Arrestan a un hombre que acaparó suministros médicos para revender en Nueva York y tosió sobre agentes del FBI clamando tener COVID-19

Las actitudes antisociales en medio de la emergencia sanitaria del coronavirus no son infrecuentes, y en algunos casos llegan a niveles de escándalo, delito y amenaza.

Tal fue el caso de Baruch Feldheim, de 43 años, quien fue arrestado en Brooklyn, Nueva York, por toser sobre oficiales de policía mientras clamaba estar infectado de coronavirus y por mentir sobre sus actividades de acaparamiento impropio de suministros médicos básicos.

Una máscara N95, insumo básico que requieren médicos, enfermeras y trabajadores de salud para atender a pacientes infecciosos, y que son muy escasos durante la presente epidemia de COVID-19. (Getty Images)
Una máscara N95, insumo básico que requieren médicos, enfermeras y trabajadores de salud para atender a pacientes infecciosos, y que son muy escasos durante la presente epidemia de COVID-19. (Getty Images)

Los hechos se dieron el domingo pasado cuando agentes federales investigaban una gran cantidad de máscaras médicas N95 que, se afirma, Feldheim había acumulado y que pensaba vender por montos exagerados aprovechando la crisis por la epidemia de COVID-19.

De acuerdo al periódico New York Post, el presunto abuso y acaparamiento de esas mascarillas que realizó Baruch –lo que es indignante ante la enorme falta de esos y otros insumos básicos que sufre Nueva York, epicentro de la epidemia con decenas de miles de enfermos de coronavirus– fue tan notorio que, se afirma, llegó a venderle a un médico de Nueva Jersey 1,000 de ellas en 12,000 dólares, un precio que de acuerdo a las autoridades es 700% más alto de su valor de mercado.

Y luego de que trató de vender otra remesa a otro médico en un taller de automóviles de Nueva Jersey, el doctor reportó a las autoridades la situación y dijo que Fendheim había acaparado tantas mascarillas, desinfectantes de manos, toallas de cloro y otras sustancias quirúrgicas como para “abastecer a un hospital”.

El pasado 25 de marzo, reportó BuzzFeed News, el gobierno federal emitió una orden ejecutiva que prohíbe la acumulación excesiva de materiales médicos necesarios para enfrentar la epidemia de COVID-19.

El FBI comenzó entonces a investigarlo. De acuerdo al Post, detectó que el lunes de la semana pasada Feldheim pretendió vender a una enfermera batas protectoras y agentes constataron que en varias ocasiones personas acudían a casa de Feldheim y salían con productos que parecían ser suministros médicos.

Incluso, el siguiente miércoles recibió en su casa un gran cargamento, que resultó ser de máscaras N95, de acuerdo a los agentes.

El FBI decidió intervenir y fue cuando el acusado tosió sobre los agentes afirmando que estaba infectado de coronavirus, al parecer en un intento de evadir el arresto. Pero, en realidad, eso quizá solo agravó su situación legal pues se ha afirmado que contagiar intencionalmente de coronavirus a alguien puede ser considerado un acto terrorista y perseguido como tal. E incluso si Feldheim no padece COVID-19, su tosijoso arrebato podría pesarle como un intento de agresión contra agentes federales.

La doctora Nicole McCullough muestra cómo colocarse una máscara respiratoria N95, un insumo clave para proteger a profesionales de la salud y pacientes de riesgos de infección. (Reuters)
La doctora Nicole McCullough muestra cómo colocarse una máscara respiratoria N95, un insumo clave para proteger a profesionales de la salud y pacientes de riesgos de infección. (Reuters)

A ello hay que añadir los cargos que se le impongan en relación al acaparamiento y la especulación con suministros médicos que se necesitan urgentemente en hospitales de Nueva York y otros lugares, severamente presionados y con escasez debido a la oleada de enfermos de coronavirus.

En esa instancia, Fledheim enfrentaría el agravante de haber mentido sobre estar acaparando y vendiendo esos suministros y también dijo falsamente, indicó el Post, que trabajaba para una empresa proveedora de esos materiales.

Pero, en realidad, de acuerdo a los agentes, cuando el FBI realizó una redada en una bodega relacionada con Feldheim en Nueva Jersey se hallaron allí 80,000 máscaras. Esos suministros fueron decomisados por las autoridades.

De acuerdo al Departamento de Justicia, Feldheim enfrenta cargos de hasta un año de prisión y 100,000 dólares de multa por agredir a los oficiales y de hasta 5 años y 250,000 dólares de multa por mentir sobre sus actividades de acaparamiento y venta a precios excesivos.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos insta en su página web especial sobre COVID-19 a reportar casos de acaparamiento de suministros básicos y de intentos de fraude relacionados con la presente emergencia de coronavirus.