“En la Argentina hace falta huevos”, la frase del gran hit de Zas que debió esperar tres años para ser cantada

Miguel Mateos trajo temas nuevos y viejos éxitos
Miguel Mateos trajo temas nuevos y viejos éxitos

“Bachillerato pedagógico, el carnet de un club vecino, una estampita por las dudas...”. Quien haya vivido esta frase en tiempo presente no puede no recordarla. Un teclado y la garganta de Miguel Mateos que se asomaba a la media voz para luego tomar impulso en un estribillo catártico: “Huevos, en la Argentina hace falta huevos” . La versión que Miguel Mateos Zas dejó rubricada de “En la cocina huevos”, en el disco Rockas Vivas (registro en vivo que la banda realizó de su concierto de 1985, en el Luna Park) es la definitiva. Pero la historia de esta canción comenzó varios años antes y es una de las postales sociales que ha dejado el final de la dictadura. Un doble relato (habitual en muchas canciones de Mateos) que apunta a un mismo lugar y habla de una falta de valor para dar pasos fuera del statu quo de la época, dentro de una canción que no se pudo publicar hasta el regreso de la democracia en la Argentina. ¿O acaso en aquellos años era posible publicar un “Long Play” llamado Huevos? “No, definitivamente no”, dice Miguel Mateos, que también se ha puesto a pensar que tiene para celebrar los 40 años de la salida de su primer disco y quiere hacerlo, si la pandemia se lo permite, con un show a fin de año, en un importante teatro porteño.

Huevos es el segundo disco de la banda, que estaba listo para ser publicado en 1982, pero recién pudo llegar a las bateas en 1983. En esa grabación del tema “En la cocina...” no aparece la palabra “Argentina”, pero todo aquellos que la escucharon por primera vez se dieron cuenta del significado de aquella cocina.

“Así fue -confirma Miguel-. Nosotros salíamos del disco Zas, en 1981, y la gestación de Huevos es en el 82; lo grabamos ese año, pero por diferentes razones se edita en el 83 . Con mi hermano Alejo [baterista de Zas], que fue parte de todo esto, estábamos haciendo memoria de ese momento. En el 82, la Argentina era un quilombo. Sigue siendo, pero aquel fue un año revulsivo a la dictadura militar. Ese disco fue hecho en un momento de convulsión a todo nivel para la Argentina. Hicimos el primer disco y no sabíamos si nos iban a dar la posibilidad de un segundo. Porque en el primero había temas con una propuesta muy manifiesta frente al orden establecido. Pero el corte [de difusión] de ese disco fue ‘Va por vos, para vos’, que tiene otro tenor. Entonces nos volvieron a dar una oportunidad. En el invierno de 1982 volvimos a entrar al estudio de Music Hall, en el barrio del Once, y nos dieron el horario de trasnoche para grabar. Lo aprovechamos, porque durante el resto del día el estudio no estaba disponible para artistas nóveles, menos del rock”.

En el disco, también hay temas como “Un gato en la ciudad” y “Extra extra”, que se convirtieron en hits del Rockas vivas del 85. “Y también tienen un relato anti dictadura -dice Mateos-. La estructura de ‘En la cocina huevos’ es particularmente barroca en cuanto al verso, pero tiene una explosión muy fuerte, con un estribillo muy rockero. Es una mezcla de todo. Tené en cuenta que en abril del 82 comienza la Guerra de Malvinas y termina en junio. Un poco antes, en marzo, se hace la gran protesta en Plaza de Mayo, de una de las dos CGT. Es la primera gran protesta, al menos que yo recuerde. Fue multitudinaria y muy fuerte. Hubo heridos. Y estos tipos, días después, aunque era algo que ya tenían planeado, invaden Malvinas”.

La manifestación convocada por la CGT Brasil se realizó el 30 de marzo de 1982, con la consigna “Paz, pan y trabajo”. Además de la movilización central en Buenos Aires, donde hubo heridos, también se realizaron marchas en Rosario, Neuquén, Mar del Plata y Mendoza, ciudad en la que murió el trabajador José Benedicto Ortiz, víctima de la represión policial.

Miguel Mateos / ZAS en 1984
Miguel Mateos / ZAS en 1984


Miguel Mateos ZAS, en 1984

“Puse en la letra todo lo que veía. Una especie de metáfora de cosas cotidianas con aquello de que hoy te convocan a la plaza y mañana te la dan”. Mateos pone en estrofas dos situaciones. La primera, puertas adentro de un hogar, con la descripción de una persona adolescente de costumbres típicas y una fuerte censura familiar. A tal punto que se convierte en una imposición. “Bachillerato pedagógico y el carnet de un club vecino / Una estampita por las dudas que el novio se pase de vivo/ La imagen de mamá y papá, en cama/ Un póster de Jagger/ Y un Cristo retratado, harto de estar colgado/ El sueño eterno de un marido fiel o que al menos te haga bien el verso/ La desgracia de la tía Inés, que a los 16 se fue con un marinero griego/ (...) Nena vas a ver cuando esta noche llegue a casa papá”. Un discurso que, quizá, en esos años y a pesar de la rebeldía adolescente, algunos y algunas hayan comprado: “Nena, vos creías que con la BCG se acabaría el drama de tus días. La vida es algo más”.

En la segunda parte, una cocina como metáfora de la Argentina en la que “Hoy te convocan a la plaza y mañana te la dan” ; un país en donde “si pasan música nacional [desde el comienzo de la guerra de Malvinas] no es porque se hayan dado cuenta que la cultura de un país está en su gente”.

“Es una mezcla de inspiración espontánea y análisis -dice Mateos-. Es algo medio recurrente escribir así, una forma de trabajo para formalizar la letra. Hay frases que las tiro y anoto en un papel, como la de hoy te convocan a la plaza. Creo que la fuerza de la canción radica en esas cosas. Tanto fue así que el disco lo grabamos en pocos días, y lo mezclamos rápido, pero quedó guardado. Otro hito para nosotros es el B.A. Rock de noviembre del 82, donde Zas fue invitado a participar, que dio una película [dirigida por Héctor Olivera], aunque nosotros no estamos. Nos sacaron. Cuando estábamos en camarines lo invité a Miguel Cantilo a cantar el estribillo de ´Huevos’. Se la hice escuchar ahí. El ya era reconocido y nosotros recién empezábamos. Fue impresionante para nosotros. No teníamos pensado tocar el tema, pero lo hicimos y fue impresionante lo que pasó. La gente terminó cantando ‘En la Argentina hace falta huevos’, cuando la canción todavía no se conocía. No había salido editada. Por suerte, para todos, meses después se pudo editar y volvió la democracia a la Argentina”.

Durante la Guerra de Malvinas se prohibió la emisión radial de música en inglés y eso le dio una mayor oportunidad a la música nacional, especialmente al rock. Como dice Zas en la canción, no fue porque “se hayan dado cuenta que la cultura de un país está en su gente”. La frase se escucha casi al final de la canción. “Bastante ridículo, ¿no? –dice Mateos, casi en tono retórico-. Porque la música nacional tiene un valor per se. Lo demostraron tantos músicos que surgieron antes y después de aquel momento”. Pero eso pasaba hace casi cuarenta años y así fue como quedaba retratado en una letra de rock. En una de esas grandes canciones.