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Arizona se derrite (literalmente) por la tremenda ola de calor

El muy intenso calor que se registra en Arizona ha provocado, literalmente, que los nombres de las calles se derritan por las altas temperaturas. La pintura de las señales que indican el nombre de las avenidas, los pedestales de buzones de las casas y otros objetos a la intemperie han sido golpeados tan rudamente por la presente ola de calor que el escenario pareciera estar hecho de mantequilla.

La ciudad de Phoenix se derrite por las muy altas temperaturas que se registran en Arizonal. (Twitter/isaaccc)
La ciudad de Phoenix se derrite por las muy altas temperaturas que se registran en Arizonal. (Twitter/isaaccc)

En Arizona y en otras regiones del suroeste de Estados Unidos se han registrado temperaturas superiores a los 110 grados Fahrenheit (43.3 grados centígrados) y muchas personas han documentado ese tremendo calor en las redes sociales con imágenes singulares: pintura de los signos viales derretida, alimentos que se cuecen con el calor ambiental o, ya en el plan de la gastronomía, conductores que requieren usar guantes de pastelería para poder sujetar el timón de su automóvil.


Ni las cactáceas parecen pode resistir el extremo calor de Arizona, que el pasado 20 de junio alcanzó un récord de 119 grados Fahrenheit (48.3 grados centígrados).


El problema, con todo, es mucho más que sentir un agobio por el fuerte calor o tener que dedicar recursos a la reparación de sus estragos. Como se informa en el periódico The Arizona Republic, el año pasado el severo calor del verano provocó 130 fallecimientos, sobre todo entre personas ancianas o pobres.

Y el asunto se agrava cada año: en las últimas dos décadas se han registrado 38 más días de temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit (37.7 grados centígrados) que a principio del siglo XX, para llegar en el caso de la ciudad de Phoenix, Arizona, a 110 días al año. El ardor veraniego es, así, muy severo en esa zona y ese brasero se extiende, además, por bastante más tiempo que lo que nominalmente dura un verano.

Por ello, para mitigar a largo plazo esos tremendos calores, se ha recomendado plantar árboles y tratar de reducir en lo posible el incremento de las zonas urbanas, que retienen calor.

Las muy altas temperaturas en el verano son, además, un factor de peso económico: la factura de la electricidad se eleva sustancialmente por el alza de consumo y de tarifas, dejando a muchos en la disyuntiva de reducir o apagar su aire acondicionado o quedar con los bolsillos vacíos. En ese sentido, incentivar la producción y uso de energía solar es una manera de sacar provecho a las altas temperaturas en Arizona y amplias zonas del país.

Y, al final, algunos se toman la cosa con humor pues, a fin de cuentas, el fénix es un ave que tras incinerarse renace de sus cenizas.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro