Andrés García "se va debilitando de a poco", dice su esposa Margarita

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 31 (EL UNIVERSAL).- La salud de Andrés García se ha visto afectada en los últimos meses a causa de la cirrosis que padece tras tener una vida de excesos. Si bien se conoce que el exgalán del cine mexicano está libre de sustancias tóxicas desde hace cinco meses, su esposa Margarita Potrillo señaló que el famoso se encuentra cada vez más débil.

En entrevista con "Venga la alegría", Potrillo explicó que Andrés se encuentra de momento estable pero cada día lo ve más cansado.

"Me han contactado y han querido saber de la salud de Andrés. El doctor me informó que lo veía bien esto desde la situación física que tiene, que es una enfermedad incurable, progresiva. Está desintoxicado, esto hace que esté muy consciente de su situación y le genera ansiedad, pero está estable", dijo.

A pesar de que García cuenta con los cuidados necesarios y no ha perdido el apetito, sí disminuyó su peso.

"Tiene una calidad de vida lo mejor que pudiera estar. No ha perdido el apetito, aunque come muy poquito", agregó.

Asimismo, contó que no puede caminar por sí solo y cuando requiere salir al patio tiene que trasladarse en silla de ruedas.

Margarita también lamentó que su esposo se esté debilitando y que los efectos de la enfermedad no puedan ser reversibles.

"Es hasta que Dios quiera que su cuerpecito aguante y Dios quiera tenerlo con nosotros", concluyó.

De acuerdo con "Mayo Clinic", la cirrosis es una etapa tardía de la cicatrización del hígado. Cuando el órgano sufre una lesión por enfermedad, consumo excesivo de alcohol, ente otras causas, intenta repararse a sí mismo.

Durante ese proceso se forma un tejido de cicatrización. Si el padecimiento avanza provoca que el hígado funcione con dificultad y esto puede ser mortal.

Los efectos de la enfermedad, por lo general, no pueden revertirse, sin embargo, cuando se detecta a tiempo y se trata la causa "se puede limitar el avance del daño y, raramente, revertirse", detalla el portal.

La cirrosis no da señales hasta que las lesiones se hacen grandes. Algunos de los síntomas son: náuseas, pérdida de apetito, pérdida de peso, picazón en la piel, decoloración amarilla en la piel y los ojos, acumulación de líquido en el abdomen, vasos sanguíneos en forma de arañas en la piel, enrojecimiento en las palmas de las manos, fatiga, hemorragias, entre otras.