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ANÁLISIS: En el conflicto de Nagorno-Karabaj, Turquía busca posicionarse como país clave en el "orden mundial"

Un soldado de etnia armenia dispara una pieza de artillería durante el conflicto militar por la región separatista de Nagorno-Karabaj

Por Orhan Coskun y Jonathan Spicer

ANKARA, 7 oct (Reuters) - El fuerte respaldo del presidente Tayyip Erdogan a Azerbaiyán en el conflicto de Nagorno-Karabaj ha diferenciado a Turquía de otras grandes naciones y alarmado a los aliados de la OTAN que exigen un alto el fuego.

Pero para Erdogan, una postura firme y decidida es una prioridad estratégica y una necesidad costosa que refuerza su política de desplegar el músculo militar en el extranjero para mantener el apoyo en casa.

El presidente ha descrito el apoyo de Ankara a Azerbaiyán como parte de la búsqueda por parte de Turquía de su "merecido lugar en el orden mundial".

Erdogan ve una oportunidad de alterar el statu quo en Nagorno-Karabaj, donde Francia, Estados Unidos y Rusia han dirigido durante décadas los esfuerzos de mediación internacional y una mayoría armenia ha conservado el control del enclave a pesar de que está reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán.

"La lógica de Turquía en casi todos los rincones del mapa es la interrupción. Cualquier cosa que socave el statu quo es bueno para ellos, ya que el statu quo anterior se considera que contraviene sus intereses", dijo Galip Dalay, investigador de la Academia Robert Bosch.

"El conflicto congelado en Nagorno-Karabaj permaneció en manos de Armenia. Turquía quiere ahora socavar este juego aunque no pueda determinarlo completamente" dada la tradicional influencia de Rusia en la región, dijo.

La postura de Turquía, que envía una amenaza implícita a Armenia y un mensaje de precaución a Rusia -país que tiene un pacto de no agresión con Armenia-, refleja su confianza en la guerra con aviones teledirigidos utilizados en Siria, Libia e Irak, según los analistas políticos.

Los drones de fabricación turca encabezan ahora los ataques de los azeríes y un alto cargo de Ankara dijo a Reuters que los turcos estaban proporcionando infraestructura y apoyo armamentístico, aunque no hay tropas sobre el terreno.

Erdogan también apuesta por que, a pesar de sus diferencias sobre Nagorno-Karabaj, Turquía y Rusia se llevan lo suficientemente bien como para evitar un conflicto más amplio en la región.

AÑOS DE "ABANDONO"

Rusia, Estados Unidos y Francia han liderado los llamamientos a un alto el fuego en Nagorno-Karabaj, pero Erdogan dice que éstos han descuidado la crisis en las últimas tres décadas y no deberían liderar el establecimiento de la paz. Turquía dice que una paz duradera dependerá de las propuestas que se hagan para lo que suceda después de que las hostilidades terminen.

La postura de Erdogan hizo recrudecer la retórica con Francia, cuya población incluye a muchos de origen armenio, pero que es aceptada por los principales partidos de la oposición de Turquía.

Los éxitos militares y el despliegue del músculo militar en otras partes del mundo han ayudado a su partido gobernante, el AK, aliado con los nacionalistas, a mantener una ventaja en las encuestas de opinión a pesar de la depreciación de la moneda que ha hecho empeorar todavía más las consecuencias económicas que ha producido la pandemia del coronavirus.

La aprobación a Erdogan aumentó casi un 5% el mes pasado, según el grupo de análisis MetroPoll, después de un enfrentamiento con la Unión Europea sobre derechos territoriales del Mediterráneo.

"Todos estos conflictos aumentan la percepción de que Turquía es un país asediado, con razón o no", dijo Sinan Ulgen, presidente del centro de estudios EDAM de Estambul.

Sin embargo, es "en última instancia la economía la que marca la contienda política", añadió Ulgen.

OBLIGACIÓN Y PRIORIDAD

Dos contracciones económicas en sendos años han dado al traste con el periodo de auge bajo el mando de Erdogan, y la agencia de calificación crediticia Moody's dice que Turquía se arriesga a una crisis de la balanza de pagos después de que la lira se haya depreciado casi el 25% este año.

La dependencia de Ankara de las importaciones de gas de Azerbaiyán, que aumentaron un 23% en el primer semestre de 2020, también es un incentivo para adoptar una posición firme sobre la región de Nagorno-Karabaj.

El gasto en defensa se disparó un 16% este año hasta los 7.000 millones de dólares, o el 5% del presupuesto general, y el presupuesto militar se ha disparado casi un 90% en una década.

Sin embargo, las campañas transfronterizas como las que realiza Turquía en el norte de Siria, Irak y Libia son una prioridad para Erdogan, dijo un segundo cargo de la administración turca.

"Ni la pandemia ni el deterioro del presupuesto serán un obstáculo para el gasto de defensa", dijo el funcionario. "No es preferible pero es obligatorio. Turquía está en el terreno con los Estados Unidos y Rusia. No podemos pensar o actuar en pequeño".

La disminución de la presencia estadounidense en la región ha dejado vacíos que Turquía y Rusia han tratado de llenar, utilizando la diplomacia para ayudar a contener los conflictos en la provincia siria de Idlib y en Libia, dos prolongadas guerras por el poder en las que están en bandos opuestos.

Ankara ha negado las acusaciones -incluso de Rusia- de haber enviado mercenarios sirios para apoyar a Azerbaiyán.

La estrecha cooperación con Moscú en muchas áreas significa que "no hay preocupación de que (Ankara) sea arrastrada a un conflicto con Rusia", según dijo el segundo funcionario.

($1 = 7,7773 liras)

(Información de Jonathan Spicer y Orhan Coskun; información adicional de Ece Toksabay y Can Sezer; editado por Timothy Heritage; traducido por Andrea Ariet en Gdansk)