El asesor de Trump para Medio Oriente es un vendedor de camiones de poca monta
El nuevo asesor del presidente electo Donald Trump para Medio Oriente, Massad Boulos, ha disfrutado de una reputación de magnate multimillonario al frente de una empresa que lleva su apellido.
Los medios de comunicación de todo el mundo han descrito a Boulos como un magnate, y en octubre le dijo a un periodista que su empresa valía miles de millones de dólares. Trump lo describió como un “líder muy respetado en el mundo de los negocios, con amplia experiencia en la escena internacional”.
El presidente electo incluso le prodigó el que quizá sea su mayor elogio: es un “negociador”.
En realidad, los registros muestran que Boulos dedicó las dos últimas décadas a la venta de camiones y maquinaria pesada en Nigeria para una empresa que controla su suegro. Es director general de la empresa, SCOA Nigeria PLC, que el año pasado obtuvo beneficios de menos de 66.000 dólares, según consta en documentos corporativos.
No hay indicios en los documentos corporativos de que Boulos, un libanés-estadounidense cuyo hijo está casado con Tiffany, la hija de Trump, sea un hombre con una riqueza significativa gracias a sus negocios. La concesionaria de camiones está valorada en unos 865.000 dólares al precio actual de sus acciones. La participación de Boulos, según los registros de valores, tiene un valor de 1,53 dólares.
En cuanto a Boulos Enterprises, la empresa que el Financial Times y otros medios identifican como su negocio familiar, un directivo de la empresa afirmó que es propiedad de una familia Boulos sin ninguna relación.
Boulos ofrecerá asesoría sobre una de las regiones más complicadas y asoladas por conflictos del mundo, una región que, según declaró Boulos esta semana, no ha visitado en años. El cargo de asesor no requiere la aprobación del Senado.
La confusión sobre la trayectoria de Boulos (y el hecho de que durante años no aclarara los malentendidos hasta que fue interrogado esta semana por The New York Times) plantea interrogantes sobre la minuciosidad con la que el equipo de Trump investigó a sus nominados. Al equipo le pillaron por sorpresa las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra Pete Hegseth, su elección para secretario de Defensa.
Un portavoz del equipo de transición de Trump se negó a hacer comentarios.
Boulos, un cristiano del norte del Líbano que emigró a Texas cuando era adolescente, ha cobrado relevancia desde 2018, cuando su hijo Michael empezó a salir con Tiffany Trump.
Este año, Massad Boulos ayudó a Donald Trump a cortejar a los votantes árabe-estadounidenses, y en el otoño sirvió de intermediario entre Trump y el dirigente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas.
En octubre, el Times le hizo preguntas sobre su riqueza y sus negocios.
“Tu empresa se describe como una empresa multimillonaria”, indicó un periodista. “¿Eres tú mismo un multimillonario?”
Boulos respondió que no le gustaba describirse así, pero que los periodistas habían adoptado esa etiqueta.
“¿Es exacto describir la empresa como multimillonaria?”, continuó el periodista.
“Sí”, respondió Boulos. “Es una gran empresa. Tiene una larga historia”.
Distintas versiones de esta historia se han relatado en el Times, The Economist, CNN y The Wall Street Journal.
Pero en una entrevista posterior, el martes, Boulos indicó que solo pretendía confirmar que otros medios de comunicación habían escrito —erróneamente— que dirige la empresa.
En otra llamada, el miércoles, aclaró que se refería a las empresas de su suegro, de las que dijo que valían en conjunto más de 1000 millones de dólares, aunque la empresa que dirige no tiene ese valor.
“Nunca he entrado en detalles de ese tipo sobre el valor”, explicó.
Confirmó que no tenía ninguna relación con Boulos Enterprises. Cuando le preguntaron por qué nunca había corregido el error, respondió que tenía por costumbre no hacer comentarios sobre sus negocios.
Boulos tiene un historial con varias pequeñas empresas. Los registros corporativos de Nigeria lo vinculan a un restaurante, a algunas empresas de construcción inactivas y a Tantra Beverages, una empresa ya desaparecida que se creó para vender una “bebida erótica” que “proporciona a hombres y mujeres el empuje estimulante definitivo”, según su fabricante.
Boulos apuntó que un socio dirige el restaurante y que no recordaba el negocio de la bebida. (Tras la publicación de este artículo, Boulos afirmó que sí recordaba Tantra y que formaba parte de un proyecto para vender bebidas energéticas que nunca despegó).
Cualquier riqueza significativa, dijo el martes, procede de la familia de su esposa, Sarah Fadoul Boulos.
Es hija de Michel Zouhair Fadoul, ciudadano de Francia y Burkina Faso que dedicó décadas a montar un mosaico de empresas madereras, constructoras y de distribución de automóviles por toda África Occidental y Central.
El Times no pudo encontrar ningún indicio, ni en los documentos de la empresa ni en los registros del proveedor de datos corporativos Sayari, de que Boulos tenga una participación directa en estas compañías, aparte de la concesionaria de camiones.
Una historia de origen
Massad Boulos conoció a Sarah Fadoul a través de su familia en Líbano y se casaron jóvenes, según ha declarado ella. Fadoul Boulos ha dicho en entrevistas en pódcast dirigidos a la élite de Lagos, la capital comercial de Nigeria, que ambos estudiaron en Texas.
Trump se ha referido a Boulos como abogado, y ABC News informó que obtuvo la licenciatura en Derecho de la Universidad de Houston. Pero la universidad indicó que no tiene ninguna constancia de ello. En realidad, completó estudios de licenciatura en Administración de Empresas en otra escuela, la Universidad de Houston-Downtown, en 1993.
La pareja había planeado trasladarse a Nueva York, donde, según ella, a Boulos le habían ofrecido un trabajo en un bufete de abogados. Pero relató que su padre intervino e invitó a la joven pareja a trabajar para sus empresas en África.
En 1996, la pareja se trasladó a Lagos, donde según Fadoul Boulos llegaron a ser conocidos como los niños del fondo fiduciario. “Nos llamaban los niños de oro”, declaró Fadoul Boulos en el pódcast “Listed Lagosian”.
Fadoul Boulos compartió que Fadoul puso a la pareja a cargo de una concesionaria de camiones y maquinaria en Nigeria. Los archivos corporativos muestran que la empresa no ha crecido mucho a lo largo de los años.
No había mucha actividad cuando un periodista visitó sus oficinas en Lagos este mes. Unas cuantas decenas de máquinas pesadas y camiones se encontraban en un solar junto a una autopista, y un puñado de empleados estaban sentados detrás de escritorios en el interior de la oficina. Los empleados confirmaron que Boulos solía ir con regularidad, pero desde julio estaba en Estados Unidos haciendo campaña por Trump.
La sucursal de SCOA en la ciudad nigeriana de Kano cerró hace cuatro años por falta de clientes, según declaró el miércoles un antiguo empleado, Kamal Ishaq.
Fadoul Boulos ha dicho que durante un tiempo trabajó junto a su marido. Pero relató que entonces, tras un despertar evangélico, Dios la llamó a la danza. Creó la Sociedad de Artes Escénicas de Nigeria, de la que se autodenomina “visionaria”. La sociedad imparte clases de danza a jóvenes nigerianos, organiza campamentos de verano y organiza espectáculos.
Fadoul Boulos publica con frecuencia videos en las redes sociales en los que aparece haciendo piruetas y agitando banderas al ritmo de música de alabanza, incluso en su iglesia pentecostal favorita de Lagos, House on the Rock, cuyo pastor principal dio una bendición en la boda de Tiffany Trump en 2022.
El anillo del millón de dólares de Tiffany Trump
Al parecer, Michael Boulos, el hijo menor de la pareja, conoció a Tiffany Trump en el club de la actriz Lindsay Lohan en Grecia en 2018, cuando él tenía unos 22 años y ella 25.
Poco después de su compromiso, empezaron a circular noticias que describían a Michael Boulos como hijo y heredero de un multimillonario. Massad Boulos dijo en una entrevista esta semana que Michael era heredero del negocio familiar, pero que era imposible confirmar independientemente su valor.
El anillo de diamantes que Michael Boulos le regaló a Tiffany Trump, con su supuesto precio de un millón de dólares, parecía confirmar una gran riqueza.
Michael Boulos era director asociado de la concesionaria de camiones cuando se casaron y ha trabajado para una empresa estadounidense de capital riesgo y una compañía de alquiler de yates, según PitchBook.
Una presentación en la Casa Blanca
En la entrevista de octubre, Massad Boulos afirmó que conoció a Donald Trump en una fiesta de Navidad en la Casa Blanca en 2019.
“Era muy muy cálido, muy acogedor”, recordó Boulos.
Boulos apareció en nombre de Trump en medios de comunicación de lengua árabe antes de las elecciones de 2020. Desempeñó un papel más importante en 2024 como emisario no oficial entre los votantes árabe-estadounidenses.
En Míchigan, donde reside el mayor porcentaje de población árabe-estadounidense del país, Boulos presentó a Trump como el candidato mejor posicionado para llevar la paz a Medio Oriente.
“Era una superestrella”, compartió Yahya Basha, médico sirio-estadounidense y donante político en Royal Oak, Míchigan. “La gente lo adoraba”.
Trump ganó en el estado, ayudado por los distritos electorales de mayoría árabe-estadounidense en la zona de Detroit.
c.2024 The New York Times Company