Asad dice "combates se habrán acabado en gran medida para final del año"

Por Steve Gutterman MOSCÚ (Reuters) - El presidente Bashar el Asad ha pronosticado que gran parte de los combates de la guerra civil siria se habrán terminado para finales del año, según declaraciones de un antiguo primer ministro ruso. "Esto es lo que me dijo: 'Este año la fase activa de la acción militar en Siria se habrá acabado. Después nos tendremos que encargar de hacer lo que hemos estado haciendo todo este tiempo: combatir terroristas", dijo el lunes Sergei Stepashin según comentarios recogidos por la agencia Itar-Tass. Stepashin, aliado del presidente ruso Vladimir Putin y antiguo dirigente del servicio de seguridad soviético FSB, indicó que Asad parecía seguro, en control de la situación y en una "forma atlética excelente" tras una reunión en Damasco la semana pasada. "'Dile a Vladimir Vladimirovich (Putin) que no soy Yanukovich, no me voy a ninguna parte'", dijo Asad, según Stepashin, durante la reunión, según la agencia estatal RIA. Yanukovich huyó a Rusia en febrero tras verse apartado del poder por las protestas que siguieron a su decisión de rechazar unos lazos más estrechos con la Unión Europea y acercarse a Moscú. Los líderes rusos lo han criticado por perder el control de su país. Stepashin sugirió que Asad no se enfrentaba a dicha amenaza y que probablemente ganaría las elecciones presidenciales de este año. "No hay un asomo de duda de que sabe lo que está haciendo", dijo Stepashin según RIA. "La fortaleza de Asad yace ahora en el hecho de que, a diferencia de Yanukovich, prácticamente no tiene enemigos. Tiene un equipo consolidado". "Además, sus parientes no están negociando y están robando de la caja sino que están luchando", dijo. Stepashin, que fue primer ministro en 1999 con el presidente Boris Yeltsin y ahora dirige una organización benéfica llamada Sociedad Imperial Ortodoxa Palestina, añadió que "el ánimo del Ejército sirio es extremadamente alto". Rusia ha sido el aliado más poderoso de Asad durante el conflicto, que ya dura tres años y ha supuesto la muerte de más de 150.000 personas en Siria, obstaculizando los intentos de los países occidentales y árabes de apartarle del poder.