolar y el IMC, la circunferencia de cintura y el grosor de la piel registraron los valores más altos del grupo de hijos de las mujeres que consumían por lo menos dos porciones de bebidas azucaradas por día. Sólo las gaseosas comunes estuvieron asociadas con esa diferencia. Los jugos, las gaseosas dietéticas y el agua durante el embarazo no estuvieron relacionados con un mayor IMC infantil. El equipo tampoco detectó diferencias de acuerdo con el peso o la etnia materna, el género de los niños o la cantidad de gaseosa que consumían los niños. FUENTE: Pediatrics, online 10 de julio del 2017