Andrés Arauz cierra su campaña electoral en Quito avalado por Correa

Quito, 8 abr (EFE).- Andrés Arauz, el candidato progresista a la presidencia de Ecuador, cerró este jueves su campaña electoral de cara al balotaje del domingo, con un mitin político en Quito en el que apareció su mentor, el exmandatario Rafael Correa, en un video enviado desde Bélgica, donde reside desde 2017.

Arauz, que disputa el poder al conservador Guillermo Lasso, recorrió también varias calles del centro-sur de la capital acompañado de decenas de simpatizantes, hasta llegar a una tarima en el sector de Cumandá, donde presidió su último mitin, que terminó apenas una hora antes de la entrada en vigor del toque de queda en la ciudad.

El candidato, que dijo estar seguro de su victoria, llamó a sus simpatizantes a "cuidar los votos" y a "salir a la calles" esa noche para "celebrar el triunfo popular".

El joven candidato, de 36 años, dijo que una de sus tareas si llega al Gobierno será la de construir un "nuevo bloque histórico" para juntar a las fuerzas sociales y productivas del país, con el objetivo de dar solución a la crisis económica y sanitaria que, según dijo, deja el Gobierno saliente de Lenín Moreno.

Además, evocó las duras jornadas de protesta de octubre de 2019, cuando la población, encabezada por el movimiento indígena, obligó a Moreno a derogar la anulación del subsidio a las gasolinas, medida atada a un acuerdo con el FMI.

Asimismo, prometió poner en marcha un plan de vacunación contra la covid-19 que abarque a toda la población, en referencia a las críticas al programa aplicado por el actual Gobierno, que incluyó listas de privilegiados y fallos en su administración a ancianos en Quito.

"Falta poquísimo, en apenas cuatro días lograremos recuperar nuestra dignidad", proclamó Arauz.

Aunque los seguidores del correísmo usaron mascarillas, en ciertos momentos descuidaron el distanciamiento físico recomendado para evitar el contagio.

La muchedumbre reaccionó con júbilo cuando en una pantalla gigante apareció el expresidente Correa, quien alentó la candidatura de su delfín en un mensaje grabado.

El carismático exgobernante, sobre el que pesa una condena de 8 años de cárcel por un caso de corrupción, que él niega y atribuye a una persecución política, insistió en que con el eventual triunfo de su candidato se retomará en el país "la senda de la prosperidad".

Y aunque aseguró que no propone una venganza contra sus enemigos políticos, señaló que "el verdadero perdón exige justicia" y que, para él, el mayor perseguido durante el Gobierno de Moreno fue el exvicepresidente Jorge Glass, en prisión desde finales de 2017 por otro caso de corrupción, que igualmente niega.

"Volverán los días de gloria. Ánimo, ya falta poco, hasta la victoria siempre", concluyó Correa ante la algarabía de sus simpatizantes.

Más temprano, Arauz visitó el balneario de Crucita, en la provincia costera de Manabí (oeste), considerado como el bastión del correísmo y donde prometió mejorar el "legado histórico" de su mentor, que gobernó entre 2007 y 2017.

El candidato llegó en bote a una tarima instalada cerca de la playa de Crucita, al frente de una caravana de embarcaciones de pesca artesanal y con decenas de seguidores que blandían banderas anaranjadas, color que identifica a la alianza UNES.

Carlos Rabascal, el candidato a la vicepresidencia, en fórmula electoral con Arauz, llamó en ese acto a los ciudadanos a acudir el domingo a las urnas "para hacer realidad el triunfo electoral".

(c) Agencia EFE