El apellido nunca me ha pesado. Yoelqui Céspedes busca una nueva oportunidad en la pelota profesional

Yoelqui Céspedes aún no entiende por qué los Medias Blancas lo dejaron partir. Quizá sus números no fueran del todo espectaculares, tal vez esperaban algo más del hermano de Yoenis, pero lo cierto es que Chicago no tuvo la paciencia para esperar por su asentamiento en el béisbol profesional.

Yoelqui Céspedes aún no entiende por qué los Medias Blancas lo dejaron partir.

Quizá sus números no fueran del todo espectaculares, tal vez esperaban algo más del hermano de Yoenis, pero lo cierto es que Chicago no tuvo la paciencia para esperar por su asentamiento en el béisbol profesional.

Cuando en enero del 2021 firmó como agente libre internacional por $2.05 millones, se pensaba que su llegada a las Grandes Ligas sería cuestión de tiempo. Con una línea ofensiva de .253/.331/.410 y un OPS de .741, no es que fuera precisamente un fracaso.

Pero Céspedes no se ha quedado de brazos cruzados y siente que, a sus 27 años, todavía le queda mucha pelota por delante.

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Está buscando nuevas avenidas para llegar a esa meta y una de ellas es la Federación de Jugadores Profesionales Cubanos (FEPCUBE), donde puede ser observado por scouts de las Mayores y circuitos invernales. Por el momento, no tira la toalla.

¿Por qué te uniste a FEPCUBE?

“Me siento contento porque me hicieron la invitación para estar aquí de nuevo en los terrenos jugando. Y más que es un equipo de cubanos, es la gente de nosotros. Estoy buscando demostrar mi calidad, que todavía puedo seguir jugando béisbol, pues tengo edad para eso y a ver si algún equipo se interesa en mí’’.

¿Estás preparado para demostrar que sí puedes jugar al alto nivel?

“Siempre me he sentido listo para jugar. Esto es lo de nosotros. Toda la vida se lo he dedicado a esto. Todo el tiempo me he sentido listo. Ahora pienso hacer más esfuerzo para que los scouts vean que sí puedo’’.

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¿Por qué no pudiste dar el salto a las Mayores?

“No sabría decirte qué fue lo que pasó. No estaba tan mal como para llegar al punto en que llegamos, pero no sé la realidad. No sé qué pasó’’.

El béisbol a veces es cruel.

“En algunas ocasiones. Pienso que conmigo ha sido un poco cruel porque mi trabajo no fue como para que me despidieran. Me sentí mal porque en mi mente nunca pasó que llegara el momento en que me despidieran’’.

Tuvo que ser un momento duro para ti.

“Si yo hubiera estado claro que mi trabajo estaba mal, no me hubiera sentido mal. Pero sí tuve ese malestar porque no era para que me dejaran partir. Estoy aquí luchando para volver de nuevo, aunque el béisbol cada día está más difícil, yo sé que todavía puedo’’.

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El apellido pesa, ¿crees que hay presión al compararte con tu hermano?

“El apellido a mí nunca me ha pesado porque yo salgo al terreno a hacer mi trabajo. No salgo al terreno pensando en las comparaciones que hacen con mi hermano. Mi hermano jugó y fue una estrella. Ahora tiene su vida y yo tengo que hacer la mía. Tengo que hacer mi historia. Ya la de él desgraciadamente terminó, de una manera que nadie se lo esperaba’’.

Tu hermano jugó para Cuba el Clásico, tú estás en FEPCUBE, dos entes distintos.

“Mi hermano y yo no hablamos del Clásico y de ahora esto. No son temas a tocar. Ahora él hace su vida, toma sus decisiones y yo tomo las mías. Somos dos personas diferentes, pero no vamos a caer en contradicciones por esas decisiones’’.