Asesinan a tiros a un diputado izquierdista en el estado mexicano de Jalisco
CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Un diputado del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) murió tiroteado el jueves en el estado mexicano de Jalisco, que en los últimos meses ha sufrido un alza en la violencia ligada al crimen organizado.
Saúl Galindo fue atacado por un grupo de pistoleros que interceptó la camioneta en la que viajaba en compañía de su hijo por una carretera del municipio de Tomatlán, cerca del turístico Puerto Vallarta, en la costa del Pacífico, informó la fiscalía local en un comunicado.
Galindo murió en un hospital cercano a causa de dos impactos de escopeta, agregó la fiscalía, que dijo que el ataque no dejó más heridos.
"La Fiscalía General del Estado abrió una carpeta de investigación para iniciar con las indagatorias y dar con los probables responsables de la agresión", añadió.
Jalisco es uno de los estados más violentos del país, cuna del denominado Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que se ha expandido tanto en México como en otros países, incluyendo Estados Unidos, según datos oficiales.
Las constantes pugnas entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa por el control de las rutas para el tráfico de droga han provocado un aumento en la violencia el estado.
Entre enero y noviembre se registraron 1.218 asesinatos en el estado, por encima de los 1.153 ocurridos durante todo 2016.
"Lo que sucede en Jalisco no es más que el fracaso de la seguridad en nuestro país," dijo a medios Víctor Hugo Prado, presidente estatal del PRD, quien describió el crimen como "lamentable, triste".
Esta semana, un activista e integrante del izquierdista Partido Movimiento Ciudadano fue asesinado en ese mismo estado después de denunciar en redes sociales que en una entidad gubernamental se repartían víveres en apoyo al oficialista Partido Revolucionario Institucional, (PRI) del presidente Enrique Peña Nieto.
México se encamina a cerrar 2017 como el año más violento en dos décadas con 26.573 homicidios hasta noviembre, según cifras oficiales. Esto llevaría al Gobierno de Peña Nieto a registrar las tasas más altas de asesinatos desde que hay recuentos en el país.