ARCOMadrid, menos aristocrático, más abierto y fresco
El frío en Madrid pela, ni siquiera con cielo azul y sol radiante, olor a café y pan recién hecho, consigo calentarme. El año pasado por estas fechas, el 24 de febrero, mientras abría ARCOMadrid, 2022 Rusia invadía Ucrania ante la estupefacción mundial.
Pero al mundo del arte enroscado de lleno con el capital, esta convulsión no parece afectarle. Ejemplos: París estrenó su franquicia de Art Basel, en estos momentos la subasta Christie de Londres bate récord con ventas de arte surrealista. ARCOMadrid, también bate récord de asistencia en sus 42 edición con 211 galerías y expositores de 36 países. El programa general suma 170 galerías, el resto se reparte en las secciones curadas: “El Mediterráneo: Un Mar Redondo” (19); “Opening by Allianz” (17), y “Nunca lo mismo. Arte latinoamericano” (11). Redondeando los números: La participación de galería españolas (71) fue del 34% y las internacionales (140) de un 66% y de este, el 21%, fue para Latinoamérica.
ArtsLibris (Feria Internacional del Libro de Artista, el Foto Libro y la Autoedición) en su octava edición en ARCOmadrid presentó 67 expositores nacionales e internacionales. Una apuesta formidable por la publicación de arte que comienza a despegar después de años difíciles. Aquí se dan cita revistas de arte especializadas sobre todo de las Américas y Europa, como entre otras Exit y ArtNetxus. También editoriales que cada vez apuestan más por el libro de artista como por ejemplo Turner y Ediciones El Viso, que ha editado el bello libro sobre el proyecto Geria de Guillermo Fornés, que tuve el placer de presentar.
¿Qué me ha parecido esta nueva edición de ARCOMadrid? En esta feria, como en otras tantas, estamos como en una librería, vamos viendo los títulos como quien está degustando un menú, o como en Netflix o HBO, zapeando cascada de imágenes. En esa cascada he visto una presencia de la pintura muy acentuada, con un énfasis en la poética neofigurativa y neoexpresionista, notable también Art Basel Miami Beach, 2022. He percibido un ARCO menos aristocrático, más abierto y fresco pero todavía con visos geopolíticos rígidos.
Por ejemplo resulta incompresible que de las 211 galerías no haya ninguna de Miami, excepto Piero Atchugarry Gallery con tres maravillosas obras de Dagoberto Rodríguez, entre ellas, Patricia, 2023, metáfora de huracanes que habla sobre las manifestaciones del ineludible cambio climático. Me consta que varias galerías de Miami cuyo trabajo es casi exclusivamente con arte latinoamericano y con magnífica programación, no han sido aceptadas en las recientes ediciones. Si ARCO quiere reivindicarse como un punto de encuentro con el arte Latinoamericano, deberá observar y pulsar también el nuevo boom que está teniendo lugar en Estados Unidos el arte y la cultura Latinoamericana, donde Miami no es solo una potente plaza de producción de arte latinoamericano, sino también un fenómeno sociocultural de estirpe Latinoamericana, (en territorio norteño anglosajón) con dimensiones y singularidad global.
Volviendo a ARCO, me gustó la serie Mennour de Mohamed Bourouissa en “El Mediterráneo: Un Mar Redondo”. Esculturas abigarradas, capas y capas de estructuras donde se intercalaban la madera y el metal, las telas y reciclajes de materias, los objetos y las cosas. Desplegados en imágenes que involucran al hombre y la naturaleza, la producción y el consumo, el poderío de la riqueza y la desidia humana tras la guerra y la pobreza. Revoltijo metafórico contundente de las culturas mediterráneas bajo el impacto de la globalización.
En el programa “Nunca lo mismo. Arte Latinoamericano”, destacaba el proyecto de Manuel Chavajay en torno al Lago Atitlán en Guatemala. Reflexiona sobre este lago como epicentro de la existencia material y espiritual de toda una comunidad descendiente de la cultura maya, ahora amenazado por las condiciones de producción del mundo postmoderno. Este proyecto de Chavajay, enfoca los valores autóctonos de la vida asociados a la tierra, en fricción con las fuerzas modernas que han desacralizado el valor de la existencia, sometiéndola al ideal de progreso de la modernidad.
Sobre el recurrente tema de las ventas, este año, a juzgar por los puntos rojos, parecen haber sido mayor. El gran problema de ARCO y, también el gran problema de fondo del coleccionismo de arte contemporáneo en España, del que se quejan tanto galeristas, como artistas y coleccionistas, es la falta de aprobación de la famosa ley de mecenazgo. Dirán retóricamente que sí hay una ley aquellos que hablan de la “Ley 49/2002, del 23 de diciembre, del régimen fiscal de las entidades sin ánimo de lucro y de los incentivos fiscales al mecenazgo”. No, no la hay, porque ni por asomo se acerca a la que han aprobado otros países del entorno, con mejores incentivos fiscales para el coleccionismo y la inversión en arte. Mientras esto no suceda, las venta de arte contemporáneo en el mercado del arte contemporáneo español estará lastrada por la falta de fluidez y dinamismo.
ARCOMadrid, feria de arte que se desarrolla cada año entre el 22 y el 26 de febrero en los recintos de IFEMA, Madrid. Ave del Partenón, 5. Madrid. www.ifema.es/arco/madrid
Dennys Matos es crítico de arte, curador y editor. Reside y trabaja en Miami y Sta Cruz de Tenerife. Islas Canarias. España.