Antonio Lobato no puede disimular su bajón por Alonso pese al podio de Sainz

Antonio Lobato no pudo esconder su bajón por Fernando Alonso pese a tener a Carlos Sainz tercero. (Foto: Eric Alonso/MB Media/Getty Images)
Antonio Lobato no pudo esconder su bajón por Fernando Alonso pese a tener a Carlos Sainz tercero. (Foto: Eric Alonso/MB Media/Getty Images)

Antonio Lobato ha sido el mero reflejo del aficionado español de Fórmula 1 en el Gran Premio de Rusia, quedándose con la miel en los labios por un podio que ha estado muy cerca para Fernando Alonso, y que ha logrado finalmente Carlos Sainz, ocupando el tercer cajón.

Siempre hace ilusión, y al narrador de DAZN el primero, ver a cualquiera de los dos españoles en el podio, pero la ilusión por volver a sentir de verdad que Fernando Alonso está de vuelta, haciendo algo que sólo estaría a su alcance con un coche inferior a los de la realeza que dominan la clasificación general, nos embriaga a todos.

Por eso, a Lobato se le ha notado afligido a final de carrera, porque soñaba con un golpe en la mesa de los dos españoles, especialmente de 'Magic', ya que Sainz ya nos ha brindado más podios durante la temporada con Ferrari, aunque sí que ha habido alguno que otro que le ha recordado la atención más polarizada si cabe en la última vuelta.

Son voces aisladas. Lobato se ha llevado un día más los elogios de los telespectadores por su desempeño. Escucharle descargar toda su adrenalina en cada detalle de carrera es de agradecer y las opiniones en redes son un clamor al respecto.

Todo ello a pesar de las dificultades a las que tiene que sobreponerse.

"He tenido que narrar cosas que no se veían", ha afirmado tras la carrera en Sochi, lanzando un 'dardo' a la realización oficial, que se comió toda la lucha entre Fernando Alonso y 'Checo' Pérez.

La muestra de que muchos teníamos la misma sensación agridulce al ver cruzar a Alonso la línea de meta en sexta posición, es la declaración de Pedro de la Rosa: "Me ha sabido mal porque todos queríamos ver a Alonso en el podio". Nada en contraposición a la tremenda alegría que nos ha dado Carlos Sainz.

La nostalgia siempre tira más.

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