Así eran los biberones cerámicos que usaban los bebés europeos en la edad de los metales

Antiguos vasos perforados de la edad de los metales con los que los europeos de la época alimentaban a sus hijos. (Crédito imagen: Katharina Rebay - Salisbury).
Antiguos vasos perforados de la edad de los metales con los que los europeos de la época alimentaban a sus hijos. (Crédito imagen: Katharina Rebay - Salisbury).

Durante la edad del hierro y la edad del bronce, nuestros ancestros europeos solían enterrar a sus hijos con unos pequeños vasitos, hechos de cerámica, que incluían una boca superior por la que verter líquidos y un pequeño caño a través del cual los infantes (o los enfermos) podían sorber el contenido. Algunos de ellos incluso tenían formas de animales que los hacían más atractivos. Si lo pensáis, en el fondo estas delicadas piezas eran el antecesor del “vasito entrenador” con el que hoy en día los bebés comienzan a beber agua por sus propios medios.

Existen muchos de estos vasitos cerámicos en los museos del continente y por desgracia, hasta ahora no se había podido investigar restos orgánicos en su interior. La fragilidad y alto valor histórico de los mismos, además del pequeño tamaño de los orificios, hacía sumamente difícil - desde el punto de vista técnico - buscar en ellos muestras de residuos orgánicos. Además, normalmente los científicos no conseguían permiso para acceder a estas piezas arqueológicas, aunque recientemente su suerte ha cambiado. Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol en Reino Unido, ha podido acceder a tres de estos vasos con forma de cuenco abierto, todos ellos descubiertos en la región alemana de Baviera.

Los tres vasitos cerámicos incluidos en el estudio, cuyos resultados acaban de publicarse en Nature, se podrían parecer bastante a los de la imagen que abre este artículo. Como he adelantado, los tres se descubrieron en tumbas de niños datadas en la edad de los metales. Los restos de los infantes junto a los que se encontraron, indican que sus propietarios tenían entre unos pocos meses y los seis años de edad. Por lo demás, los artefactos se habrían fabricado hace entre 2.450 y 3.200 años.

Cuando los científicos analizaron las trazas químicas de los restos del interior de los vasitos descubrieron ácidos grasos procedentes de la leche. Los isótopos descubiertos en dos de ellos, indicaban que la leche procedía de rumiantes (vacas, ovejas o cabras), mientras que en el otro encontraron trazas de leche de otra especie de mamífero, probablemente de cerdo o de humano.

Bebé moderno bebiendo de una reconstrucción de un vasito agujereado del tipo de los analizados en este estudio. (Crédito imagen: Helena Seidl da Fonseca).
Bebé moderno bebiendo de una reconstrucción de un vasito agujereado del tipo de los analizados en este estudio. (Crédito imagen: Helena Seidl da Fonseca).

Sea como sea, el hallazgo nos indica que nuestros vasitos entrenadores de la actualidad no son una creación novedosa, sino que nuestros antepasados ya los fabricaban para alimentar a sus bebés con leche animal hace al menos 3.000 años. Eso no es todo, en Alemania se han descubierto vasitos agujereados mucho más antiguos, algunos de los cuales tienen entre 6.800 y 7.500 años, lo cual los sitúa en el neolítico.

¿Por qué comenzaron los humanos a alimentar a sus niños con leche animal? Los autores del trabajo creen que tuvo algo que ver con la transición entre el estilo de vida de los cazadores-recolectores y la adopción de la agricultura y ganadería. Esto último permitió asentamientos que hicieron que se disparara la natalidad, de lo cual existen numerosas evidencias arqueológicas. En este sentido, el hecho de que las mujeres no sean fértiles durante la lactancia, pudo ayudar a que el destete se produjera primero.

Antes del neolítico, realmente no era posible que las madres destetaran a sus hijos a edades tempranas, ya que no existían formas viables de darles suplementos alimenticios, lo cual cambió cuando se crearon las primeras granjas de ganado.

Me enteré leyendo Gizmodo.