AP FOTOS: "Las Carantoñas" regresan a pueblo español

ESPAÑA-CARANTOÑAS-FOTOGALERÍA (AP)
ESPAÑA-CARANTOÑAS-FOTOGALERÍA (AP)

Faltan horas para el amanecer en Acehuche, un pequeño pueblo en la región occidental de Extremadura en España, y un grupo de jóvenes termina un desfile lanzando fuegos artificiales y tocando tambores.

El ruido despierta a los vecinos para una de las fechas más importantes del calendario local: la celebración de tres días de los personajes cubiertos de piel conocidos como “Carantoñas”, que se asemejan a las fieras.

Con raíces en las tradiciones paganas de fertilidad que se incorporaron al simbolismo religioso, la antigua fiesta actualmente marca al patrono de Acehuche, San Sebastián, a quien la tradición católica considera un mártir de los primeros romanos anticristianos.

Luego que se cancelara la edición de 2021 en medio de un fuerte aumento de casos de coronavirus, el festival volvió a finales de enero de este año. Se llevó a cabo bajo estrictas reglas sobre el uso de mascarillas debido al número récord de infecciones en toda España alimentadas por la variante ómicron altamente contagiosa.

Siguiendo la tradición, las mujeres se visten como “regaoras” con coloridas faldas y chales bordados, decorando intrincados peinados con flores, mientras unas pocas docenas de hombres se reúnen en un garaje para cubrirse con pieles de animales y transformarse en “carantoñas”.

Los disfraces hechos a mano pueden pesar más de 20 kilos (44 libras) y solo los juerguistas masculinos mayores de 16 años pueden usarlos.

El segundo día de celebración, mientras llevan la imagen de San Sebastián en procesión sobre aceras cubiertas de romero, las carantoñas se inclinan ante el santo patrono y las regaoras cubren de confeti la escultura mientras se cantan canciones tradicionales y se tocan tambores.

Todas las canciones que se tocan las han recuperado por tradición oral, dice Jaime Garrido, uno de los músicos. Algunas son canciones comunes en la región y otras son específicas de este festival, agrega.

La procesión lleva la figura del santo hacia un miembro elegido de la cofradía local que agradece a San Sebastián por mantener el pueblo seguro y saludable un año más.

Con la escultura nuevamente dentro de la iglesia, un nuevo personaje emerge entre la multitud afuera: la “vaca-tora”, una figura monstruosa con enormes cuernos y un cencerro enorme y ruidoso que aleja tanto a las bestias como a los juerguistas.