Apostar por nuevas variedades de uva para producir vino en Austria por al aumento de la temperatura

A orillas del lago Neusiedl se encuentra Rust, una de las ciudades vinícolas más tradicionales de Austria. Ya en la Edad Media, los viticultores de Rust podían abarcar, con sus vinos, una densa red comercial que llegaba hasta las tierras de las actuales Baviera y Polonia. En 1524, la reina María de Hungría concedió a los viticultores de Rust el privilegio de ‘grabar a fuego’ una gran ‘R’ en sus barriles de vino, como una especie de tempranera Denominación de Origen Protegida.

Los efectos del cambio climático están afectando al sector vinícola. Debido al aumento de las temperaturas, el sabor de muchos vinos está cambiando, en Austria. Así, debido al aumento de las temperaturas, el sabor de muchos vinos en Austria está cambiando. Por ello, algunos viticultores cultivan nuevas variedades de uva.

"A menudo, en agosto, aquí, hace muchísimo calor. Desde que yo era joven, la temporada de vendimia se ha adelantado seis semanas. No puedo entender que haya quien no reconozca, en esto, el cambio climático", declara el viticultor Günter Triebaumer.

Al adelantarse la vendimia, con el calor del verano, el vino pierde acidez y su sabor tiene menos frescura. La variedad de uva blanca Furmint, relativamente desconocida, ha acudido al rescate.

"La uva Furmint es de maduración tardía. Durante el calor de agosto, cuando otras variedades de maduración temprana almacenan azúcar y su acidez baja, la uva Furmint está a salvo, ya que madura más tarde", Günter Triebaumer.

"Cada vez más viticultores austríacos recurren a la uva Furmint, por el cambio climático. Su superficie de cultivo se ha triplicado en los últimos ocho años. A nivel internacional, el vino austríaco se considera cada vez más respetuoso con el medioambiente y de alta calidad. El valor de sus exportaciones ha alcanzado un nuevo máximo", explica el periodista de Euronews Johannes Pleschberger.

"El vino austríaco cautiva por su frutosidad y suavidad. No es demasiado ácido. Resulta muy agradable", afirma una joven turista alemana, llamada Janine.

"En cuanto a la exportación, las variedades Grüner Veltliner y Riesling son las dos mayores representantes de Austria", indica Francesco Nardo, trabajador de una tienda especializada en la venta de vino, en Viena.

Hoy día, la variedad de uva blanca Grüner Veltliner ocupa un tercio de la superficie de Austria. Sin embargo, el calor podría hacer que muchos viticultores le dieran la espalda, a pesar de su éxito en la exportación.

"Quizás, habrá menos Grüner Veltliners como los actuales, y en su lugar, habrá otros Grüner Veltliners algo más fuertes", señala Michaela Griesser, profesora de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias Aplicadas de la Vida de Viena.

Según una experta en viticultura, el vino está en plena efervescencia en toda Europa.

"Ya hay algunos viñedos en Suecia. Así que, se puede afirmar que las zonas de cultivo se desplazarán. Quizá en esos lugares centrales, donde entonces haga demasiado calor, se cultiven otros productos y no se produzca vino", añade Michaela Griesser.

Hasta ahora, en muchos lugares de Austria hacía demasiado frío para la viticultura. El cambio climático significa, hoy día, una oportunidad para el país alpino: más superficie, y nuevas variedades.

Además de la Furmint, el viticultor Günter Triebaumer ha empezado, recientemente, a utilizar otra variedad resistente al calor: Petit Manseng.

"Lo que he dicho sobre la Furmint, sobre el calor de agosto, se aplica aún más a la variedad Petit Manseng. En otras palabras, la Petit Manseng todavía está verde como la hierba en agosto, y aún no ha acumulado nada de azúcar, por lo que el calor de agosto no le afecta", concluye el viticultor Günter Triebaumer.

Además de los cambios de variedades, sin embargo, otra transformación está afectando a muchos viticultores. El cambio climático está aumentando la necesidad de riego artificial.