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El antiabortismo gana fuerza antes de la presidencia de Trump

Por Ellen Wulfhorst NUEVA YORK (Thomson Reuters Foundation) - Mientras que los defensores del derecho al aborto miran con inquietud al inminente mandato del presidente-electo de Estados Unidos, Donald Trump, los obstáculos que afrontan las mujeres que quieren poner fin a embarazados no deseados cada vez son mayores, mostró el jueves una investigación. El año pasado fueron aprobadas cincuenta nuevas restricciones al aborto en 18 de los 50 estados del país, donde los legisladores introdujeron más de 400 medidas que pretenden limitar el acceso al aborto, de acuerdo con The Century Foundation, un grupo de investigación sobre políticas públicas con sede en Estados Unidos. El estudio mostró que 32 estados intentaron prohibir el aborto de manera total o parcial. Trump, que jurará el cargo el viernes, se opone al aborto y dice que quiere revocar la decisión "Roe v Wade" del Tribunal Supremo. Ha prometido designar a un magistrado antiabortista para el máximo órgano judicial del país. También quiere retirar la financiación estatal a Planned Parenthood, el mayor proveedor de servicios sanitarios para mujeres de Estados Unidos, que tiene más de 650 clínicas. Estas posiciones de Trump tienen el apoyo de muchos de sus compañeros en el Partido Republicano, que controla ambas cámaras del Congreso. "De cara a la nueva administración, es imperativo entender lo limitado que está ya el acceso a los cuidados reproductivos para muchas mujeres estadounidenses, especialmente aquellas con menos ingresos", dijo la fundación en su informe sobre salud reproductiva. La fundación, que se describe a sí misma como un "think tank" (laboratorio de ideas) progresista y neutral, tildó la inauguración de Trump de "último estremecedor ataque contra los derechos reproductivos de las estadounidenses". El aborto sigue siendo una cuestión polémica en Estados Unidos, donde es legal a nivel federal desde 1973. Más de dos tercios de los estadounidenses se oponen a revocar la decisión Roe v Wade y la mayoría defienden que la interrupción del embarazo debería ser legal en todos los casos o en la mayoría de ellos, indicó este mes el Pew Research Center. Los esfuerzos para restringir el aborto han ido ganando impulso, de acuerdo con el informe de la fundación. Las 334 restricciones aprobadas por los estados en los últimos cinco años suponen un tercio de todas las restricciones promulgadas desde 1973. Las instalaciones que ofrecen servicios de interrupción del embarazo se cifraban en 1.700 en 2011, mientras que tres décadas antes sumaban 2.900, añadió. Más de un tercio de las mujeres estadounidenses en edad reproductiva viven en regiones donde no hay clínicas donde se lleven a cabo estas intervenciones. En las zonas donde sí se puede acceder al aborto, las clínicas de Planned Parenthood son los principales prestatarios de estos servicios, de acuerdo con estos datos. En el estado de Missouri, en el Medio Oeste estadounidense, solo hay una clínica con licencia para practicar el aborto. La mitad de todas las mujeres del país que acuden a la interrupción del embarazo tienen ingresos por debajo del nivel federal de pobreza y apenas la mitad lo pagaron con dinero de su bolsillo. Además de la Enmienda Hyde, que prohíbe el uso de fondos federales para subvencionar los abortos, 25 estados prohíben que las pólizas privadas de seguro médico cubran este método de interrupción del embarazo.