La Argentina se suma al Grupo de Contacto sobre Venezuela: quiénes lo integran y qué salida a la crisis propone

En un movimiento esperable debido a la postura mostrada desde el comienzo de la gestión,el gobierno de Alberto Fernández confirmó hoy que participará como miembro del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela (GIC), "en otro paso más hacia la búsqueda de soluciones pacíficas y democráticas a la crisis que viven los venezolanos".

La decisión fue anunciada por Cancillería y representa un giro respecto de la administración del expresidente Mauricio Macri, quien había integrado a la Argentina en el Grupo de Lima, una unión de países que denunciaba con fuerza la violencia y la corrupción del gobierno chavista de Nicolás Maduro.

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"El Gobierno está decidido a contribuir con todos sus esfuerzos a la labor del GIC, convencido del rol positivo que puede desempeñar dicho grupo en brindar respuestas políticas y humanitarias a la crítica situación que vive ese país sudamericano", destacó el Palacio San Martín en un comunicado.

Así, tras las varias polémicas desatadas por la postura del país en relación a Venezuela, tras las idas y vueltas generadas a causa de diversas declaraciones del Presidente que no dejaban en claro la posición del país respecto de la crisis en la nación caribeña, la noticia confirma que Fernández no reconocerá a Juan Guaidó como presidente interino ni a Maduro como dictador.

En la Declaración del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, los estados miembros expresaron que "acogen con satisfacción el compromiso de la Argentina a contribuir a una solución pacífica y democrática de la crisis en Venezuela, convencidos del papel positivo que este país desempeñará como parte de la labor del Grupo de Contacto", remarcó el texto difundido esta mañana.

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El Grupo de Contacto, creado a principios de 2019, está conformado también por Bolivia, Costa Rica, Ecuador, la Unión Europea, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Panamá, Portugal, España, Suecia, Reino Unido y Uruguay.

Con un tono más conciliador que el Grupo de Lima, su objetivo es "fomentar el respaldo a una salida pacífica y democrática de la crisis en Venezuela y facilitar el acceso y aumento de la ayuda humanitaria a este país, particularmente en el contexto actual de expansión de la pandemia de Covid-19". Su prioridad es lograr elecciones creíbles en el país caribeño.